viernes, 31 de diciembre de 2010

Kiitos Helsinki. Día 4.

El domingo 9 de Agosto como buen domingo que se precie y que es el día del Señor nos levantamos a las mil tras el reventón que llevábamos de hacer cosas por la ciudad. Decidimos que íbamos a pasear por el Senaatintori que es la Plaza del Senado en Helsinki, lo teníamos muy cerca y habíamos pasado varias veces por el sitio y queríamos verlo en profundidad. Esta Plaza es la más turística de la ciudad, hay una estatua de Aleksander II que fue el rey que logró la autonomía de Rusia para Finlandia. La Plaza obra del arquitecto Carl Ludvig Engel es una réplica en pequeño de la que hay en San Petersburgo, en el centro está la Iglesia Luterana de San Nicolás que tiene la característica que se puede visitar su cripta, incluso tienes una cafetería en dicha cripta. A un lado de la Iglesia está el edificio de la Universidad y la biblioteca, al otro lado está la casa del Primer Ministro. Una plaza para sentarse en un día de sol y respirar tranquilamente pensando las películas que se hicieron allí como Reds de Warren Beaty o ya la mencionada Night on earth de Jarmusch.

Bajando por la calle Katariinankatu donde está la única cabina de teléfonos que existe en el país, fuimos a dar un paseo de domingo por la Norra Esplanaden para ver el ambiente, esta avenida ya forma parte del Design District y entramos en algunas tiendas para hacer unas compras, yo recuerdo que compré un par de mantas chiquititas de renos y algún recuerdo más, además había una tienda que sería la delicia para cualquier niño, todo el año en la tienda es Navidad y es super bonita con esa decoración navideña, que al contrario que en España, no es nada recargada. Había muchos Santa Claus, elfos, una música tranquila que te relajaba y no el típico villancico taladradoso que al final acabas hasta las narices de él.

Como la noche anterior no pudimos ir al restaurante asiático nos íbamos a desquitar para comer este domingo, el sitio en cuestión se llama Wrong situado en Yyliopistokatu 5, cuya web dejo por aquí Restaurante asiático Wrong. Un sitio así moderniki de comida japonesa donde te preparan el plato al instante y ves como te lo hacen. Además su especialidad son los noodles que a mí me encantan. Tras comer muy tranquilamente nos dirigimos a Aleksanterinkatu para coger el tranvía e ir al apartamento, en dicho tranvía coincidimos con una chica finlandesa que se puso a hablar con nosotros y nos contaba que a la semana siguiente se iba de vacaciones a Torrevieja y le parecía raro que viniesen españoles por aquí de vacaciones. Al pasar cerca de la Plaza del Mercado le preguntamos que si el barco gigante de la línea Slija Line que estábamos viendo en la terminal del puerto era el que iba a Tallin y cual fue nuestra sorpresa que nos dijo que no, que ese barco tenía destino Estocolmo. Al día siguiente teníamos comprados los billetes para ir a Tallin, así que nos entraron dudas y fuimos a la terminal que está al final de Eteleranta para preguntar donde teníamos que coger el barco y estábamos completamente equivocados donde lo teníamos que coger, era en otra terminal del puerto de Helsinki que estaba en la otra punta de la ciudad. Menos mal que vimos a esa chica en el tranvía y se nos ocurrió ir a preguntar desde donde salía el barco, porque sino al día siguiente no hubiésemos llegado a zarpar en nuestro barco.

Una vez aclaradas nuestras dudas fuimos dando un paseo por la Plaza del Mercado, para la tarde del domingo no teníamos plan, cogeríamos la sauna y descansaríamos un poco. Habíamos hablado con Tuomas que si el domingo le apetecía podríamos ir a su cabaña en el lago que tiene fuera de Helsinki, pero que si estaba cansado por la despedida de soltero que no se preocupará, que ya lo haríamos en otro momento. Pues cuando ya estábamos llegando al apartamento nos llamó y nos preguntó que si nos apetecía ir para allá, que como lo veíamos. Por nuestra parte no había ningún problema, sólo le decía que si estaba cansado que lo dejase, pero al final se animó y dijo que sí, que hacíamos la excursión y así teníamos un plan alternativo para la tarde del domingo, también iba a llamar a Anna-Kaisa que creo que estaba de camino desde Tampere y podríamos cenar los cuatro juntos en su cabaña.

Una hora después Tuomas nos recogía puntualmente, como son ellos, en la puerta del Stay At Senate, hubo una cosa que me pareció muy curiosa porque a la salida de la ciudad por la zona que nos encontrábamos hay un poco más de tráfico y para Tuomas aquello le parecía un atasco, cosa que eso en Madrid no es nada, porque tampoco es que hubiese muchos coches, en la calle que vivo yo en Madrid pasan muchísimos más coches. Al final el plan quedó en que íbamos a la cabaña esa tarde-noche pero no nos quedábamos a dormir, ya que, Tuomas nos invitaba a pasar la noche, pero le dijimos que como al día siguiente nos íbamos a Tallin habría que madrugar mucho para coger el barco y que él que encima no trabajaba ese lunes, pues no queríamos hacerle madrugar para llevarnos a Helsinki de vuelta.

De nuevo en el coche de Tuomas al igual que el viernes cuando fuimos a Porvoo salimos a los bosques que hay al lado de Helsinki, nunca deja de impresionarte como cambia el paisaje en apenas 3 km, pasas de estar en todo el centro de la ciudad a un gran bosque lleno de madera y de casas alejadas de toda civilización. Los finlandeses tienen un gran vínculo con la naturaleza y en muchas de las casas ni siquiera hay agua potable ni electricidad, quieren vivir la experiencia con la naturaleza lo más cercana posible, nosotros ahora íbamos a probar algo parecido. Hicimos una parada en un mall gigante que hay de camino hasta la cabaña para comprar la cena. Compramos vegetales para hacer una ensalada y un lomo de salmón que tenía muy buena pinta, Tuomas se encargaría de asarlo a la brasa. Carnes no compramos porque nuestro amigo es vegetariano y no come carnes, pescados sí.

Tras prácticamente una hora de camino y metiéndonos por caminos aislados de todo y algunos sin asfaltar, llegamos por fin a la cabaña de Tuomas. Esta es la parte que más me va a costar escribir, porque es muy difícil describir lo bonito y podría decirse mágico que era aquel lugar. Una cabaña de madera, un embarcadero y enfrente un lago precioso donde no hay persona en el mundo que no quiera quedarse a vivir allí para siempre. Luego pondré las fotos y veréis lo bonito que era el lugar. Anna-Kaisa ya había llegado a la cabaña, pero no estaba, se había ido por el bosque a buscar setas y así las haríamos para la cena. Mientras tanto Tuomas sacaba un poco de agua del pozo que tenía la casa para preparar la cena y taló unos troncos para calentar la sauna, porque la casa tenía sauna pero era la tradicional, sin electricidad. En principio a nosotros no nos dejaban hacer nada y Tuomas nos dijo que cuando se calentase la sauna pues que nos metiéramos nosotros y nos bañamos en el lago. Mientras él iba preparando el salmón en una especie de tabla para ponerlo junto al fuego que había hecho. En estas llegó Anna-Kaisa y compartimos una cena al atardecer en el embarcadero, mientras mirábamos a una familia de patos que estaba cerca de nosotros y que Tuomas nos explicó que iban todos los años por allí, que ya los tenían familiarizados. Ya que no habíamos dado ni palo, nos ofrecimos a limpiar nosotros para dejar la casa lo más ordenada posible, mientras nuestros amigos disfrutaban ellos de la sauna. Me enseño la planta de arriba de la casa y tenían palos de hockey para en invierno cuando se congelase el lago jugaban al hockey sobre hielo, se ofrecieron también a sacar el barquito por si queríamos navegar un rato sobre el lago. La decoración de la cabaña era también muy bonita, con muebles y utilitarios antiguos, te sentías como el abuelo de Heidi.

Siempre recordaré esa tarde de Agosto en Finlandia y todo se lo tenemos que agradecer a Tuomas, fue muy generoso con nosotros, antes de irnos le dimos un regalo en forma de botella de ron añejo que habíamos comprado en el duty free del aeropuerto, un pequeño detalle por todo lo que había hecho por nosotros. A la vuelta en el coche hablábamos de música y cine, recuerdo nuestro gusto compartido por el grupo sueco The Hives y de la película de Werner Herzog 'Grizzly Man'. Olga estaba encantada de haber descubierto ese pequeño paraíso y se llevaba muy bien con Anna-Kaisa. Llegamos un poco tarde a Helsinki pero mereció la pena y fue una experiencia que uno siempre quiere repetir. No sería la última vez que vimos a nuestros amigos en Finlandia, hablamos de quedar una vez más antes de que nos fuéramos para despedirnos. Nos habían hecho pasar unos días inolvidables y recuerdo que el chaval nos dijo, además de ver lo que todo el mundo ve de este país yo quiero enseñaros algo más y así estáis un poco más cerca de lo que es la vida cotidiana de aquí. Me encantó que lo dijera porque es justo lo que me gusta hacer en las vacaciones, ir a un sitio desconocido y ser como uno más de allí en la medida de lo posible, compartir unos días con un pueblo diferente.

La luna sobre Kauppiaankatu estaba bajando y quedaban pocas horas para el madrugón que nos teníamos que dar para nuestro próximo destino, haríamos una excursión de un día a Tallin. Los finlandeses dicen que Tallin sí que es una ciudad con muchas cosas para ver, al contrario que Helsinki donde para ellos no hay nada. Además van mucho por allí, el alcohol es mucho más barato en Estonia. Pero todo esto lo detallaremos en la siguiente entrega. Con una sensación de relajación infinita me dormí con el sonido un tanto desagradable de las gaviotas del puerto.



Senaatintori. Plaza del Senado.



Edificio de la Universidad. Biblioteca nacional.



Vistas desde la Catedral de San Nicolás.



Cripta de la Catedral.



Cabaña de Tuomas en el lago.



Embarcadero y Lago.



Lago.



Otra casita en el lago.



Atardeciendo en el Lago.



Preparación finlandesa de salmón a la brasa.



La cena estaba lista.



Anna y Tuomas, gracias amigos!!!



Anocheciendo en el Lago, como una aurora boreal.


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jueves, 30 de diciembre de 2010

Kiitos Helsinki. Día 3.

El sábado 8 de Agosto fue un día largo y de mucho turismo, además amanecimos bastante tarde debido a la juerga del viernes por Annankatu y como hacia sol aprovechamos para ver una de las partes turísticas de Helsinki, la zona norte y llegar hasta donde más lejos nos fuimos de la ciudad, hasta el parque Sibelius. Salimos de nuestro hotel en Kauppiaankatu con dirección de nuevo a la plaza del Mercado y allí cogeríamos el tranvía 3T en Eteleranta hasta la iglesia de la roca, que en finés es Temppeliaukion kirkko.

Temppeliaukion kirkko es una iglesia luterana muy especial, construida en el año 1969, es una hendidura sobre la piedra, de hecho se usó dinamita para hacer la hendidura y conformar una bóveda que luego se acristaló y recibe la iluminación de luz natural dentro de la iglesia, su acústica es impresionante, de hecho dicen que es de las mejores del mundo para dar un concierto. Está situada en Lutherinkatu que ya forma parque del distrito de Töölö, que es el distrito que conocimos este día. Al llegar a la iglesia tras subir una cuesta bastante empinada, nos encontramos una boda que acababa de terminar. Como no, y esto es "typical spanish" había varios españoles merodeando por allí y no se oía nada más que gritos de "Vivan los novios", mientras los invitados finlandeses simplemente sonreían con caras de sorpresa ante el bullicio y algarabía hispánica, por qué siempre tendremos que dar la nota?? Al terminar de irse los invitados de la boda, pudimos pasar dentro de la Iglesia y es muy bonita y recomendable ver, lástima que sólo nos dejaran unos 10 minutos de estancia porque luego se iba a celebrar otra boda, pero nos dio tiempo a echar unas fotos y admirar esta impresionante construcción.

Una vez que salimos del Temppeliaukion decidimos dar una vuelta por el barrio con el mapa en mano, el objetivo era llegar hasta Mannerheimintie para ir descubriendo la zona norte y salir un poco de lo que es la parte central de la ciudad. Como os podéis imaginar si ya habéis leído las demás entradas, si en el centro ya hay poca gente, por este distrito es que ya prácticamente no pasa nadie, hay muchas casas pero por aquí te encuentras más bloques de pisos, parecía como una zona residencial pero de puertas abiertas y en plena ciudad, en Helsinki no existe el concepto de caos o tumulto, así que, en esta zona la tranquilidad y el silencio eran unas constantes, sólo pertubada de vez en cuando por el sonido de los múltiples tranvías que pasan por Mannerheimintie. Se estaba haciendo ya tarde porque nos habíamos levantado a las mil y al lado del Parlamento de Finlandia encontramos otro de los sitios que llevaba apuntado en mis hojas. No puedo comentar mucho del Eduskunta (Parlamento), es una gran construcción que emula mucho a las construcciones imperiales que hacían los nazis para demostrar su poderío, me parece que los finlandeses no están muy orgullosos de su parlamento.

Justo al lado de Eduskunta como he dicho anteriormente paramos a comer en el Happy Jazz Club Storyville, situado en Museokatu 8, este es uno de los garitos de Jazz más prestigiosos del mundo y han pasado por el grandes estrellas, es toda una referencia para el mundo del Jazz y cuando lo vi sentí una enorme alegría poder parar a comer en su terraza, no tenían gran cosa porque era comida americana pero me sentía orgulloso de haber llegado hasta él. En total, 3 mesas ocupábamos toda la terraza del Storyville y tenían un pequeño escenario que lo usarían para actuaciones por la noche, aprovechaban un poco que era verano para hacer actuaciones al aire libre. Por si alguien se quiere unirse a su grupo en facebook dejo el link Club Storyville. Pegando al club de Jazz admiramos unos instantes el Museo Finlandia para luego convertir en nuestro compañero fiel el tranvía 4T.

A través de este tranvía por Mannerheimintie hicimos varias paradas. La primera de ellas fue en el edifico de la Ópera Ooppera, un ejemplo de arquitectura finlandesa que me pareció bastante feo, el inspirador fue el gran Alvar Aalto que ha jugado un papel fundamental dentro del diseño del siglo XX. Lo más curioso es que vimos a la entrada de la Ooppera los cepillos que ponen en todas las entradas para que el público se limpie la nieve de los zapatos y así no mojar el suelo del edificio. De nuevo en nuestro 4T fuimos hasta el complejo deportivo que se construyó en Helsinki para las Olimpiadas del año 1952 en la ciudad. Tenía también muchas ganas de llegar hasta allí, porque el estadio olímpico de Helsinki es muy famoso, allí se han batido grandes récords y quería homenajear al mejor deportista finlandés de todos los tiempos, el formidable Paavo Nurmi, que fue quien portó la antorcha en la ceremonia de inaguración de estos JJOO. Pongo el enlace de una pequeña biografía suya de la wikipedia Paavo Nurmi . Hasta ahora es el atleta que más medallas olímpicas ha conseguido. En la entrada del estadio hay una estatua de su figura y por detrás del estadio de atletismo está el estadio de fútbol del club de la ciudad, el Helsingfors. Arriba en la torre se puede tomar uno un café.

Ahora ya andando porque estábamos bastante cerca, desfilamos por Sibeliuksenkatu para llegar a uno de los sitios más bonitos de la excursión, el parque Sibelius, en finés Sibeliuksenpuisto, un parque que eso en principio no tiene nada de especial, árboles, gente corriendo, etc... Pero en este tenemos el órgano del genial músico Jean Sibelius, una estatua gigante llena de tubos como los órganos de una iglesia donde el viento del parque los atraviesa y se supone que el viento se convierte en música, cosa que una vez que estuvimos allí no escuchamos. Eso sí, el monumento es muy bonito y merece la pena verlo. Además había una sorpresa porque detrás del monumento encontramos uno de los sitios más bonitos de Helsinki, el Mericantovägen. Un lago gigantesco dentro del parque Sibeliuksenpuisto que parecía que llegabas al fin del mundo, como si ya no hubiese más Helsinki. El sitio es precioso y recomiendo a todo el mundo que lo vea, al lado de la orilla había una casita de madera que era una cafetería que tiene pinta así de hippie. En ella pides tu consumición, que nosotros pedimos café y zumo, y te sientas a ver la orilla del lago, en pocos momentos de mi vida que recuerdo he sentido tal paz y tranquilidad como en el lago de este parque.

Teníamos que deshacer el camino recorrido porque ya habíamos llegado al extremo norte de la ciudad y lo siguiente era autopista. Nos dirigimos a la parada del tranvía 4,4T y antes de llegar al centro paramos para ver el lago más importante de la ciudad, el lago Töölö. También es muy bonito, aunque no comparable con el otro, había más gente, en barquita lo podías cruzar, enfrente había unas casas impresionantes, supongo que serán de personas de las más acaudaladas de la ciudad. Recuerdo unos bonitos jardines y mucha vegetación. Además a la salida del parque te encuentras otro monumento bandera de este país, es la Casa Finlandia, otro edificio de diseño que inspiró Aalto que no me gustó tampoco nada, fue una pequeña decepción con Aalto que luego se solucionó en nuestro último día por Helsinki.

Hasta ahí nuestro día turístico por la ciudad, ya habíamos visto muchas cosas y vivido grandes momentos, nos dirigimos al hotel para descansar y como no, reservamos la sauna, es un vicio que cuando lo tienes, no puedes dejarlo escapar y durante una hora nos relajamos con el calor. Luego subimos al apartamento a descansar durante un buen rato y prepararnos para la juerga del sábado noche. Cogimos nuestro tranvía 4T y fuimos por Aleksanterinkatu, teníamos pensado ir a un restaurante asiático que estaba al lado del Ice Bar, pero cual fue nuestra sorpresa que por las noches estaba cerrado, así que lo tendríamos que dejar para otro momento. Había que improvisar y por la calle principal de las compras hay una pequeña callecita como cerrada que está llena de restaurantes. No estoy muy seguro del nombre del sitio pero era una pizzeria, creo que era el Ravintola Raffaello, que Ravintola es otra palabra que aprendí del finés, significa Restaurante. En la pizzeria cenamos muy bien, a Olga le hizo especial ilusión porque tenían menús sin lactosa, otros sin gluten y te lo especificaba todo muy bien, allí estaba encantada porque en los restaurantes tenían una especial sensibilidad con las personas que tienen alergias a ciertos alimentos, cosa que me parece perfecto.

Tras la agradable cena en Raffaello fuimos a tomar un cocktail por la zona de Yliopistokatu que es donde está el Ice Bar, ya habíamos apuntado la zona como que era una zona de juerga y había que probarla, entramos en el Lime. Otro de los bares de Helsinki que recomienda la guía de los mejores bares del mundo Lime Bar y brindamos con un buen copazo, estaba petao pero todo el mundo tenía su mesa y estaba sentado. Después intentamos pasar al Redrum, que es un sitio donde pinchan DJ's y que me quedé con las ganas de ir porque siempre lo encontraba cerrado, dejo su web aquí Redrum Helsinki.

Optamos por pasear un poco porque no nos apetecía tanta copa como la noche anterior y fuimos por la calle Glogatan para llegar a Aleksanterinkatu y posteriormente subir para ver Kamppi. Por el Lasipalatsi nos tomamos algo y pasamos por la puerta del Tavastia Klubi pero esta vez no entramos, había mucha gente y no con pintas muy recomendables, lo dejaríamos para otro día. A pesar de ser sábado como siempre nos pasaba no veías mucha gente, ves un poco más y realmente creía que eran más ruidosos cuando se ponen borrachos pero es que tampoco hagan excesivo ruido y la monten, en eso son diferentes a sus vecinos escandinavos.

Estábamos bastante cansados entre el tute que nos habíamos dado el viernes y el sábado, nos disponíamos a ir a casa por la Norra Esplanaden pero hicimos una última parada que fue la mejor de la noche, porque al final de la avenida está el Svenska Teatern i Helsingfors Web del teatro, un teatro con restaurante y terraza que es una maravilla de sitio, era tan pijo que pensábamos que incluso a lo mejor teníamos algún problema en la entrada, pero que va, nos dejaron pasar y luego es que encima los precios no fueron caros, esa fue otra sorpresa en Finlandia, las cosas no eran tan caras como yo creía, cierto que te meten un montón de impuestos pero es un nivel de precios parecidos a Madrid. Había un ambiente estupendo en el Teatern y lo pasamos estupendamente tomando la última allí, prácticamente enfrente está el Hotel Kämp, por allí enfilamos hasta la Plaza del Mercado para volver a casa, de nuevo encontramos varias bodas que estaban terminando y varios borrachos merodeando por la Norra Esplanaden. Habíamos pasado un fin de semana estupendo que tendría su cumbre al día siguiente con el plan que nos aguardaba. Pero eso será en la próxima entrega, ahora tocaba ver la luna encima del edificio postal portuario donde ya habíamos echado nuestra carta a Santa Claus.



Un pequeño amigo finlandés saliendo del Temppeliaukion.



Temppeliaukion kirkko. Iglesia de la roca.



Temppeliaukion kirkko. Iglesia de la roca.



Eduskunta. Parlamento de Finlandia.



Happy Jazz Club Storyville.



Museo Finlandia.



Para limpiarse los zapatos antes de entrar a la Ooppera.



Estadio Olímpico de Helsinki.



Jean Sibelius.



Sibeliuksenpuisto.



Sibeliuksenpuisto.



Mericantovägen.



Lago Töölö.



Casa Finlandia.



Los abrazos rotos en Kamppi.



Svenska Teatern.

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Kiitos Helsinki. Día 2.

El viernes 7 de Agosto nos levantamos un poco antes, como dije en el anterior post habíamos quedado con Tuomas para hacer una excursión a un pueblo cerca de Helsinki que se llama Porvoo. El chaval aceptó encantado de la vida a llevarnos en su coche hasta allí y podríamos comer por el pueblo. Sobre las 11 a.m. quedamos y el pobre se retrasó un poco porque la noche antes se había acostado bastante tarde, pero vamos, no tardó apenas nada y nos recogió en la puerta del hotel. Además cuando llegaba la hora de quedar nos avisó por teléfono que iba a tardar un poco más. Es increíble lo legales y educados que son esta gente.

Al salir de Helsinki nos encontramos una nueva sensación, porque la ciudad es pequeña y bonita, pero en cuanto te alejas apenas 3 km. del área metropolitana enseguida te encuentras con unos bosques gigantescos, llenos de madera, todo muy verde, como que están viviendo al lado del campo. Es una sensación cierta porque están al lado de los bosques y nos comentó Tuomas que la mayoría de la gente de la ciudad tiene su segunda residencia en el bosque y que desconectan del mundo en su segunda casa, además que el terreno no es de nadie, tu puedes llegar allí y plantar tu casa, nadie te va a decir nada, eso hasta hace poco, ahora ya está regulado. Desde pequeños les enseñan cosas relacionadas con la naturaleza, buscar setas, talar madera, encender una hoguera, la verdad es que eran muy apañados. Tras unos 30-40 minutos de coche con el Ipod de Tuomas a todo ritmo, que por cierto, tenemos gustos musicales bastante parecidos, llegamos a Porvoo.

Este municipio Porvoo es muy conocido en el país porque es la segunda ciudad más antigua de Finlandia, está después de la antigua capital del país que fue Turku. Es un pueblo que al llegar tiene un enorme canal y enfrente están las casitas de madera, el casco histórico es de la Edad Media y arriba del todo se sitúa una pequeña iglesia protestante. Tuomas nos comentó que en esta ciudad había más suecos que normalmente hay en cualquier pueblo finlandés. De hecho mirando en Internet hay un 33% de suecoparlantes en Porvoo. El sitio es muy bonito, está bien verlo si vas varios días de vacaciones a Helsinki como fue nuestro caso. Tenían un pequeño mercadillo en una plazoleta con básicamente piezas de artesanía y por el casco histórico había muchas tiendas que trabajaban la madera, todo muy artesanal.

Prácticamente con la vuelta que dimos por el pueblo y con la lluvia que nos sorprendió de repente llegó la hora de comer y una vez más nos encomendamos a Tuomas, nos dijo que en pleno centro hay un restaurante que la especialidad eran los caracoles y mucha gracia en principio no nos hizo, al ver nuestras caras también dijo que hay un buffet donde te sirves lo que quieres, así que aceptamos a ir al Timbaali. Un sitio precioso tanto por dentro como por fuera. Por dentro era una casa antigua que te crees que en la planta de arriba está Andersen escribiendo un cuento y la parte de la terraza era todo de madera y rodeado de esculturas y verde. Como había parado de llover optamos por estar en la terraza, dentro pasabas a servirte y fuera tenías la mesa. Comimos de casi todo, sopa, pasta, salmón y pasamos un rato muy agradable, menos mal que la terraza era cubierta porque luego cayó un buen chaparrón que apenas duró 5 minutos. Recuerdo que un viejo de una mesa de al lado me decía, tranquilo, si esto va a durar muy poco rato. El detalle de Tuomas vino al pagar la cuenta, le explicaba en finés a la camarera que hiciera dos cuentas independientes y le preguntamos que estaba diciendo. Por supuesto nos negamos a pagar por separado y dijimos que nosotros pagábamos la comida porque bastante favor nos hacia con llevarnos hasta allí y enseñarnos el lugar.

Tuomas nos dijo que si queríamos ver algo más del pueblo, pero como el tiempo estaba bastante revuelto y tampoco se veía mucho más fuimos hacia el coche y mientras hicimos algunas fotos del canal, este chaval tiene una buena cámara y hace unas fotos estupendas. Por si queréis ver alguno de sus trabajos os dejo esta web Portafotos de Tuomas. También dimos la última vuelta por Porvoo con su coche y nos volvimos para Helsinki, nuestro amigo había quedado para jugar al tenis y hubo suerte porque salió el sol a la vuelta. El fin de semana no podíamos hacer planes con él porque tenía una despedida de soltero fuera de Helsinki, nos dijo que habían hecho una canción y todo para la despedida. Nos dejó de nuevo en la puerta del hotel, no sin antes, darnos un pequeño regalo que era el CD de su grupo musical Picture of a Girl que recomiendo su escucha. Tuomas toca el teclado y voy a dejar unos cuantos enlaces para contactar con ellos. Su último EP se puede comprar en iTunes.

Web del grupo Picture of a Girl.

Myspace del grupo.

Videoclip de la canción Wonder Man realizado por Tuomas.

Ya sin Tuomas no pudimos aguantar más la tentación y reservamos la sauna del hotel por una hora. Teníamos que probarlo y este invento finlandés es estupendo. Al principio andábamos un poco perdidos, no sabíamos abrir la sauna, encenderla para poner la electricidad, etc... Pero pronto nos hicimos con ella. A Olga le sorprendió mucho el hecho de echar agua sobre las piedras de la sauna que condensaba mucho más calor y se convertía ya en un poco agobiante el ambiente. Para nosotros que no estamos acostumbrados a la sauna, cuando llegas a los 80ºC entonces ya tienes que salirte al poco a darte una ducha fría. Recuerdo que Olga decía que ella quería una sauna en Madrid porque salió encantada de la experiencia, te deja la piel muy bien y además muy relajado, estaban siendo unas vacaciones estupendas.

Este viernes fue un día bastante especial dentro del viaje, se notaba en el ambiente que ya era fin de semana y nos preparamos después de la sauna para pasar nuestra primera noche de juerga los dos solos por Helsinki. Primero anduvimos un poquito hacia la Plaza del Mercado y la suerte que tuvimos que estaban celebrando una exposición de coches antiguos y a mí me encantan los coches antiguos, paramos un rato a hacernos unas fotos, el ambiente era fenomenal, niños, mayores y gente de todo aspecto se juntaban en la Plaza a ver esos coches preciosos, me acuerdo de un Buick que era super bonito. Desde Eteleranta al lado de la estatua de Havis Amanda pillamos el tranvía más turístico de la ciudad que es el 3T para ir a nuestro restaurante a cenar.

Ya sabíamos casi perfectamente movernos en tranvía y fuimos hasta la parada de Kamppi para luego andando llegar por Annankatu al restaurante de comida lapona Lappi. Antes de pasar al restaurante comentar que merece la pena pasear por esta calle, pertenece ya al Design District de la ciudad. Fue una gran experiencia cenar aquella noche en el Lappi, el restaurante es entero de madera, tienen abundantes fotos de la aurora boreal y descubrimos como Santa Claus puede mandar cartas a los niños que tu quieras, la carta del menú estaba hasta en español (cuidan un montón los detalles). Para empezar la cena me bebí una lágrima de reno, que es un pelotazo de vodka, después llegó nuestra parrillada de carne para dos personas, que al loro, se componía de solomillo de reno, salchichas de gamo y carne de ciervo, todo esto regado con bayas y alguna que otra hierba. Estaba todo buenísimo y tenían hasta sus propias botellas de agua Lappi, el agua del Ártico. Fue una cena inolvidable, después además de esa sauna que hicimos por la tarde.

Terminada nuestra cena en el Lappi no tuvimos que ir muy lejos porque en la acera de enfrente de Annankatu había varios garitos que llevaba apuntados en mis papeles. Al primero que fuimos es el bar Loose, que dejo por aquí la web Bar Loose. Un sitio de garaje y rock and roll, posters de Iggy Pop y de un grupo que he visto un par de veces en España que son de Finlandia The Flaming Sideburns. Me encantaba el ambiente de ese bar, mucha gente llevaba vasos con leche y me preguntaba que era eso, luego Tuomas me dijo lo que era, es el White Russian, un cóctel a base de vodka, leche y licor de cafe (Kahlua principalmente). Bailamos un rato a ritmo de garaje y como había que salir a fumar fuera a la calle cambiamos de sitio, porque justo al lado se encuentra el A21, uno de los mejores bares del mundo, recomendado en A21 Cocktail Lounge , que es la web de los mejores bares del mundo. El sitio merece la pena aunque sea un poco más caro, sólo en este sitio pude beber ron añejo, se estaban celebrando varias bodas en el sitio y la clientela espectacular, enfrente de nosotros había unas modelos que yo creo que eran rusas. Muy bien montando el bar y no me extraña que esté entre los mejores.

Por mi afición al cine de Aki Kaurismaki en España descubrí por Internet que los hermanos, Aki y Mika, son propietarios de otro bar cerca de donde estábamos, el Dubrovnik que es de los bares más grandes de Helsinki con una sala de conciertos en la parte de abajo y arriba una sala de billares, al lado se encuentra uno de los bares más raros que he estado, el Moskova, tan raro que sino te gusta el vodka, allí no haces nada, resulta que en el bar no hay bebidas occidentales. Nos quedamos un rato en el Dubrovnik que había un concierto y pudimos coger un hueco cerca de las escaleras. Este complejo de bares todos agrupados se encuentra en Eerikinkatu. Para más información esta es su web. Moskova, Corona, Kino & Dubrovnik .

Estábamos pasando una gran noche que iba a ser coronada en la terraza de la torre más alta de la ciudad, en el ático del Hotel Torni tomamos la penúltima copa y así podíamos contemplar las vistas de un Helsinki de noche, desde arriba veías el gran ambiente de fin de semana que tiene la ciudad, máxime que encima hacia buen tiempo. Este es uno de los hoteles más famosos de la ciudad junto al Kamp y al Klaus K. Pudimos tomarnos nuestra copa justo antes de cerrar el lugar en la terraza al exterior y brindamos por la suerte que habíamos tenido. Me encanta subir a todas las grandes torres para observar las ciudades desde arriba. Si a alguien le apetece reservar, aquí puede Hotel Sokos Torni .

Se estaba haciendo tarde pero antes de irse para hotel, quería echar un vistazo cerca de allí al club más famoso de la ciudad, es el Tavastia Klubi situado en Urho Kekkonens, no se puede decir que fuera muy agradable mi primer contacto con el club, porque los porteros fue de lo poco amable que me encontré en la ciudad, además me obligaron a dejar el bolso en recepción, cuando a las chicas no les obligan. Ya aprendería para la próxima vez. El sitio está chulo pero a esas horas ya había terminado el concierto y quedaba poca gente. Pero eso no iba a estropear la noche y brindamos a ritmo de Lou Reed por el lado salvaje, me acuerdo perfectamente de escuchar ese tema en el Tavastia. Salimos de allí y la luna estaba encima de Kamppi y anduvimos hasta el hotel desviándonos de nuevo por el puerto. Daba mucha tranquilidad antes de irse a acostar pasar por allí, además fue muy gracioso porque en la Plaza del Mercado nos encontramos a una pareja de recién casados borrachos que ya ella iba hasta descalza, un buen final para un gran día.



Canal en Porvoo.



Casco histórico de Porvoo.



Mercadillo de Porvoo.



Terraza del Timbaali.



Feria de coches antiguos en la Plaza del Mercado.



Techo del restaurante de comida lapona. Lappi.



Moskova Bar.



Vistas de Helsinki desde la terraza del Hotel Sokos Torni.

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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Kiitos Helsinki. Día 1.

El jueves 6 de Agosto fue nuestro primer día completo en Helsinki, amanecimos bastante tarde porque a nosotros nos gustan los viajes de varios días a un sólo sitio y descubrirlo tranquilamente, en nuestra calle de Kauppiaankatu había un gran silencio solamente interrumpido por alguna gaviota del puerto. De nuevo al salir a la calle ves que hay muy poca gente, apenas hay coches circulando, alguna bicicleta merodeando por allí y el tranvía con apenas gente dentro.

Nos encaminamos al edificio que más cerca teníamos de casa que es la Catedral de Uspenski, la catedral ortodoxa de la ciudad, un bonito edificio de ladrillo rojo donde tiene once torres que simbolizan a los once apóstoles de la Biblia. Dimos una vuelta por allí porque la catedral está en una colina en lo alto y se divisaban unas bonitas vista de la ciudad. Como ya era un poco tarde debido a nuestra pereza inicial nos fuimos directamente al Mercado del Puerto para ver que había por allí y ver si podíamos comer. El Mercado es muy pequeñito, de hecho el mercado de mi pueblo es más grande que el de la capital de este país, pero a su vez era encantador, vendían varios productos procedentes de Laponia como pieles, sombreros, lapices hechos a base de cuerno de reno, productos artesanos, fruta y por suerte había varios puestos de comida donde te servían principalmente pescado y tenías unos bancos donde podías ir con tu plato y comer directamente allí. Había mucho salmón, pescadito, calamares y varias cosas para acompañarlo como patatas, arroz o pasta. Así que nos quedamos allí a comer tranquilamente y al lado nuestro había una pareja española ya mayores que no sería la única vez que nos encontramos, posteriormente los veríamos en otro país.

También para los días de invierno el mercado tiene cafeterías cubiertas que se encuentran a 18ºC y así poder tomar algo calentito, obviamente ese día no estaban cubiertas porque contrariamente a lo que pensábamos en Helsinki hacia un día perfecto de verano, creía que íbamos a pasar mucho más frío en esta ciudad y fue una sorpresa comprobar que se está más bien muy a gusto con temperaturas rodando los 20-25ºC que no es el calor peninsular agobiante. Como vimos la noche anterior pero sin puestos del mercado fuimos a la estatua de Havis Amanda que es donde se encuentra el stand de información turística de la ciudad y cogimos unos cuantos mapas. Esta vez no teníamos recepción en el hotel y nadie nos podía ayudar para nuestras dudas. Además en el kiosko compramos un abono transporte para el tranvía y bus por 5 días. Estábamos en una de las calles principales de la ciudad que en sueco es Norra Esplanaden y en finés Pohjoisesplanadi, como podéis leer es super complicado este idioma. Esta explanada tiene un parquecito donde hay una casa de música y los viejos esperaban su concierto de la tarde, había calesas para dar un paseo por la ciudad y por fin encontramos un poco más gente, porque seguía con la extraña sensación de que allí vive muy poca gente.

De hecho había a un lado del parque un gran tumulto de gente, en concreto en la puerta del hotel más famoso de todo Finlandia, el Hotel Kämp. Algo se movía por allí y fuimos a mirar. Resulta que ese día tocaba Madonna en Helsinki, vimos su coche de cuando salía del hotel para ir al concierto. Hay que mencionar el hotel Kämp porque es un sitio precioso, con clase. En la Segunda Guerra fue un punto de encuentro para conspiraciones y diversas tácticas del ejercito nazi. Por ahí nos desviamos por Mikonkatu para llegar a la calle principal de la ciudad, la calle de las compras, Aleksanterinkatu, al ser principal es una calle bastante amplia y grande que en el final se encuentran los almacenes Stockmann que es como el Corte Inglés de aquí, había muchas tiendas de ropa y franquicias como Zara. Una particularidad de esta calle es que nunca vas a ver nieve en ella porque por debajo tiene cañerías con agua caliente para evitar la congelación de esta vía. Justo al lado de los almacenes Stockmann está el Monumento a los trabajadores. Aleksanterinkatu es el equivalente a la Gran Vía madrileña pero no tenía nada que ver, no hay casi coches, algunas personas en bici y el bullicio era inexistente. Me estaba resultando una sorpresa esta ciudad.

Con nuestro mapa de la casa de turismo vimos que estábamos al lado de la estación central de tren Rautatientori, así que habíamos completado el trayecto que la noche antes hicimos en taxi pero está vez andando, como se puede comprobar es una ciudad muy cómoda para moverse. Nos dimos una vuelta por la estación para verla por dentro, es un edificio bastante nuevo y digno de ver. Enfrente hay un teatro y un museo y descubrimos varios bares por la zona que nos dio la pista que por ahí alguna noche tendríamos que salir. Por casualidad nos topamos con el único Ice Bar que existe en la ciudad, está en el restaurante español Bodega situado en Yliopistonkatu. Así que como no teníamos nada mejor que hacer a esa hora probamos la experiencia, era bastante pequeñito y entramos con unos ingleses. Me decepcionó bastante porque el de Reyjkavík es bastante más grande. Pero bueno, nos tomamos unos vodkas con zumo que para las 5 de la tarde está bien jejeje...

Al salir del bar le mandé un SMS a Tuomas porque habíamos hablado por email de quedar por allí cuando llegásemos y enseguida me llamó por teléfono para hablar y quedar por la ciudad. Pronto iba a salir de trabajar y había quedado con Anna y sus amigos, así que nos invitaba a venirse con nosotros y encantados aceptamos la invitación. Como todavía quedaba una hora para quedar con ellos, cogimos el tranvía 4 hacia Katajanokka para descansar un rato en el hotel, ahí descubrimos que en la TV pública ponen la serie 'Los Serrano' por las tardes. Nuestro punto de encuentro fue la estación central Rautatientori y fue fácil vernos a pesar de no conocernos, como llevo diciendo en el viaje, no hay mucha gente. Además que podría haber sido un poco complicado porque Tuomas es rubio como la gente de por allí, aunque era más fácil conocernos a nosotros.

Tras la presentación Tuomas nos comentó el plan, primero iríamos al Lasipalatsi que es la zona que se conoce como el Palacio de Hielo, al lado de otra de las zonas más comerciales de Helsinki y que pasamos luego mucho por allí, es Kamppi. En una gran explanada donde no hay nada de tráfico había muchas mesas puestas en plan picnic al exterior y gente bebiendo cerveza, charlando animadamente y con música. Tuomas nos presentó a sus amigos y a Anna-Kaisa y en todos había una pregunta en común, porque nos dio por viajar a Helsinki, ellos como que no entendían que alguien vaya de vacaciones a esta ciudad, si para ellos no hay casi nada. Yo les decía que me interesa la cultura escandinava y que al ser un sitio pequeño me encantaba, era fácil moverse y que no habrá tantos eventos como en Madrid pero siempre hay algo que hacer. Además me daba igual que no hubiese muchos monumentos históricos, lo que importaba era el conjunto de la ciudad y es muy bonita. Fue una pregunta constante durante las noches que salimos por Helsinki, ya que gente desconocida hablaba con nosotros en los bares y cuando nos preguntaban de donde veníamos, lo siguiente era preguntar porque habíamos elegido este país para viajar.

Pasamos un buen rato tomando cervezas con nuestros nuevos amigos finlandeses, hablábamos de Finlandia, de España, de música, algo de cine y Tuomas nos comentó que después iba a una fiesta que habían organizado unos amigos suyos de despedida de una amiga que se iba a Bruselas a trabajar y que estábamos invitados. Antes de marchar para dicha fiesta, bajamos al centro comercial subterráneo que hay en Kamppi y nos compramos nuestras bebidas para la fiesta y un presente para la despedida. Es curioso el concepto de esta gente para las fiestas, cada cual lleva su bebida y eso es sagrado. La fiesta era en un sitio de estos que no son nada turísticos, eso es algo que me gustaba mucho de Tuomas porque el estaba empeñado de enseñarnos sitios de su ciudad que no fueran los típicos y tener otra visión de Helsinki. A mi eso siempre me ha interesado. La localización era una antigua fábrica de gas cerca del barrio de Sornäinen. Para llegar hasta allí nos fuimos en metro y aquí tengo que hacer un inciso. El metro de Helsinki es inigualable, es imposible perderse, es una única línea con 7 estaciones. Como ya he comentado en más aspectos de la vida diaria de allí, como no, había también muy poca gente, ya quisiera yo ir así en Madrid. Fue nuestro único viaje en ese transporte, el tranvía te lleva a todos lados prácticamente.

Esta fábrica de gas donde nos encaminábamos nos comentó Tuomas varias cosas de ella, era un sitio abandonado, en sus paredes estaba permitido hacer graffitis y así los chavales podían pintar allí lo que les diese la gana y no estar haciendo pintadas por la ciudad. Al fin de semana siguiente se celebraba allí uno de los mejores festivales de música en cuanto Pop de Europa, el Flow Festival, que os dejo la web por aquí Flow Festival. Fue una pena no ir unos días después porque podría haber ido con Tuomas de conciertos por Helsinki, me acuerdo que el día que volvía para Madrid, tocaba en Helsinki el grupo alemán Krafwerk, todo un putadón. El sitio donde se celebraba la fiesta estaba muy bien, una casita de madera, decoración nórdica y los amigos de Tuomas que enseguida nos integraron al grupo. Uno de ellos me contó que había estado viviendo en Nicaragua, que le gustaba Aki Kaurismaki y se esforzaba por comunicarse con nosotros en español, lo nunca visto, eso en España es prácticamente inconcebible. Otro chaval muy majete y ya en inglés me contó que hizo el Erasmus en Berlín y conocía la discoteca Tresor. La verdad es que lo pasamos muy bien y deseamos suerte a la amiga de Tuomas en su estancia en Bruselas.

Anna-Kaisa se retiró pronto a casa porque tenía cosas por hacer y Tuomas continuó con nosotros porque él en verano trabajaba de Lunes a Jueves y para aprovechar que hace mejor tiempo cobraba algo menos y los Viernes no trabajaba. Nos llevó a otro sitio cerca de Sornäinen que estaba muy chulo, había que atravesar como una especie de puente para llegar a la puerta. Dentro coincidieron con él unos amigos suyos de México que vivían por el barrio. Fue muy curioso porque los mexicanos no sabían que Tuomas hablaba español, siempre hablaban en inglés entre ellos. Debido a mi mal inglés descubrieron el secreto de Tuomas. Hacia a la 1 a.m. optamos Olga y yo por retirarnos, quedamos con Tuomas que al día siguiente podríamos hacer una excursión por un pueblo cerca de Helsinki que decían que estaba muy bien, se llama Porvoo. Tuomas se quedó con sus colegas en el bar y nosotros tuvimos que buscar algún autobús que al menos nos acercará al centro, fue un rato un poco malo y menos mal que con Tuomas al darle la dirección del hotel memorice la extraña dirección del hotel, por eso nunca se me va a olvidar la calle Kauppiaankatu. Al final no hizo falta coger un taxi, pasó un bus.

Al llegar al centro y que estábamos sin cenar buscamos por la estación de tren algo de comer y se nos juntó que todo el mundo volvía del concierto de Madonna, así que nos tocó hacer cola para comprar unos perritos calientes en Aleksanterinkatu. Que ricos nos estuvieron esos perritos porque veníamos hambrientos. Después de la frugal cena decidimos andar hasta el hotel porque ya nos sabíamos el camino de memoria. Fue un buen paseo cerca del puerto, ya nos habíamos quitado la sensación a que todo era desconocido y pensaba que íbamos a pasar unos grandes días por allí. La luna estaba encima de la Catedral de Uspenski.



Catedral de Uspenski.



Vistas del Puerto desde la catedral de Uspenski.



Ayuntamiento de Helsinki.



Mercado del Puerto.



Puestos de comida en el Mercado.



Nuestra primera comida en el Mercado.



Norra Esplanaden.



Hotel Kämp.



Monumento a los trabajadores.



Aleksanterinkatu.



Bodega. Ice Bar.



Antigua fábrica de gas en Sornäinen.



Fiesta de despedida de Laura.

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