Siguiendo con nuestra exótica
aventura, y por qué no decirlo, en busca de la ruta aérea más
económica, nuestro siguiente destino no es otro que la, a priori,
pintoresca capital de Malasia, Kuala Lumpur. El objetivo es llegar
desde Tailandia a Nepal y los vuelos más baratos pasan por esta
ciudad. Así que, aunque deshicimos algo de camino, pensamos que
merecería la pena hacer un alto de 2 días en Kuala. La verdad es
que el tiempo estuvo bien elegido, aunque esta ciudad hubiera sido
totalmente evitable. Tras las lujosos estereotipos (las torres
Petronas o el gran premio de Malasia por ejemplo) se esconde una
realidad bastante decadente. Por poner solamente un ejemplo, la zona
de nuestro hotel, cerca de Jalan Raja (una de los lugares más
céntricos), de noche parecía un sitio en estado de guerra.
Literalmente íbamos saltando personas que estaban tiradas en la
calle, no sabemos si durmiendo y narcotizadas. Una estampa bastante
siniestra la verdad. Esta realidad, choca directamente con lo que se
ve por el día alrededor de las torres Petronas. Un inmenso complejo
comercial, con las tiendas más caras del planeta y repleto de lujo
asiático. Para los que gusten gastar dinero, esta es su ciudad sin
ninguna duda. Y más aún si quieres marcas falsas. El Chinatown de
la ciudad, alberga el mercadillo más grande de falsificaciones que
nunca he visto. Todas las marcas están aquí, con una calidad
reseñable y a un tercio de lo que cuesta la marca original en
Europa. Desde luego unos de los días hay que emplearlo en patear
estas zonas. Luego, para los menos consumistas, propongo la plaza de
Jalan Raja, donde se puede visitar el museo Textil y la Kuala Lumpur
city Gallery; una galería sin muchas pretensiones, pero que se puede
ver como Malasia (realmente parte de ella) ha ido evolucionando con
una mezclanza absoluta de culturas, incluyendo el pasado Británico
que afortunadamente para ellos, fue bastante breve. Y que más
contar, si te atreves a adentrarte en los barrios menos pintorescos,
puedes disfrutar de la cultura local, que, como comento, es muy rica
e inaccesible a la vez. Nosotros tuvimos la suerte de ver un festival
de danza en la calle mientras tomábamos unos dulces locales hechos a
base de coco. Con el bolsillo tiritando por las compras y deseando ir
al próximo destino, nos embarcamos en uno de los vuelos más largos
de la odisea: Kuala Lumpur - Katmandu
Las torres Petronas, impresionantes de dia y de noche
La mezquita de Jalan Raja, el verdadero centro neuralgico de los locales
Este es el centro de los turistas
Marco tienda de Marvel en uno de los malls
Yo y mi "mini" tablet
Danza local en las calles
El centro KLCC por la noche, una pasada
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