sábado, 31 de diciembre de 2016

Warszawa. Dzięki Polska (Día 1).

El martes 22 de Julio una vez que quedamos con Cristina en la palmera de Nowy Swiat dimos nuestro primer paseo por Varsovia, pasamos por la academia donde trabaja Cristina enseñando español, es la academia Sin Fronteras que está en el número 35 de Nowy Swiat. Esta calle la íbamos a transitar durante todos los días de nuestra estancia porque es la calle principal donde se ubican los mejores restaurantes y siguiendo recto llegas a Krakowskie Przedmieście que está la Universidad, el Palacio Presidencial, la academia de cine polaca y es el acceso hacia el casco antiguo de Varsovia. El casco antiguo fue totalmente reconstruido a como era originalmente. Una de las imágenes que más impactan de Varsovia es verla en fotografías como quedó totalmente devastada tras las II Guerra Mundial, que hoy en día haya algo es prácticamente un milagro. Creo que es la gran lección que uno debe de aprender cuando viaja a Varsovia, la guerra y la destrucción allí fue un horror de proporciones difícilmente razonables al raciocinio humano.

Fue un paseo muy chulo, era la primera vez que pasábamos por allí y es agradable pasear en verano por esta ciudad, además con Cristina de anfitriona pues uno no va mirando mapas a ver si se ha perdido, vas conversando con esa persona que acabas de conocer y es mucho más entretenido. Cristina nos propuso comer en la Plaza Vieja, su nombre es Rynek Starego Miasta, la idea era comer algo típico de allí y aunque esta plaza es muy turística, nuestra compañera conocía un restaurante económico y de comida polaca. Así que Cristina nos sorprendió con su buen nivel de polaco y pidió salchichas, una especie de morcillas y unos pierogis, un plato mezcla de dumplings y raviolis rellenos de carne, sería el plato favorito de Olga y lo probaría bastantes veces más. Todo esto junto a cerveza polaca, por supuesto, allí se llama piwo, de las poquitas palabras que aprendí en este idioma.

Recuerdo que todavía no había cambiado los euros que llevaba a zlotys, llevaba unos pocos zlotys para ir tirando pero ya tenía que hacer el cambio, lo hice bastante mal, por que en la plaza había una casa de cambio que la rechacé por ser un lugar muy turístico y luego una vez que dejamos de nuevo a Cristina en la academia hice el cambio en la calle Chmielna y me dieron muy mal cambio, hay que fijarse más en los carteles. Después del pequeño disgusto nos fuimos un rato al hotel, este viaje lo íbamos a tomar con toda la calma del mundo y el plan era quedar con Cristina al salir del trabajo para presentarnos a su pareja Lukasz y tomar algo los cuatro juntos.

De nuevo en Nowy Swiat y enfrente de Sin Fronteras conocimos a Lukasz, un tío muy majo por que hay que ser simpático y buen chaval para que estés en tu país y tengas que hablar en español para hacerte entender, ya no es que hablará en su idioma, que el polaco se las trae de lo difícil que parece, es que ni siquiera en inglés. Antes de cenar lo mejor era tomar una cerveza y fuimos a un lugar que lo íbamos a visitar muchas veces más, un patio lleno de bares con mucha animación que se llama Pawilony. Me encantó este lugar, lleno de animación, gente joven y eso que nos encontrábamos a Martes, es un lugar especial que recomiendo su visita si vais por Varsovia.

Después para cenar Lukasz nos propuso a ir más fuera del centro, a sitios donde no vas a encontrar turistas, hacía un buen día y ese plan era perfecto. En Varsovia no hay mar pero sí que tenemos el río Vístula. Los ciudadanos han montado una especie de playa, con su arena incluso a la orilla del río, el lugar no es muy conocido pero queda bastante cerca del Estadio Nacional de Varsovia, el PGE Narodowy, con Lukasz guiándonos por los tranvías, llegamos enseguida al lugar, un lugar bastante oscuro donde los jóvenes polacos se tomaban una cerveza tumbados en las hamacas, escuchando música y todo de bastante buen rollo, no era precisamente un botellón a la española, era un sitio tranquilo donde nos comimos una hamburguesa, nos sentamos cerca del río y pudimos charlar durante un buen rato. Me acuerdo de hablar con Lukasz sobre fútbol, estábamos al lado del PGE Narodowy, a él le gustaba mucho el juego de la selección española, en 2012 España fue campeona en la Eurocopa que organizaba precisamente Polonia junto a Ucrania. Yo le comentaba que veía mejorar a la selección polaca y tenía bastante potencial pero que Lewandoski que es su máxima estrella, siempre fallaba con la selección y su rendimiento era mucho más alto en la Bundesliga.

Tras un buen rato de agradable conversación había que volver a casa, Lukasz y Cristina tenían trabajo al día siguiente y nosotros estábamos cansados de haber madrugado bastante para coger el vuelo. Nos encaminamos al puente Most Poniatowskiego donde pasaba un tranvía que, como no, Lukasz conocía, recuerdo que nos sacó los billetes y me comentó que los tranvías se construían allí en Polonia, que incluso ya los estaban exportando a Alemania, me daba la sensación que Polonia es un pueblo trabajador y que estaban adaptándose bastante rápido al mercado capitalista. Sobre el Vístula se reflejaba la luna y enseguida llegamos a Plac Trzech Krzyży justo enfrente de nuestro Sheraton, era la primera noche que dormía en Polonia y se descansa muy bien. Al día siguiente nos esperaban nuevos lugares que estaba deseando conocer.

Plaza Vieja de Varsovia.



Olga preparándose para sus primeros Pierogis.



Pierogis



Plaza Vieja de Varsovia.



Pawilony



Pawilony



Estadio Nacional de Varsovia.



Cristina, Olga y yo.



Cristina, Lukasz y yo.



El Vístula, río de Varsovia.



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jueves, 29 de diciembre de 2016

Warszawa. Dzięki Polska (Llegada).

Empezamos una nueva aventura en el blog de viajes, ya es tradición que cada Navidad y en verano cuente alguno de los viajes que se hicieron hace un tiempo. Llevaba un tiempo sin escribir por ocupaciones laborales y también por falta de tiempo durante las vacaciones. Pero no quería dejar de escribir este destino y además que fuese en Navidad, un periodo muy apropiado para recordar Varsovia. Fue un viaje realizado en Julio de 2014 y durante una semana estuvimos por allí muy tranquilos. Mi intención como ya es habitual es hacer una entrada por día de estancia en la capital polaca.

Pero antes de comenzar a relatar lo que fue este viaje, quería dedicarlo a Charo, madre de Olga, todo este viaje va a ser para ella, por que fue su empeño que fuéramos esa semana a Polonia y siempre esta ciudad irá asociada a su recuerdo, mi empeño en escribir este viaje es por ella. También por supuesto quiero dar las gracias a Olga, que a pesar de las circunstancias que vivíamos en esos días, tuvimos un viaje muy especial y que recordaremos con mucho cariño. Y para terminar también dar especialmente las gracias a Cristina y a Lukasz, ellos son residentes en Varsovia y nos mostraron lugares donde nunca los turistas van a llegar, fueron muy amables con nosotros y unos excelentes anfitriones, me alegró mucho conocerlos.

Este primer post va a ser bastante breve, será nuestra llegada a Varsovia. El 22 de Julio nos encaminamos a la T1 de Barajas, nuestro vuelo a Varsovia salía a las 9:00 y nuestra compañía era Norwegian, esta aerolínea noruega es muy recomendable, wifi gratis durante el vuelo, precios asequibles, bastante puntuales, etc... Llegamos a Varsovia según lo previsto a las 12:45 al aeropuerto Chopin, un aeropuerto bastante moderno y de nueva construcción. En este viaje no nos íbamos a complicar mucho la vida y hay que decir que Polonia tiene unos precios muy baratos y competitivos, se puede ir desde el aeropuerto en transporte público al centro, pero nuestra opción fue coger un taxi, por unos 70-80 zlotys (15-18 euros) te dejan en cualquier punto del centro de la ciudad.

Nuestro hotel también fue una elección a lo grande y nos alojamos durante esta semana en el Sheraton Warsaw Hotel, un hotel muy céntrico, bonito y con un personal super amable, también recomiendo su estancia, solo hay una pega a este hotel, no hay piscina, eso sí, hay sauna y masajes. Quizás por eso solo tiene 4 estrellas pero sin duda es un hotel que está muy bien. Dejaré algunas fotos del lugar por que realmente merece la pena.

Una vez establecidos en nuestra habitación quedamos con Cristina para poder ir a comer. Ya era la hora de salida de sus clases de español y su academia está bastante cerca del Sheraton, así que nos encaminamos por la plaza Plac Trzech Krzyży hacia una de las calles más populares de Varsovia, la calle Nowy Swiat (Nuevo Mundo), en la palmera del cruce con Nowy Swiat con Aleje Jerozolimskie encontramos a Cristina, es un punto donde es bastante habitual para quedar, similar al km 0 de la Puerta del Sol en Madrid. Con la alegría de conocer a Cristina y nuestro primer paseo terminamos este primer post. En el siguiente tendremos todo lo que pasamos en este primer día en Varsovia, los primeros días son los mejores por que todo es nuevo y va descubriendo uno muchas cosas.

Aeropuerto Chopin de Varsovia



Hotel Sheraton Warsaw



Hotel Sheraton Warsaw



Hotel Sheraton Warsaw



Plac Trzech Krzyży



Palmera de Nowy Swiat



Warsaw, tema de Joy Division que sirve de BSO para la ciudad.




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