Desde Arkansas al Coño SUR - Capitulo I
Bueno como voy a aprovechar nuestro casi extinto Blog Inicial, para utilizarlo en un menester que le viene al pelo: como cuaderno de viaje. Esta vez el destino es un lejano país sudamericano: CHILE. Descubierta por un Extremeño (Pedro de Valdivia) esta pintoresca tierra al sur del globo, será la protagonista de varios capítulos donde intentare describir las cosas que mas llamaron la atención a mis viajeros ojos. Asin pues empecemos por el principio (como debe ser). Tras casi 14 horas de avión (con 4 horas menos que en España), aterrizamos en el aeropuerto de Santiago de Chile. Lo que primero sorprende (además del constante paisaje montaño-desertico que te acompaña la última hora de viaje), es las medidas de seguridad que llevan a cabo al entrar. Desde perros sueltos danzando por entre los equipajes y las cintas trasportadoras, hasta lo nunca visto: un escáner al salir por donde debes pasar TODOS los bultos que lleves. En fin, sales tras perder toda tu privacidad y una nube de pesetos hambrientos de pasajeros, te invaden literalmente. Te los kitas de en medio e intentas sacar algo de pesos chilenos pa empezar con buen pie. El cambio es jodido, pero puede aproximarse a 4000 pesos = 1000 pelas. Pos en los cajeros ties otra batalla. Resulta que aunke uses una tarjeta internacional, lo primero que debes hacer es identificarte como extranjero; despues de ello, ya operas normalmente. ¡Hala!, ya con pecuña freskita, nos encaminamos al hotel pa descansar un poco; un calor de cojones como nunca vi en Enero nos da la bienvenida. Los pesetos de 1970, sin aire y llenos de mierda, no hacen nada confortable el trayecto. Casitas bajas, construidas a principios de siglo, le dan un aspecto parecido al FarWest Yankee. Sin saber como se mantienen en pie las tiendas de comestibles, se entremezclan con las de ropa o las de cambio de dinero… La periferia (que es el 30%) me parece muy autentica y atrayente (aunque es un entorno de bastante pobreza). En fin Pilarin, tras pasar semáforos, esquivar el aluvión de autobuses que hay por la ciudad (sin exagerar mas del doble que en Madrid) y entrar en el núcleo metropolitano, llegamos a nuestro hotelito de 5 stars para meditar sobre nuestra existencia y prepararnos pa ir a trabajar en 3 horas…
Desde Arkansas al Coño Sur - Capitulo II
Aquí tenemos al Moñigon más internacional, con una nueva entrega de las aventuras por Chile. Hoy vamos a hablar de dos temas cruciales para entender la cultura chilena: el Pisco Sour y los Cafés con Piernas. Lo primero es una bebida que te ponen aki a todas horas y en todos los sitios donde entres. Viene a ser una especie de Pisco con Limón. El pisco es una bebida de machotes de unos 45º-50º, que puede beberse sola o rebajada. El pisco sour mas rico es una variante peruana con Lima y azucar. También se le puede acompañar con clara de huevo batida. Después del tercer Pisco Sour la vida se ve de otro color. Te lo tomas como aperitivo o como copa de postre. Otra bebida típica es la Vaina: con vermut blanco, vino tinto, cacao y yema de huevo. Mucho mas durillo que el PiscoS.
Gueno y el otro tema del día son los llamados Cafés con Piernas. Antaño lo bares chilenos con una barra sin pared (tipo mesa) eran llamados Cafés con piernas porque a las camareras se les podían ver los susodichos miembros. Hoy en día, aunque esa filosofía sigue existiendo en el 40% de las cafeterias de la capital, existen dos variantes mucho más 'sexuales':
- Cafés con piernas opacos: Los cristales son negros y son muy oscuros; solo se sirven cafés e infusiones; se caracterizan porque las camareras van semi-desnudas, aunque no van mas allá de esos.
- Cafés con piernas opacos sin barra: Estos cafés son similares a los anteriores, con la particularidad de que no tienen barra: hay mesas repartidas por el local y las chicas (aún mas ligeritas de ropa) 'interaccionan completamente' con los clientes. Las malas lenguas dicen que las camareras ocasionales en realidad son prostitutas.
Estos lugares fueron prohibidos hace unos años, aunque al final volvieron a aparecer mas restringidos de cara al público. Santiago de Chile, es una ciudad donde el negocio del sexo funciona muy bien y los garitos dedicados a este sector son muchos, variados y de fácil acceso….
http://www.chile.com/tpl/articulo/detalle/ver.tpl?cod_articulo=34003
http://www.nutricionyrecetas.com/recetas/bebidas/974.htm
Desde Arkansas al Coño Sur - Capitulo III
De nuevo en la brecha, el Moñigon que partió del centro mismo de la meseta, para trabajar entre montañas, va a contar hoy un nuevo e interesante aspecto de la vida chilena: La Playa. Vaya, vaya, que aquí si hay playa. Y mucha. En el norte del país, tenemos un enorme desierto (Atacama) y volcanes activos (Pucon); en el sur esta la helada Patagonia; y en medio una enorme zona costera. Esta zona tiene dos nombres propios: Valparaíso y Viña del Mar. La primera es una ciudad fundada por británicos, cuyo aire bohemio ha inspirado a más de un artista. Turísticamente es difícil de digerir y hay que estudiarla profundamente para llegar entender el porqué de su encanto. Como yo tiempo no tenía, me encontré con una ciudad de trazos pobres, muy antigua y sucia. Posteriormente, los lugareños me contaron que la ciudad esta montada sobre cerros y en cada uno de ellos hay ambientes muy distintos. Para acceder, hay que subir por unos ascensores que datan de 1900. Con ganas de saber más del sitio, pero sin tiempo para la investigación, dejamos a un lado la otrora colonia inglesa para irnos a un pueblecito al norte de Viña del Mar: Con-Con. Según el cartel de bienvenida, Con Con es la capital gastronómica de la 5ª región. Hago akin un inciso para comentar que Chile esta dividida en 13 regiones. De norte a sur, se numeran de la 1 a la 12; la zona de Santiago de Chile sería la 13 que recibe el nombre de región Metropolitana. Pos eso, que llegamos a ConCon dispuestos a tomar un poquito de esa delicatessen que nos prometian; para no volver a errar, fuimos a la micro-oficina de turismo y preguntamos por el mejor restaurante de carne a la brasa (así sin titubeos): Edelweiss. Alli fuimos y nos metimos lo que viene siendo una Fondue de pura carne de vaca. Casi palmamos. Pero como hierba mala que somos, nos repusimos y nos piramos al siguiente destino: Viña del Mar. Y por qué Viña del Mar; fácil. La zona es riquísma en viñedos y esta pegadita al mar. La playa más famosa de Viña es Reñaca; dicha playa esta separada por 5 sectores de sur a norte. Y es el 5º el más concurrido. Desde las 10 de la mañana hasta la 7 de la tarde, aquello es un hervidero de publicidad, domingueros, turistas, deportistas… todo cabe en Reñaca. Sobre todo las/los promocionadores; las marcas se dedican a montar chiringos de todo tipo, en donde la idea predominante es una: poner los pibones y los cachitas más exuberantes de toda la playa. Os podéis imaginar el temita. Entre el calor del Manolo y las figuras que por allí se perciben, la cosa no puede estar más caldeada. A las 8 esto se keda vacio y lo mejor que puedes hacer es ir a echar unas partiditas al casino. La ruleta y el bingo son los dos platos más suculentos para los profanos del lugar. Si no pierdes mucha ‘guita’ y te tiras un buen rato jugando, puedes estar contento. Ese fue nuestro caso; tras perder 3mil pelas, nos fuimos tan contentitos a cenar a un alemán. Ahora quedaba la noche; lo mejor de Viña. Y entre lo mejor, los más pijales estaban en OVO. OVO es una discoteca más bien pequeña, situada en la segunda planta del casino. Por allí desfilaban todo tipo de personajes; desde el Mafia’s que tiene que haber en toda fiesta hasta las tías mas guapas Chile (y mas operadas y/o maqueadas). La música no estaba mal, la entrada, cara y la consumición reglamentaria fue lo único que nos mantuvo en ese antro. Cansados de todo el día volvimos a Santiago para pensar en nuestra nueva escapada Andina…
Valparaiso Chungo:
Peaso Fondue de Carne en ConCon:
Casino de Viña:
Reñaca Sector 5:
Black Hole Sun en la Playa de Viña:
Desde Arkansas al Coño Sur - Capitulo IV (especial)
Y entonces fue cuando lo conoci...
Desde Arkansas al Coño Sur - Capitulo V
Hoy vamos con el plato fuerte del viaje: Patagonia. Situada al sur del país, esta región es la más apreciada por los foráneos que visitan Chile. Cubre las regiones 11 y 12, y es un territorio prácticamente despoblado. Partimos desde Santiago con rumbo a la llamada Laguna de San Rafael. La única forma de llegar a ella es en barco desde puerto Chacabuco o Puerto Montt. Nosotros elegimos la primera opción por encontrarse más cercana a un aeropuerto. Así pues, nos encaminamos rumbo hacia Puerto Chacabuco en vuelo con escala en Puerto Montt. En algo más de 3 horas aterrizamos en Balmaceda desde donde un taxi nos llevaría a P.Chacabuco (150 km). En el trayecto, fuimos parando en sitios puntuales para ver paranoias turísticas del lugar. Como por ejemplo ¡la gruta de la Virgen de Lourdes! Bueno, una réplica cerca de una cascada que un puñado de fanáticos religiosos quería convertir en un santuario. Los paisajes eran espectaculares: bosques de la tundra mezclados con verdes montañas. En invierno aquello se convertía en un desierto nevado a -30º. En fin, tras hacer una breve parada en la capital de la 11ª Región (Coyhaique) llegamos al hotel ‘Loberias del Sur’ situado en el pueblo pesquero de Puerto Chacabuco. Bueno y este pueblo no tenía desperdicio llamarlo humilde es poco. Casas prefabricadas, caballos pastando por la calle, calzadas sin asfalto… Todo como si hubiera retrocedido en el tiempo 40 años. Aparte del olor a mojama podrida, el hotel estaba de puta madre. A las 8 de la mañana, salimos en un catamarán, rumbo a la laguna de San Rafael. Mas de 6 horas de viaje, a bordo de un navío moderno, equipado con todo lo necesario para hacer de la travesía una excursión tipo crucero: bailes, juegos, charlas, bar,… A lo largo del trayecto, pudimos ver la multitud de islas que forman la parte sur de Chile. Islas místicas, deshabitadas en su mayoría y que albergan leyendas de todo tipo: desde la Isla de los muertos donde solo se conservan las tumbas de 15 personas que nadie sabe de donde son hasta la Isla del Alemán errante, donde vivía un ermitaño que podía haber sido un nazi. Espectacular paisaje repleto de verdes montañas en medio del mar. Como culminación, a media tarde, llegamos al glaciar de San Rafael: un gigantesco río helado que se precipita al océano entre las faldas de una formación rocosa. Grandioso. Nos acercamos lo más que pudimos en unas lanchas neumáticas; el peligro era claro porque a cada instante, se desprendían bloques de distinto tamaño provenientes del ‘ventisquero’ (como allí llaman a los glaciares). Impactados e ilusionados, emprendimos el largo viaje de vuelta; esta vez, en el bar del barco, donde servían güisqui refrescado con el hielo del glaciar; hielo de agua congelada desde hace miles de años…
La gruta de 'Lourdes':
Puerto Chacabuco:
La Patagonia:
El Ventisquero:
Y pa terminar...
Desde Arkansas al coño sur - Capitulo VI (final)
Y ya pa terminar este inolvidable viaje, contaré algo de la ciudad que tan olvidada tenemos. Santiago de Chile es la capital del país. Notablemente más rica económicamente que el resto de urbes vecinas, en ella se concentran la mayoría de los negocios no agrícolas. Contrarrestando el lujo del centro y de los nuevos barrios, la periferia es muy pobre y peligrosa. En lo referente a la noche, la marchuki, el ambientillo, Santiago es una opción muy interesante. Desde macro discotecas con gente guapa, pasando por todo tipo de restaurantes, espectáculos, night shows, etc. Pero bueno, empecemos por el principio. En el día, el centro de la ciudad esta repleto de gente que acude al trabajo; puestos ambulantes de gente discapacitada (a la única que se le permite este tipo de negocios), se mezclan entre la muchedumbre alocada que acude al tajo. El impoluto metro se llena a primera hora de la mañana; probablemente la hora en la que mas trabaja (recordemos que el último tren sale a las 22:30). Todo el casco viejo, se alegra con un hilo musical solo activo a esta hora. A media mañana, la música de lata se convierte en música en vivo. Grupos locales tocan partituras de todo tipo (rock clásico, folklore chileno, baladas…) La gente se agolpa para ver el espectáculo. Por la tarde el desfile de frikis es continuo: budistas, predicadores, titiriteros, mimos… todos tienen cabida en la calle central. Si te keda rato después del kurro, lo mejon es dar un paseo por el palacio de la moneda, abierto al público desde que el dictador Pinochet se retiró del poder. Un moderno museo fue abierto hace poco en el subsuelo del palacio. Mu bonito. Ya de noche, la cosa se complica y lo mejon es ir a las zonas más pijas de Santiago. Destacamos el Bosque lleno de restaurantes de calidad como Gernika, Don Carlos o Tiramisú. Si lo que queremos es un rollo más ‘hippie’, la plaza de Ñuñoa ofrece a los jóvenes más alternativos todo lo que buscan. Un parque en continua fiesta, alberga alrededor un sinfín de bares baratitos y con terraza. Mas alternativo aún resulta el barrio de la Plaza de San Enrique: Satira (un bar / restaurante ambientado en una biblioteca) y el Caserón (restaurante típico, donde la especialidad es cordero al palo, un cordero asado en brasas) fueron nuestros descubrimientos. Para la noche más ‘a la española’ tenemos el Barrio de Brasil y Bellavista. Este último es el barrio bohemio por excelencia. Artesanía por el día y miles de bares/restaurantes nocturnos, lo hacen un lugar de referencia para todo el que viaja a Chile; eso sí, sin llegar al Cerro que según algunos comentarios, puede resultar muy peligroso… El patio de Bellavista es un caserón reformado para albergar restaurantes; allí cenamos en un bar rockanrolero con música en directo y buenas pizzas. Me resulto muy curiosa la carta: ¡un periódico matutino! Cansados de tanta peña, escapamos de Bellavista para ir a parar al Kamasú. Ahí podiamos elegir si pagar entrada VIP o entrada pringuti; por supuesto, fuimos al rollo VIP por poco mas de 2 talegos. Mucha gente joven recorría las 4 salas con diferentes ambientes; nada fuera de lo común. Ni sikiera la ‘sala VIP’, que se ubicaba en un cutre-espacio reservado, con sillones y una barra. Un poco peste. Cansados, fuimos a gastar la última bala a otra discoteca/restaurante de moda ‘Las Urracas’. Situado en cerca del núcleo residencial más caro de Santiago, este bar forma parte de una zona de marcha focalizada y relativamente nueva. No esta mal. Reponiendo fuerzas para el día siguiente, nos marchamos a la cama. La visita obligada era el Mercado. Un mercado repleto de restaurantes en el interior, cuya principal baza es la frescura del marisco recién traído de los puestos; ahí fuimos de cabeza y ahí nos pusimos las botas a moluskitos de todo tipo. A destacar el Loco, muy bueno y característico de Chile. Bueno, y el postre por antonomasia: Mote con Huesillo. Difícil de describir. Mejon verlo. Eso si, muy dulce y muy, muy raro (no sos lo recomiendo). Siguiendo con el rollo gastronómico el no va más de la peña Chic esta en Borde Rio: simplemente la hostia. Restaurantes de todos los lugares del mundo, decorados con sumo detalle al más puro estilo NeoYorkino. Nos tomamos un corderito y unas torrijas en un vasco y nos piramos rumbo a otro lugar obligado para los amantes de la noche: Platinum. Platinum se anuncia como un club de copas con espectáculos en directo. Una actuación con chicas en TopLess, un buen Whisky y una breve conversación con una empleada del lugar, fue lo que nos dio de sí el temita. Recomendable verlo aunque no te guste mucho ese tipo de sitios (como es mi caso).
El viernes a las 12 de la mañana, sonó el despertador más tarde que nunca. El día había llegado a su cenit y mis ojos estaban aún dormitando. Una ducha fría y un chocolate caliente, activaron el resto de mi cuerpo. Era el momento de dejar Chile. El trabajo fue duro y el lugar propicio. ‘Te echare de menos Santiago; tanto como echo de menos el Vino de mi tierra; tanto como echo de menos el sol de la península; tanto como echo de menos el acento de la meseta… pero no será nada comparado con el añoro que tengo por el Corazón de La Mancha…’
T4Barajas: Fin Del Viaje.
El Centro de Santiago:
Mote con Huesillo (¡y pensar que yo he probao esto...!)
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