miércoles, 28 de diciembre de 2011

Tak Kobenhavn (Llegada)

De nuevo como viene siendo una costumbre en las fechas navideñas y que he podido pedir vacaciones vamos a continuar una tradición que estos últimos años me ha apetecido hacer mucho y es comentar uno de los viajes en el pasado. Este año y por orden de viajes le toca a la bonita ciudad de Copenhague. Allí estuvimos a finales del verano del 2010 Olga y yo. Durante una semana pasamos un buen viaje, no fue el mejor de los que hemos hecho porque Finlandia me impresionó más, pero aún así un gran viaje que me apetece contarlo en estas fechas tan frías. Como que me gusta recordar aquellos días en Escandinavia cuando es Navidad. Durante estas vacaciones veréis bastantes entradas en el blog sobre este destino.

En primer lugar y como siempre hago cuando empiezo a contar uno de los viajes es agradecer su compañía a Olga, lo pasamos muy bien y conforme vamos haciendo más viajes juntos hacemos cosas menos turísticas, como vamos con bastante tranquilidad y tiempo vamos a ver lo típico y luego dedicamos tiempo a sitios y cosas donde no hay extranjeros, además tuvimos la suerte de ir a Malmö en Suecia justo cuando eran fiestas allí. Se lo agradezco doblemente a mi acompañante porque era una época laboral un tanto dura para ella. No aprendimos nada de danés porque allí te atienden en inglés, pero si me quedé con dos cositas, Kobenhavn es Copenhague en danés, Havn es puerto, por ello la ciudad significa El puerto de los mercaderes, al ser una isla en el Báltico había un gran comercio a través de sus muelles. La otra palabra es Tak que significa Gracias en danés, palabra que luego derivó en el islandés en Takk que significa lo mismo pero en islandés y que es el título de un disco de Sigur Ros, un disco muy recomendable.

Salimos de Madrid en la terminal 1 de Barajas el Martes 24 de Agosto, este viaje hubiese sido más pleno si hubiésemos ido más pronto en verano, yo creo que este destino cuando es mejor visitarlo es a finales de Junio o Julio donde los días tienen una larga duración, cuando fuimos nosotros se hacía antes de noche y en pleno mes de Agosto tuvimos que encender la calefacción del hotel y llevamos ropa de abrigo, aún así no hizo muy mal tiempo. Nuestro vuelo era de la SAS que son las líneas aéreas escandinavas pero operado por Spanair y fue un vuelo agradable y puntual. Salíamos a las 11:05 de la mañana y llegamos puntualmente a Kobenhavn a las 14:15 del mediodía. Me alegraba mucho estar allí porque un año antes habíamos pasado por el aeropuerto de regreso a Madrid desde Helsinki y no tenía buen recuerdo de él, esta vez sí estábamos allí felices por regresar e iba a comenzar un viaje que deseaba desde hacía bastantes años hacer, siempre he querido ir a Kobenhavn y completar el periplo nórdico que solo me queda por cerrar yendo a Noruega.

Una vez allí buscamos la salida para ir al Metro Copenhague, un tanto lioso el asunto porque entre trenes que te llevaban a Malmö, a otros lugares de Dinamarca y el metro se hace una pequeña montonera de gente que se ve despistada, aún así no tardamos mucho en encontrar el metro y tuvimos nuestra primera experiencia con el cambio de moneda, en Dinamarca no hay euros, son coronas danesas que equivalen a 7.15 coronas más o menos a 1 euro. Antes de salir me hice un pequeño papelito con el cambio de diferentes cifras porque la primera pregunta que te haces en Dinamarca es, cuanto cuesta esto?? Un hombre nos ayudó a sacar los billetes correctos para llegar al centro de la ciudad. El sistema de metro es de los más avanzados del mundo, no hay conductores ni taquillas, al funcionar sólo, está abierto las 24 horas del día, únicamente necesita personal de seguridad y limpieza en dos líneas de metro que son, es muy puntual y no es nada agobiante a diferencia de otros metros de ciudades más grandes.

Desde Lufthavnen que es el aeropuerto fuimos por la M2 hasta Kongens Nytorv, ya estábamos en el centro de Kobenhavn. Habíamos reservado el alojamiento en un bonito hotel, el Hotel Phoenix que se encuentra en la calle Bredgade, una zona muy cerca del Nyhavn que es el canal más famoso de la ciudad donde Hans Cristian Andersen vivía y donde escribió alguno de sus más populares cuentos. Tuvimos otra opción de alojamiento que hubiese sido un acierto también, el famoso Nyhanv 71 que está al final del canal y tiene un poco más encanto que el Phoenix. El hotel estaba muy bien, la habitación pequeña pero muy bonita y unas vistas al palacio de Amalienborg que lo teníamos al lado, la localización del sitio era perfecta para poder moverse. Además la calle tenía varias galerías de arte y se enmarcaba dentro de las calles más culturales de la ciudad, con un teatro, varios restaurantes muy interesantes, cafés y hasta una iglesia ortodoxa. Recuerdo que había una tienda de camisetas que la marca era 'Fashion is for idiots', quise hacer la gracia de comprar algo pero ya iré diciendo lo caro que es Dinamarca, meten unas buenas clavadas.

Con la satisfacción de haber llegado al hotel en un día nublado donde pensábamos, que frío vamos a pasar aquí y parece interesante este lugar, lo vamos a dejar hasta la siguiente entrada donde contaré el primer día en la ciudad y nuestro primer paseo entre el asombro de una ciudad que se mueve pero tremendamente tranquila, nunca van a dejar de sorprenderme los nórdicos, tienen una manera de ser que me encanta.



Aeropuerto Copenhague. Buscando el metro.



Metro Copenhague. Con sus mámparas de seguridad incluídas.



Fachada del Hotel Phoenix.



Hotel Phoenix. Habitación.



Teatro Bredgade. Enfrente de nuestro hotel.



Iglesia en Bredgade.



Hotel Nyhavn 71

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