Como cada verano vamos a dedicar unos días de las vacaciones a escribir un viaje del anterior año, como vamos por orden cronológico ahora le toca a Malta, esa isla del Mediterráneo al lado de Libia que nos hizo pasar unos días estupendos en Mayo del 2010. De la fecha voy a dar el primer consejo, Mayo es una fecha muy buena para visitar la isla, no hace mucho calor, no hay tanta gente y así se puede aguantar los buses malteses y ver todo más relajadamente.
En primer lugar y como siempre ha sido tradición cuando he contado un viaje, quiero dar las gracias a mi acompañante en el viaje, Olga y yo pasamos muy buenos ratos en Malta y tuvimos durante todo el viaje un buen entendimiento, lástima que el vuelo de regreso para ella fuera un poco duro por cuestiones de salud, aún así fue una muy buena acompañante. Además tenemos pendiente volver por allí porque nos quedó por ver la Laguna Azul de Comino que no pudimos ir porque estaba lloviendo.
El 15 de Mayo teníamos el vuelo a las 09:30 con la compañía Ryanair desde la terminal 1 de Madrid-Barajas, era buena hora para viajar porque así a mediodía estaríamos ya en Malta, al aeropuerto de Luqa eran casi 3 horas y estábamos allí a las 12:30. En el vuelo no hubo incidencia alguna, las típicas cosas de Ryanair que son un poco cutres con sus sorteos y esos aviones que parecen autobuses con alas. La vista aérea cuando llegábamos a Malta en el aterrizaje era una sensación muy rara porque parece que estás llegando a un sitio apenas habitado, todo marrón por la cantidad de piedra que hay en la isla, era como una especie de desierto calcáreo muy distinto a la vista verde de nuestros anteriores viajes nórdicos, estéticamente muy feo pero a la vez tenía una belleza interior que te decía y te hacía presentir que allí había mucho por descubrir, como así luego pasó.
Desde el aeropuerto de Luqa teníamos el transfer contratado desde España para que una furgoneta nos llevase al hotel donde nos íbamos a hospedar, tuvimos mucha suerte porque íbamos con varias personas y fuimos los primeros en bajar, nuestro hotel era el Palace Hotel Sliema, dejo aquí su web The Palace Sliema, un hotel de cinco estrellas que sobre todo Olga al principio no podía parar de decir, que bonito, que sitio más chulo y era verdad, teníamos una suite con terraza que tenía vistas a La Valetta, que es la capital del país, un acierto de sitio que luego lo veréis en las fotos que dejo más abajo en la entrada. Su localización es uno de sus puntos fuertes, es de las calles principales de Sliema en High Street, Triq Il-Kbira en maltés.
Con deshacer la maleta y ver la suite se nos había echado encima la hora de comer, así que en esta ocasión no saldríamos a descubrir y estar por ahí dando vueltas que hacía ya un poco calor, directamente al ser un hotel tan bueno nos fuimos al ático del hotel donde hay un restaurante asiático, el TemptAsian Restaurant & Lounge Bar, yo me comí unos noodles y la decoración el sitio es para destacarla, era como estos sitios de chill out con sofás, muchas almohadas, cortinas blancas y paredes de caoba negra, todo muy zen y muy pijo a la vez también.
Tras nuestro almuerzo asiático decidimos ir a la habitación para descansar un poco del madrugón que nos habíamos pegado por el vuelo y así salir el sábado por la noche para ver la juerga de Malta, era el día de San Isidro, así que teníamos que hacer nuestra particular verbena por la isla. Nos arreglamos y fuimos dando un paseo por el mar a través de la calle Triq Il-Torri, llamada así porque hay una pequeña fortaleza con una torre convertida en un restaurante que es el Il-Fortizza, siguiendo este camino hasta el final pasas del pueblo de Sliema a St Julian que es donde se encuentra la zona de fiesta por excelencia en Malta que es Paceville, antes de llegar por ahí hicimos una parada en la bahía de St Julian para cenar en una de las pizzerias del lugar que era una típica tasca maltesa, la pizzeria Zeppis donde me tomé un milk shake y nos costó cuatro duros la cena, los precios en Malta son muy baratos y decíamos que así deberían ser los precios en España, un alquiler de un apartamento en Malta ronda los 350 euros al mes, cosa que está muy bien.
Una vez cenados seguimos nuestro paseo por Balluta Bay donde se encuentra uno de los mejores hoteles de la isla que es el Le Meridien, tienen muy bien montado el rollo turístico en la isla porque los hoteles están estratégicamente situados para según el rollo, en este te podías bañar en la bahía y se encontraba a 1km de Paceville. Antes de llegar al corazón de St Julian hicimos una parada técnica para nuestro primer copazo en un sitio que llevaba apuntado que es el Muddy Waters, teniendo ese nombre de este artista americano no nos podía defraudar y así fue porque por una copa son 4 euros, el ambiente dentro era inexistente debido a la falta de aire acondicionado, una cosa que iba a ser constante, ya que el ambiente siempre estaba en la calle, además allí estábamos a la orilla del mar. Aquí os dejo un link del sitio donde hay fotos Muddy Waters, un garito que recomiendo en vez de ir al botellodrónomo que es Paceville, que es un rollo un poco más de adolescentes.
Tras nuestra primera copa pues ya nos encaminamos para Paceville, puede ser que parezcan distancias muy largas, pero es que apenas no llegaba la cosa a 3km entre un pueblo y otro. A partir de Spinola Bay era ya la zona de Paceville, esta zona es donde están las calles más antiguas de St Julian y donde están las mayores cadenas hoteleras como el hotel Hilton, la torre de Malta y una de las calles más famosas de la isla que es Trip San Gorg, dimos una vuelta para ver el ambiente, había mucha gente porque aunque fuera Mayo pues era sábado y muchos estudiantes de cursos de inglés que hay en la isla pues estaban de fiesta. No nos metimos en el tumulto mucho y sólo visitamos el Coconut Grove que nos dieron un mojito con sabor a coco que fue el más malo que he probado en mi vida, además la camarera estaba empanada, no se enteraba de nada y puso tres mojitos cuando le pedí dos, estaba en el típico trabajo eventual para el verano. Preferimos salir de allí hacía un sitio más que tranquilo y fuimos a una terraza al lado de los jardines de Spinola, la piazza Gascata para tomar otro cocktail. Antes habíamos hecho una intentona para subir a la torre de Malta enfrente del Hilton pero estaba ya cerrada.
Teníamos un buen paseo de viaje de vuelta y miramos a ver si pasaba algún bus que nos acercase pero no había ya servicio, así que hicimos andando el camino de vuelta, antes de llegar al Fortizza descubrimos uno de los sitios que iba a ser un lugar muy repetido durante las vacaciones, el Surfside, que es un restaurante deportivo pero que la parte de abajo daba a un rompeolas con el mar y donde había un ambiente impresionante a altas horas, dejo su web por aquí Surfside Sliema, bebimos nuestra última copa allí y había parrillas donde te hacían bocadillos a la hora que fuera, también tenían cachimbas, era de un rollo hippie-pijo donde lo mejor era su localización, está muy chulo poder beberse una copa al lado de un rompeolas donde la iluminación eran velas, las parrillas antes mencionadas y la luna que era una luna llena que iluminaba bastante.
El primer día se había pasado muy rápido, casi sin querer pero estábamos ya muy cansados, subimos las escaleras del Surfside y nos fuimos para hotel, observamos aparcados muchos coches eléctricos, cosa muy útil para una isla tan pequeña, porque de una punta a otra creo que hay 21 km de distancia, eso sí, conducen por la izquierda, las carreteras son bastante deficientes y son un peligro al volante. Habíamos celebrado San Isidro de una manera muy distinta a lo castizo y estábamos muy contentos de estar allí, normalmente por estas fechas no estás de vacaciones y estábamos viendo que iba a ser una experiencia que no olvidaríamos. Al día siguiente nos iríamos de mercadillo de pescado en Marsaxlokk y por otros pueblos malteses, pero eso lo contaré en la siguiente entrada, antes a dormir con esa luna llena que tan bien nos dio luz en el Surfside.
Aeropuerto Luqa.
Hotel Palace Sliema.
Terraza Hotel Palace Sliema.
Vistas desde la terraza. Enfrente La Valetta.
Vistas de Sliema desde el Palace.
Piscina del Palace y terraza del TemptAsian Restaurant.
Balluta Bay. Al fondo el hotel Le Meridien.
Spinola Bay.
Paceville.
Surfside.
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