viernes, 30 de diciembre de 2011

Tak Kobenhavn (Día 2)

El miércoles 25 de Agosto fue nuestro día turístico a pie por excelencia en nuestro viaje, vimos un montón de lugares y culminamos la tarde visitando el Tívoli. Por la mañana no nos costó mucho levantarnos ya que en Kobenhavn no te acuestas muy tarde entre semana porque los sitios no cierran muy tarde. Me encontraba mejor que el día anterior así que planteamos hacer la ruta a pie y en principio ver más sitios de nuestro barrio. Desde la ventana se veía el Palacio de Amalienborg que es donde viven los reyes de Dinamarca con la famosa Mary Donaldson, la mujer de Federico de Dinamarca. Así que nos dirigimos a este lugar tan turístico y echamos un vistazo, el sitio guarda una sorpresa y es que enfrente se encuentra una bella obra arquitectónica que es La Ópera, un edificio de reciente creación que es espectacular y digno de ver. Además estábamos en una de las zonas más nobles de la ciudad. Muy cerca se encuentra otro de los famosos hoteles de Copenhague que es el Admiral Hotel, un edificio más antiguo pero muy bonito también.

Nuestro pasos se encaminaron hacía donde está el monumento más visitado de Kobenhavn, que es la estatua de la Sirenita que ya sabíamos que no estaba porque la habían trasladado ese verano a la exposición universal de Shanghai, pero lo de menos es esta pequeña estatua, queríamos visitar este bonito barrio alrededor del Palacio de Amalienborg porque hay muchas cosas más que ver y que nadie nunca las menciona, en primer lugar ves algunos de los mejores edificios de viviendas en Copenhague, una réplica del David de Miguel Ángel que parece el real y el Kastellet, una fortificación nórdica que tiene al lado la iglesia anglicana de St's Alban y una de las fuentes más bonitas que he visto Gefionspringvandet, como leéis un nombre impronunciable. Una fuente donada por Carlsberg y que recrea la creación de la isla de Zelandia, donde está situada Copenhague. La zona seguía llena de turistas ávidos por ver a la pequeña sirenita y yo creo que más de uno se llevó la sorpresa de que no estaba por allí.

Hicimos un alto en el camino en el Churchill Parken, este parque está al lado de la iglesia de St's Alban y tenías unas bonitas vistas al Kastellet y al otro lado tienes el puerto de Kobenhavn, así que allí nos quedamos a comer después de la caminata dada, en un restaurante de verano que era una casita de madera, todo muy Hansel y Gretel. Como el tiempo acompañada y hacía sol, comimos rodeados de ardillas, patos y muchos asiáticos con cámaras retrantándolos. Siendo nuestro primer día completo en la ciudad no hacíamos más que andar sin utilizar el transporte público porque nos apetecía descubrir la ciudad y después de comer dimos un largo paseo a través de Esplananden y Store Kongensgade viendo alguna que otra tienda con precios prohibitivos para bolsillos de Europa del Sur. Íbamos un poco a ciegas pero el camino nos indicó que llegaríamos tras un rato y parando a tomar un refresco a otro de los jardines que tantos tiene esta ciudad, Rosenborg Slothave, un bonito parque para relajarse dominado por un castillo y donde gente del ejército danés estaba haciendo sus ejercicios de instrucción. Allí nos quedamos un rato sentados al sol para disfrutar del parque y la tranquilidad.

Si sales por detrás del castillo de los jardines de Roserborg vas directamente a parar a la Oster Voldgade donde está el jardín botánico (Botanisk Have), así que de parque en parque hicimos la jornada, ya que, había que aprovechar el Sol de ese día. Además en este lugar no había casi nadie y así la jornada se hacía más tranquila y relajada, el sitio tiene un invernadero muy bonito, comparable a la casa de las Palmeras de Viena. Muy cerca está el Statens Museum for Kunst, un lugar que tenía planeado visitar el viernes para un evento que en otra entrada comentaremos. Después de nuestro gran vueltón por los parques daneses, volvimos a la civilización a la plaza de Norreport, un punto neurálgico de la ciudad donde hay mucha vida alrededor de su estación central. Como todavía era muy temprano por la tarde decidimos que desde allí cogiendo el tren llegaríamos en un momento a Kobenhavn Central y experimentaríamos nuestro primer viaje en tren. Además nos dimos cuenta que desde allí se podía coger el tren a la ciudad sueca de Malmö, un destino que teníamos planeado para otro día.

Kobenhavn Central es un punto de imprescindible visita cuando se va a Copenhague, no sólo para moverte como viajero, sino porque la estación es una maravilla arquitectónica, pierde algo de encanto por el constante bullicio de gente que viene y va, pero no es precisamente el bullicio de Atocha. Hicimos una pequeña parada en la estafeta de correos para enviar una postal a Oli, la amiga de Olga, es una cosa que le prometimos y fue muy rápido, curiosamente no había casi nadie allí. Ya que estábamos al lado del Tívoli pues pasamos a verlo de día. Religiosamente pagamos la entrada por pasar que fue de 110 coronas (unos 15 euros al cambio), esta entrada únicamente era por el acceso al recinto. Luego ya si quieres montarte en alguna atracción tenías que sacarte fichas que ibas gastando según en lo que te montases. Nosotros como somos unos cagaos no nos montamos en nada, nuestros gastos en el Tívoli se reducen a echar carreras de caballos como los camellos de las ferias de los pueblos, allí se llamaban Galloppen, e ir de tiendas donde me compré un bolso. Creo que el Tívoli de noche tiene más encanto, de día es una curiosidad para turistas donde constantemente oyes hablar gente en español, solo hay dos sitios en Copenhague donde escuchas castellano, Tívoli donde van los padres con sus niños y Christiania donde van los jóvenes porreros a fumar libremente.

Después del bonito paseo por el parque de atracciones que merece la pena su visita para ser de nuevo un niño, llegamos a la plaza del Ayuntamiento, sin pararnos en nada bajamos por Stroget para ir al Phoenix a un merecido descanso, por la calle ya se oteaban camisetas blancas del Copenhague FC, este día en el Parken (estadio donde juega también la selección nacional danesa) se jugaba un partido decisivo de la previa de Champions League entre el Copenhague vs Rosenborg noruego, era el partido de vuelta y había un gran ambiente en la ciudad, además de que acompañaba el buen tiempo. Después de nuestro descanso, pensamos que para que dar más vueltas en este día, cenaríamos en el Nyhavn en uno de los restaurantes más famosos, un pequeño homenaje a la gastronomía danesa en un sitio pijo y con historia. El lugar elegido fue el Barock, restaurante romántico donde los haya, pequeñito, con luz de velas y camareros muy atentos que como viene siendo habitual no se morían de estrés trayéndote los platos. Todo el mundo que estaba cenando allí en vajillas super pijas iba muy arreglado, por eso nosotros también lo fuimos, me puse hasta los zapatos y todo jejeje...

Había que vivir la noche un poquito, porque aunque era un día entre semana, había mucho ambiente y dio la casualidad que al salir de cenar yendo por Hovedvagtsgade se escuchaba mucho griterío en los bares de la calle, estaba acabando el partido del Copenhague FC y los chicos de Stalle Solbakken se estaban clasificando para la fase de grupos donde luego les tocaría el Barça de Guardiola. Con una gran algarabía por las calles fuimos a brindar por la victoria a un bar que se convertiría en nuestro bar durante este viaje, The Moose es un sitio muy pequeño y económico donde un camarero con una pinta de nórdico un poco pirado te sirve muy rápidamente, al contrario que sus colegas hosteleros daneses. Allí se junta gran cantidad de gente y recuerdo que un tío me preguntó si era alemán, al decirle español me dijo, si sois campeones del mundo, en el 2010 fueras donde fueras te iban a decir eso si eres español.

Nos apetecía un último trago antes de ir a dormir pero que no fuera una pinta de cerveza, sino algo más sofisticado ya que nos habíamos dejado el dinero en la cena del Barock, lo óptimo sería un buen cóctel a ver como lo preparan los daneses y para ello lo mejor es ir cerca de Stroget al K Bar que se encuentra situado en Ved Stranden 20, este sitio está en la lista de los mejores bares del mundo, así que esperábamos mucho de él. Luego el sitio es pequeñito pero muy bonito y recomendable de ir, las copas no fueron muy caras, lo peor de todo sin duda el ambiente pijo que había por allí, con mucho moderno con juguetitos de Apple haciendo el tonto. Hay que saber a veces también pasar del ambiente y disfrutar del trago y la compañía, así que brindamos por un gran día donde ya tenía menos secretos Copenhague para nosotros. Buscamos el JazzHouse que es un garito de jazz muy famoso en Copenhague pero estaba cerrado, así que dimos un último paseo por Kongens Nytorv viendo las bonitas casas de colores del Nyhavn yendo al hotel y al día siguiente tendríamos muchas más cosas que hacer, íbamos a cambiar de país yendo a Suecia para ver otra gran sorpresa de nuestro viaje, Malmö. Ya iba asomando la Luna que se reflejaba en los canales.



Palacio de Amalienborg.



Ópera de Copenhague.



Admiral Hotel.



Iglesia anglicana de San Albano.



Gefionspringvandet.



Rosenborg Slot.



Jardín Botánico. Invernadero.



Norreport.



Kobenhavn Central Station.



La hermana de la Sirenita en el Tívoli.



Teatro en el Tívoli.



Barock en el Nyhavn.



Jazzhouse, la única manera que lo vimos, siempre estaba cerrado y mira que fuimos días a mirar a ver si estaba abierto.

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Tak Kobenhavn (Día 1)

Como decía en la anterior entrada llegamos a Kobenhavn el martes 24 de Agosto, al ser el vuelo por la mañana podríamos aprovechar un poco el primer día y tras deshacer las maletas en el Phoenix nos dispusimos a dar nuestro primer paseo por la que iba a ser nuestra zona y que además estábamos en una estupenda localización. Como ya era un poco tarde allí para la hora de comer nos tuvimos que buscar un poco la vida, pensamos que en Dinamarca tienen un horario muy europeo y como cenan tan pronto pues comeríamos algo ligero para luego cenar antes.

Fuimos a dar nuestra primera vuelta por el Nyhavn que es el canal más turístico de Kobenhavn, sus bonitas casas de distintos colores hacen de él un lugar muy agradable y está lleno de cafeterías y restaurantes, con terrazas incluidas en la calle, que te dan mantas para protegerte del frío. Siendo más de las 15:00 nos fuimos a buscar un plato típico escandinavo, los smorrebrods que son unos sandwiches nórdicos un poco más currados que los sandwiches normales, algunos de ellos tienen salmón con eneldo y otras especialidades nórdicas sobre todo de pescado. Hay un sitio muy famoso por la zona del Nyhavn que es el Ida Davidsen, un sitio muy tradicional pero ya estaba cerrado, así que encontramos abierto al lado del Nyhavn el Cafe Brooklyn y no sin antes ponernos cara rara, nos pusieron un par de smorrebrods a Olga y a mi, no entendían que a esas horas se comiese, pero nosotros que veníamos de un vuelo no teníamos tiempo para llegar a sus horas. El precio de unos smorrebrods y un par de cervezas te viene a salir como un menú del día en España.

Después de la comida nos volvimos al hotel un rato a descansar, yo ese día no me encontraba muy bien porque venía de España con un ligero resfriado y algo febril, así que nos lo tomamos con calma, descansamos y así por la noche podríamos hacer algo, además que hacía un día un poco ventoso y no era muy agradable pasear. Estaba realmente preocupado por mi salud porque cuando uno viaja si se encuentra mal no disfruta nada y encima estás dando guerra a los demás compañeros de viaje, en Munich me pasó algo parecido con el Oktoberfest porque tu no te encuentras bien y estás molestando a los demás. Olga me decía que no me preocupase, que ya se pasaría y que nos moviéramos por el barrio para buscar un sitio donde cenar.

Dimos unas cuentas vueltas para buscar algún sitio que nos convenciese, no estaba tampoco muy inspirado pero sí que encontramos un sitio que podría estar bien y que además fue un pleno acierto, íbamos a comer japonés en un sitio muy prestigioso en la ciudad, es el Umami Restaurant, un restaurante en Store Kongensgade 59 que llevaba apuntado como algo pijo y que desde luego así lo fue, pero merece la pena probarlo porque por dentro es muy bonito con sus 2 plantas y su decoración, en Kobenhavn se está dando una moda en cuanto a los restaurantes de cuidar mucho todos los aspectos, de hecho allí está el mejor restaurante del mundo que es el Noma de René Redzepi, delicias nórdicas (sobre todo de Islas Feroe) a muy caro precio y que es imposible pillar reserva para un menú degustación en torno a los 230 euros. Me sorprendió también del sitio de que a pesar de que estuviese lleno no había apenas bullicio y que tardan un montón en traerte la comida, los camareros en Copenhague ninguno va a sufrir de estrés. Me empastillé después de cenar y me encontraba algo mejor, había parado de llover y nos fuimos a ver el centro de la ciudad.

Para ello nos dirigimos a la segunda plaza más importante de la ciudad Kongens Nytorv, que es donde está la parada de metro más próxima al hotel y allí empieza la calle más famosa de la ciudad que es la calle Stroget, está calle es muy larga, creo que tiene de longitud como 2 km y se divide en varios tramos que tienen nombres diferentes, pero popularmente es Stroget, además de ser peatonal que es un gusto pasear por ella tiene la mayoría de los comercios de la ciudad, restaurantes, bares, una bonita fuente, sedes bancarias y tiendas de recuerdos, la visitaríamos un montón de veces y sería un camino hartamente conocido en nuestro viaje y con mucha animación debido a los karaokes que tenían algunos hindús. Esta calle además desemboca en el centro de la ciudad que es donde está la Plaza Central (Rådhuspladsen) y el Ayuntamiento de Kobenhavn Radhus que es una réplica del Ayuntamiento de Siena.

En la Plaza Central hay grandes edificios con anuncios de neón pero lo más sorprendente es que la iluminación era bastante tenue, por la noche Kobenhavn no da mucha sensación de seguridad debido a su poca luz, aunque sabes que allí nadie te va a atracar, es un sitio bastante seguro, pero la sensación es otra. Al lado del Rådhuspladsen y siguiendo por Vesterbrogade se encuentra el parque de atracciones más conocido y más antiguo de Europa, el famoso Tivoli que Olga tenía muchas ganas de ir. No sabíamos que horario tenía y veíamos entrar a la gente sin coger entrada, así que nos arriesgamos y pasamos a verlo de noche, completamente gratis porque dio la casualidad que quedaba media hora para cerrar y entonces se puede entrar. Lo que más me interesaba del Tivoli era como se conservaba y si tenía esa aire decadente de los viejos parques de atracciones y en verdad lo tiene y es interesante verlo, un rato de noche y otro rato de día como hicimos en nuestro viaje, la pagoda iluminada es espectacular. Como frikada podemos decir que hay un puesto de churros españoles, nada que ver con los que se hacen aquí.

Como nos echaban del Tívoli y me encontraba algo mejor regresamos otra vez a Stroget para tomar algo, antes echamos un pequeño vistazo a la Estación Central de Tren que luego ya la veríamos en otro momento más tranquilamente. Llevaba varios sitios apuntados en Stroget para ir de copas y nos decidimos por Dubliner, había música en directo y nos tomamos nuestra primera pinta de Carlsberg, en el sitio había muy buen rollo y a Olga le sorprendió lo poco fríos que son los daneses, al contrario de sus vecinos fineses, estos sí gritan más y arman más jaleo, allí cada uno hacía lo que quería y todo eran sonrisas y buen humor, que un tío bailaba con tu novia, sin problema, no se iban a poner a pegarse. Ese día que aún lo tengo apuntado tocaba Björn Bertilsson. Un tio muy simpático con su guitarra que se tocó alguna que otra versión.

No podíamos terminar el día sin pasar de noche por Nyhavn de nuevo, es donde más bares con música en directo hay en Kobenhavn y llegando ya casi al Nyhavn 71 encontramos un pequeño sitio donde ya que hacía frío nos metimos dentro a tomar una copa, había un par de tíos tocando en directo y eso me encantada de esta ciudad, que hubiese tanta música en directo, improvisando, nada de ir a una sala de conciertos, en cualquier garito por pequeño que fuese pues había alguien tocando, sobre todo por esta zona del Nyhavn en las casas de colores e iluminación únicamente con velas, así que me alegré mucho de haber reservado el hotel tan cerca de ahí. Brindamos por nuestro primer día allí, parecía mentira que antes de la hora de la cena estaba que me caía y por la noche mejoré bastante y pude acabar brindando en el Nyhavn, las perspectivas eran buenas e iba muy contento por Bredgrade al Phoenix para un merecido descanso, la luna no se veía, estaba todo nublado.



Nyhavn.



Smorrebrods.



Cafe Brooklyn.



Kongens Nytorv. Hotel Anglaterre. Utilizado en la película de Alfred Hitchcock 'Cortina Rasgada'.



Entrada al Umami Restaurant.



Restaurante Umami. Tallarines con vegetales.



Calle Stroget. Fuente.



Ayuntamiento Kobenhavn. Radhus.



Pagoda china del Tivoli.



The Dubliner en Stroget.

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Tak Kobenhavn (Llegada)

De nuevo como viene siendo una costumbre en las fechas navideñas y que he podido pedir vacaciones vamos a continuar una tradición que estos últimos años me ha apetecido hacer mucho y es comentar uno de los viajes en el pasado. Este año y por orden de viajes le toca a la bonita ciudad de Copenhague. Allí estuvimos a finales del verano del 2010 Olga y yo. Durante una semana pasamos un buen viaje, no fue el mejor de los que hemos hecho porque Finlandia me impresionó más, pero aún así un gran viaje que me apetece contarlo en estas fechas tan frías. Como que me gusta recordar aquellos días en Escandinavia cuando es Navidad. Durante estas vacaciones veréis bastantes entradas en el blog sobre este destino.

En primer lugar y como siempre hago cuando empiezo a contar uno de los viajes es agradecer su compañía a Olga, lo pasamos muy bien y conforme vamos haciendo más viajes juntos hacemos cosas menos turísticas, como vamos con bastante tranquilidad y tiempo vamos a ver lo típico y luego dedicamos tiempo a sitios y cosas donde no hay extranjeros, además tuvimos la suerte de ir a Malmö en Suecia justo cuando eran fiestas allí. Se lo agradezco doblemente a mi acompañante porque era una época laboral un tanto dura para ella. No aprendimos nada de danés porque allí te atienden en inglés, pero si me quedé con dos cositas, Kobenhavn es Copenhague en danés, Havn es puerto, por ello la ciudad significa El puerto de los mercaderes, al ser una isla en el Báltico había un gran comercio a través de sus muelles. La otra palabra es Tak que significa Gracias en danés, palabra que luego derivó en el islandés en Takk que significa lo mismo pero en islandés y que es el título de un disco de Sigur Ros, un disco muy recomendable.

Salimos de Madrid en la terminal 1 de Barajas el Martes 24 de Agosto, este viaje hubiese sido más pleno si hubiésemos ido más pronto en verano, yo creo que este destino cuando es mejor visitarlo es a finales de Junio o Julio donde los días tienen una larga duración, cuando fuimos nosotros se hacía antes de noche y en pleno mes de Agosto tuvimos que encender la calefacción del hotel y llevamos ropa de abrigo, aún así no hizo muy mal tiempo. Nuestro vuelo era de la SAS que son las líneas aéreas escandinavas pero operado por Spanair y fue un vuelo agradable y puntual. Salíamos a las 11:05 de la mañana y llegamos puntualmente a Kobenhavn a las 14:15 del mediodía. Me alegraba mucho estar allí porque un año antes habíamos pasado por el aeropuerto de regreso a Madrid desde Helsinki y no tenía buen recuerdo de él, esta vez sí estábamos allí felices por regresar e iba a comenzar un viaje que deseaba desde hacía bastantes años hacer, siempre he querido ir a Kobenhavn y completar el periplo nórdico que solo me queda por cerrar yendo a Noruega.

Una vez allí buscamos la salida para ir al Metro Copenhague, un tanto lioso el asunto porque entre trenes que te llevaban a Malmö, a otros lugares de Dinamarca y el metro se hace una pequeña montonera de gente que se ve despistada, aún así no tardamos mucho en encontrar el metro y tuvimos nuestra primera experiencia con el cambio de moneda, en Dinamarca no hay euros, son coronas danesas que equivalen a 7.15 coronas más o menos a 1 euro. Antes de salir me hice un pequeño papelito con el cambio de diferentes cifras porque la primera pregunta que te haces en Dinamarca es, cuanto cuesta esto?? Un hombre nos ayudó a sacar los billetes correctos para llegar al centro de la ciudad. El sistema de metro es de los más avanzados del mundo, no hay conductores ni taquillas, al funcionar sólo, está abierto las 24 horas del día, únicamente necesita personal de seguridad y limpieza en dos líneas de metro que son, es muy puntual y no es nada agobiante a diferencia de otros metros de ciudades más grandes.

Desde Lufthavnen que es el aeropuerto fuimos por la M2 hasta Kongens Nytorv, ya estábamos en el centro de Kobenhavn. Habíamos reservado el alojamiento en un bonito hotel, el Hotel Phoenix que se encuentra en la calle Bredgade, una zona muy cerca del Nyhavn que es el canal más famoso de la ciudad donde Hans Cristian Andersen vivía y donde escribió alguno de sus más populares cuentos. Tuvimos otra opción de alojamiento que hubiese sido un acierto también, el famoso Nyhanv 71 que está al final del canal y tiene un poco más encanto que el Phoenix. El hotel estaba muy bien, la habitación pequeña pero muy bonita y unas vistas al palacio de Amalienborg que lo teníamos al lado, la localización del sitio era perfecta para poder moverse. Además la calle tenía varias galerías de arte y se enmarcaba dentro de las calles más culturales de la ciudad, con un teatro, varios restaurantes muy interesantes, cafés y hasta una iglesia ortodoxa. Recuerdo que había una tienda de camisetas que la marca era 'Fashion is for idiots', quise hacer la gracia de comprar algo pero ya iré diciendo lo caro que es Dinamarca, meten unas buenas clavadas.

Con la satisfacción de haber llegado al hotel en un día nublado donde pensábamos, que frío vamos a pasar aquí y parece interesante este lugar, lo vamos a dejar hasta la siguiente entrada donde contaré el primer día en la ciudad y nuestro primer paseo entre el asombro de una ciudad que se mueve pero tremendamente tranquila, nunca van a dejar de sorprenderme los nórdicos, tienen una manera de ser que me encanta.



Aeropuerto Copenhague. Buscando el metro.



Metro Copenhague. Con sus mámparas de seguridad incluídas.



Fachada del Hotel Phoenix.



Hotel Phoenix. Habitación.



Teatro Bredgade. Enfrente de nuestro hotel.



Iglesia en Bredgade.



Hotel Nyhavn 71

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

martes, 13 de diciembre de 2011

AU2011. El jardín botánico.

Uno de los sitios más reseñables de Cairns ciudad, es sin duda su jardín botánico. En medio de la selva natural, numerosas especies de plantas son cuidadas con esmero por los jardineros del ayuntamiento. De esta forma, podemos ver especimenes de diferentes partes del mundo: desde México hasta la India. Pero sin duda lo que más sorprende para el visitante "profano" es su colección de flores tropicales. Sencillamente de ensueño. Parece imposible que formas así puedan existir en la realidad. Y no solo la forma sorprende; los colores, dificiles de captar con la cámara, son simplemente una de las cosas más bonitas que se puden percibir con el sentido de la vista. Yo he tenido la suerte de presenciarlas en plena primavera y hoy os pongo una muestra de flores que no necesita explicación. Sin en vez de fotos dijera que son pintura de Dalí, a nadie le extrañaría, pues son formas que solamente pueden aparecer en la mente de algún "perturbado" genio.























Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.