miércoles, 31 de julio de 2013

Paprika, Gulash y Sziget. Köszönöm Budapest. Día 2

El miercóles 8 de Agosto fue nuestro segundo día en la ciudad y amanecimos más temprano que cualquier día normal que pasamos allí, incluso bajé a desayunar y así acompañé a Olga que ella siempre bajaba al buffet que en el Sofitel ponían hasta las 11:00 a.m. todas las mañanas, había una razón para ello y es que teníamos concertada la visita al Parlamento húngaro, el buffet estaba bastante bien y era muy completo, además hubo un detalle que me gustó bastante del sitio y es que se respiraba un ambiente bastante tranquilo, quizás era por el tipo de clientela que tiene un hotel de 5 estrellas que se lo toma con más tranquilidad, quedé contento con la experiencia. Allí vimos algún español que también se alojaba en el hotel, este día fue de bastante contacto con personas de España, había mucho turista en español en Budapest por estas fechas, algo normal siendo verano y siendo un destino bastante económico para nuestros bolsillos en plena crisis económica.

La visita estaba concertada para las 11:30 a.m. Así que sobre las 10:45 a.m. salimos del hotel para ir andando hasta el Parlamento porque nos pillaba a sólo un paseo, pasando de nuevo por el Hotel Four Seasons y yendo por la calle Akademia Utca se llega fácilmente a este edificio gigantesco que dicen que en él podrían entrar todos los habitantes de Hungría. Estuvimos un rato haciendo cola y como la visita era con guía español y completamente gratuita pues ya nos encontramos a más gente del país. Lo tenían bastante bien organizado y la guía era una señora mayor húngara que dominaba perfectamente el español. El sitio es bastante bonito y recomendable, ves la Corona de San Esteban, unos magníficos salones y la cámara de diputados, que por cierto nos contaron que debido a los recortes se ha reducido el número de diputados en el país para esta cámara. En Hungría la crisis se nota mucho más que en España, incluso lo tienen peor que nosotros, a ellos ni les dejan entrar en el euro y con su moneda (el florín) intenta hacer equilibrios para no caer en bancarrota.

También es interesante la parte de fuera en el Parlamento, te encuentras en la plaza Kossuth Lajos Ter, un revolucionario independentista húngaro que allí tiene una estatua y el museo Neprajzi, que guarda tesoros de la historia de Hungría. Pero lo que más nos interesaba era el tranvía 2 que por allí pasaba, este tranvía es muy famoso y todo el mundo lo prueba porque va rodeando el Danubio y te lleva a muchos sitios interesantes, con nuestro abono de una semana lo podíamos coger todas las veces que quisiéramos y por eso queríamos ver donde nos llevaba y así dábamos un tranquilo paseo a orillas de este gran río. Os dejo un enlace para que veáis el recorrido que tiene esta línea Tram 2. Nosotros nos montamos en la parada de Kossuth Lajos Ter y yendo por el río vimos el famoso garito A38, que es una discoteca dentro de un barco, una pena que no nos diese tiempo a ir una noche. Nos bajamos en la parada de Borárós Ter porque ya me estaba viendo en las afueras de Budapest.

En esta plaza vimos un centro comercial y para allá que fuimos a echar un vistazo, compramos bebidas en el supermercado y entramos a algunas tiendas de ropa deportiva, a ver si veía alguna camiseta de Hungría que me gustase. Dio la casualidad que en la tienda de Adidas en ese momento estaba en directo el partido de balonmano de cuartos de final entre la selección de Hungría contra Islandia, así que allí me quedé junto a los húngaros viendo un rato el partido y yo deseando que ganaran mis queridos islandeses rodeado de enemigos, así que me tenía que estar bien callado que no se notase, al final tras un par de prórrogas ganaron los húngaros, fue el final de Islandia en esos JJOO.

De nuevo nos fuimos al tram 2 para que nos dejase en el hotel, no sabíamos que hacer el resto del día y en la habitación pensamos que podíamos ir a comer algo ligero y probar a ir a algún balneario de la ciudad, el día anterior había sido muy cansado de mucho caminar y hoy podríamos relajarnos en alguna de estas piscinas tan famosas. Siguiendo el plan, salimos de nuevo del hotel y pasando Vorosmarty Ter enfilamos por otra de la calles que todo el mundo va a pasar por su visita a Budapest, la calle Vaci Utca, no es tan señorial como la Avenida Andrássy pero tiene multitud de comercios, restaurantes e incluso es más animada. A Olga le comentaron que teníamos que probar los kebaps porque no son iguales que en España, era el día perfecto para tomar algo ligero antes de irnos al balneario, así que en el mismo Vaci Utca en un local de kebaps, nos sentamos en la terraza y degustamos que los kebaps en verdad es cierto que no son como en España, pican un montón pero estaba bueno. Olga lleva peor que yo el tema de la comida picante y después del kebap tras visitar alguna tienda de souvenirs quería un helado de postre y así de paso quitarse un poco el picante. Nos comimos el helado en Vorosmarty Ter que tienen unas heladerías muy buenas y nos pillaba perfecto para coger el metro al balneario.

De nuevo nos fuimos a la línea 1 (amarilla) en Vorosmarty Ter para ir al balneario más famoso de la ciudad que es el balneario Szechenyi que se encuentra en la parada de metro Szechenyi furdo, casi al final de la línea amarilla, por la zona también se encuentra el zoo de la ciudad y un circo. Para pasar al lugar tuvimos un poco de lío porque sólo se podía acceder por la puerta principal ya que los otros accesos se encontraban cerrados porque no funcionaban los tornos. Menos mal que llegamos bastante temprano porque tuvimos que hacer una cola de unos 45 minutos para poder pasar, pero mereció la pena. Es el balneario más grande que he estado en mi vida y no creo que pise otro igual de grande, es impresionante lo bonita que es la parte de fuera con estatuas y piscinas que a pesar de que estábamos muchos se podía estar más o menos tranquilo, por dentro hay un montón de piscinas con diferentes tratamientos, de agua fría, helada, templada y muy caliente, saunas, baños turcos, de todo lo que te puedes imaginar para tratamientos de aguas termales. Olga estaba encantada con el sitio porque le gusta mucho el tema de los balnearios, a mi sin emocionarme mucho este tipo de lugares he de reconocer que me gustó mucho esa visita.

Durante dos horas y media estuvimos en Szechenyi probando todo tipo de baños, el más divertido y en el que todo el mundo hace el chorra, es un circuito en forma circular en una de las piscinas exteriores donde la fuerza de la corriente hace que todo el mundo vaya haciendo círculos en el mismo sentido y se organizan tumultos donde el agua te lleva sola sin moverte, a los críos les encantaba esa atracción. Allí tuvimos una anécdota con una pareja española que tenía 2 hijos, estuvimos charlando con ellos, los padres estaban un poco alicaídos porque acababan de llegar a Budapest y les habían robado la cartera en el tren, estaban sin documentación alguna, pero decidieron ir al balneario a olvidarse un poco del tema y los críos estaban pasándolo en grande en el círculo que he comentado anteriormente, recuerdo que eran de Madrid y que vivían por la zona de Príncipe Pío. Nos despedimos de ellos diciéndoles que a ver si tenían más suerte durante su estancia por Budapest, que seguro que ya todo lo malo les había pasado.

Tras nuestro baño refrescante y con menos calor nos fuimos muy cerca de Szechenyi a uno de los monumentos que más orgullosos los húngaros están de él, la plaza de los Héroes Hosok Tere, muy parecida a la que hay en Berlín con un gran monolito con un ángel. En Hosok Tere que está al final de la Avenida Andrássy además del monolito que representa a los caídos por la II Guerra Mundial hay una gran estatua representando a la siete tribus magiares que fundaron el país, alrededor también tenemos algunos museos donde había un cartel gigante dedicado a la paprika, ingrediente fundamental en este país. Allí hicimos las fotos de rigor porque tampoco había más que hacer. Pensamos en darnos una vuelta por el parque que hay al lado que se llama Varosliget y que está muy cerca del balnerio Szechenyi, fue todo un acierto porque había una gran animación en él. En los bares dentro del parque habían montando pantallas gigantes por los JJOO y nos sentamos a tomar algo. Recuerdo que en el bar me enteré que la selección española de baloncesto había ganado a Francia en los cuartos de final y la gente estaba viendo el partido de waterpolo de Hungría contra Italia, a cada gol húngaro se producía una gran algarabía, lo malo es que perdieron el partido. Allí me tomé un Aperol Spritz de aperitivo para antes de la cena. Muy contentos por la tarde que habíamos pasado cogimos de nuevo la línea 1 en la parada Hösök Tere para bajar de nuevo al hotel y así arreglarnos para la cena.

Como se nos había hecho un poco tarde debido a nuestra parada en Varosliget decidimos que para cenar nos quedaríamos cerca del hotel y así no empezaríamos a dar vueltas, que allí los horarios son diferentes a España. En Vorosmarty Ter hay una gran cantidad de terrazas y el elegido fue el restaurante italiano de pasta Boom Etterem donde comimos pasta y había un grupo de mujeres españoles, ese día como ya he dicho nos perseguía la gente de la península ibérica. El sitio es normalito y fue para salir del paso, la cena no muy cara pero para un húngaro sí sería bastante cara, lo más destacable era la decoración y se notaba que era así un poco pijito.

Después de cenar nos fuimos a investigar andando para llegar a la gran sinagoga judía que hay en Budapest y muy cerca de Vorosmarty Ter al lado de la pastelería Gerbeaud que ya hablaremos otro día de ella, me torcí el tobillo mirando el mapa para orientarnos, fue una putada porque hice un poco de daño y menos mal que me llevé una tobillera en el equipaje y con ella pude tirar el resto del viaje. Pillamos el metro en Deák Ferenc Ter para en la línea 2 (roja) movernos a Astoria, que es donde se indica que está más cerca la sinagoga pero no la encontrábamos, por la avenida Karoly krorut dimos varias vueltas hasta que al final ya encontramos en Dohany Utca donde está el gran templo y así verlo iluminado de noche. El objetivo para llegar aquí era simplemente llegar al barrio judío porque allí tenía apuntado un garito al que ir, paramos un poco para ver la sinagoga de noche y de paso me senté a ver como se encontraba mi tobillo.

Con algo de preocupación pero viendo que podía seguir, nos fuimos a otro de los grandes garitos de noche que hay en la ciudad, el Szimpla Kert, situado en Kazinczy Utca 14, una zona donde había varios bares que tenían bastante buena pinta, pero este era el más famoso y para allá que fuimos, me recordó bastante al de la noche anterior en Instant porque también tenía aspecto de casa okupa bien organizada, con sus graffitis y varias salas. Me estaba sorprendiendo mucho los clubs en Budapest porque siendo un miércoles estaban hasta arriba de gente y había mucha animación, es algo que no esperaba, aquí ya no encontramos españoles. Primero nos dimos una vuelta para verlo, es muy recomendable y luego ya nos pillamos una copa para bebérnosla sentados en un viejo Trabant desgüazado, había muchas más curiosidades en el lugar, mesas con tableros de ajedrez para jugar, butacas de cine que daban a una pared que proyectaban imágenes y gente sacando dinero en un cajero que estaba dentro del bar, curioso que tengas la impresión de que el sitio se está cayendo en pedazos y haya un cajero. Más abajo en la entrada podréis ver varias fotos del lugar, no os las perdáis. No disfruté del todo la experiencia porque estaba preocupado por el puñetero tobillo y Olga me daba ánimos, ella me ayudaría en lo que me hiciese falta.

Acabamos la noche paseando por Kiraly Utca, buscaba un sitio que lo intentamos varios días y que nunca logramos dar con él, es el Gödör Klub, si alguien ha estado en ese sitio que se pronuncie y me diga que tal está, porque es que no hubo manera. El día se estaba acabando y por Erzsébet tér ya no quedaba apenas gente y fuimos para el hotel, no miré hacía arriba a ver si veía la Luna, en mi cabeza había otras preocupaciones físicas porque en esos momentos no sabía si el viaje podría continuarlo en buenas condiciones, había sido un gran día donde en un momento se fastidió la cosa. Menos mal que la cosa no fue a mayores y al día siguiente iríamos al Mercado Central y disfrutaríamos de otro balneario en el Hotel Gellert, pero eso ya será en la siguiente entrada.



Parlamento de Hungría. Exteriores.



Kossuth Ter.



Entrada al Parlamento.



Cruz torcida de San Esteban. Sacra Corona húngara.



Salones en el Parlamento.



Cámara de diputados en el Parlamento.



Museo Neprajzi. Kossuth Ter.



Tranvía 2 bordeando el Danubio.



Vaci Utca.



Vorosmarty Ter.



Balnerio Szechenyi.



Balnerio Szechenyi.



Balnerio Szechenyi.



Hosok Tere. Plaza de los Héroes.



Hosok Tere. Plaza de los Héroes. Tribus magiares.



Varosliget. Parque de la ciudad.



Monumento a la vida en la Gran Sinagoga Judía de Budapest.



Entrada al Szimpla Kert.



Szimpla Kert.



Szimpla Kert.



Kiraly Utca.

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martes, 30 de julio de 2013

Paprika, Gulash y Sziget. Köszönöm Budapest. Día 1

El martes 7 de Agosto fue nuestro primer día completo por Budapest y dimos buena cuenta de él yendo a un montón de lugares y haciendo múltiples actividades, siempre pasa al principio de un viaje que los primeros días lo tomas con mucha ilusión, quieres descubrirlo todo, afrontas esos mini retos de localizarte por la ciudad, encontrar sitios sorprendentes, empezar a utilizar el transporte público del lugar y como todo es nuevo te hinchas a realizar cosas porque te puede más la ilusión de la novedad que el cansancio. Intentaré no hacer una entrada muy larga y tediosa para explicar todo lo que hicimos este martes de Agosto soleado con una temperatura alta pero agradable.

En primer lugar hay que explicar una cosa básica sobre esta ciudad, está dividida en 2 partes, la parte antigua que es donde se ubican las colinas, se denomina Buda, allí está el Palacio Real, el Museo Nacional y las casas más antiguas de la ciudad. La parte nueva es el llano y se denomina Pest, es donde vive casi todo el mundo. Nuestro hotel Sofitel se ubicaba en Pest pero al lado del Puente de las Cadenas que al atravesarlo te encuentras en Buda. Una ubicación estupenda.

Comenzamos el día un poco perdidos con nuestro mapa de la ciudad a ver que descubríamos, primero desfilamos por Jozsef Attila Utca para desembocar por la plaza Isabel (Erzsebet Ter), una bonita plaza al lado del hotel que nos daría muy buenos ratos en el futuro y por la que pasamos muchas veces. El objetivo era llegar a la catedral de San Esteban y no estábamos yendo por el camino correcto, así deshicimos lo andado y por el Hotel Four Seasons llegamos a la calle Zrinyi Utca, una calle peatonal llena de comercios y restaurantes donde al fondo se ve la Szent Istvan Ter (Plaza de San Esteban), una calle muy animada donde en un palacete ubicado aquí podíamos contratar el viaje en barco para un mini crucero por el Danubio con cena incluida, así que no lo pensamos mucho y ya lo contratamos para el domingo 12, sería un bonito broche final al viaje.

Una vez delante de la Catedral nos animamos a visitarla por dentro, desde luego entre Olga y yo bajábamos bastante la media de edad de los visitantes del lugar pero merece la pena ver un edificio tan bonito y si tienes suerte como nos pasó a nosotros puedes ver el brazo incorrupto de San Esteban y algunos cuerpos de santos embalsamados, siempre ese toque tétrico eclesiástico me ha fascinado, además esta Iglesia es diferente a como es una Catedral en España, había múltiples banderolas y banderas de distintos clanes o tribus, recomiendo la visita sin duda. Y como en Hungría y todo el resto de Europa se come más temprano que en España nos quedamos en Szent Istvan Ter a comer, el sitio elegido fue un restaurante alemán, fuera corría una ligera brisa y creo recordar que me pedí una hamburguesa con una cerveza alemana, no tenía mucha hambre y más bien nos sentamos a descansar un poquito.

Por la calle Sas Utca vimos tiendas y restaurantes interesantes después de comer, se nota que estábamos en una de las zonas más nobles de la ciudad y de nuevo desembocamos por Erzsebet Ter, así ya nos íbamos haciendo un poco idea de la cuadrícula del centro de la ciudad. Queríamos llegar a alguna parada de metro cercana al hotel y nos dimos cuenta por el plano que estábamos al lado de Vorosmarty Ter, otra plaza peatonal muy bonita donde al fin encontramos el metro y donde sacamos por muy poco dinero un abono para movernos durante una semana por Budapest. Este metro tiene la peculiaridad que es el más antiguo de la Europa Continental, sólo el metro de Londres es más antiguo y la verdad es que se nota, pero todavía no íbamos a montar en él. Nuestro pensamiento fue que ya que estábamos descubriendo cosas es que fuéramos de excursión a la otra parte de la ciudad, a Buda, y para ello pasando por el hotel nos encaminamos hacia el Puente de las Cadenas (Lanchid), así veíamos unas bonitas vistas del Danubio con el Parlamento a un lado y el Palacio Real al fondo. Además que el simple hecho de pasar por el famoso Puente de las Cadenas es una experiencia única, estás pasando por uno de los puentes más conocidos del mundo. Al fondo te encuentras la plaza Adam Clark Ter ya en la parte de Buda, el que denominan el KM 0 de Budapest. No tiene gran cosa el lugar, únicamente un funicular que te sube a la colina donde está todo lo interesante y a la vez turístico.

Así que subimos por el funicular para ahorrarnos la caminata para subir por la colina y llegamos a la parte turística que todo visitante ve en Budapest, en pocos metros tienes el Palacio Real y el Museo Nacional de Hungría. Allí hicimos una parada técnica para tomar algo fresco porque el calor estaba apretando y en un chiringuito al lado del Palacio Real nos clavaron un precio más europeo por un par de bebidas, pocos húngaros se paran allí para beber algo. El lugar era muy bonito por la arquitectura de los edificios y las hermosas vistas que desde la colina ve uno al otro lado del Danubio la zona de Pest. Todo rodeado de múltiples banderas del país, ya que, los húngaros son gente bastante nacionalista y en los últimos tiempos con el gobierno conservador de Viktor Orbán ese sentimiento se ha agudizado, de hecho se está pasando a extremos algo peligrosos con temas de racismo y xenofobia hacia judíos y gitanos, hay un sentimiento antieuropeo bastante latente, siendo un turista te tratan muy amablemente pero si observas un poco más allá te das cuenta de que muy a gusto no están.

Continuamos nuestra excursión por la parte de Buda por Tarnok Utca para ver la construcción que en mi opinión es la más bonita y que nadie tiene que perderse de esta ciudad, el Bastión de los Pescadores, que es una terraza donde uno ve 7 torretas correspondientes a las 7 tribus magiares que fundaron Hungría y en el centro de la terraza tenemos la estatua de Esteban I, aquí es donde mejores son las vistas a la parte de Pest y al lado tenemos la bonita Iglesia de San Matías, el lugar es un sitio tan privilegiado que allí al lado se ubica el Hotel Hilton, lo malo de estos casos, la gran cantidad de turistas que te encuentras allí. Para más información sobre el lugar dejo este enlace Bastión de los Pescadores. Así que dimos una pequeña vuelta para descubrir más sitios interesantes en la colina. Yo llevaba apuntado que muy cerca de allí hay una pastelería muy recomendable y fuimos a buscarla, es la Pastelería Ruszwurm en Szentháromság Utca, a mí me apetecía merendar porque había comido poco y nos quedamos en la parte de dentro que tenían un aparato de aire acondicionado, todo un lujo en este país. El sitio es muy pequeñito pero los pasteles excelentes, la especialidad es Dobos Torta que es un bizcocho con chocolate, sin duda lo recomiendo.

Había llegado el momento de perdernos un poco por la parte de Buda por las calles donde no pasan los turistas, en Hess Andras Ter nos sentamos a fumar un cigarro en unos banquitos donde la brisa corría suavemente y vimos algunos restaurantes que llevaba apuntado en mi guía, sitios que luego no degustamos porque ir de noche a la parte de Buda es más incómodo que ir a la parte de Pest que está mucho mejor comunicada. Por la calle Fortuna Utca hay una tranquilidad que te da mucha paz y eran calles muy bonitas, aunque algunas en obras, pero te hacías una idea de que esta parte de la ciudad es la que más encanto tiene. Yo quería llegar a la parada de metro Széll Kálmán Ter de la línea 2 (roja) y nos perdimos un poco, pero al fin Olga se orientó mejor que yo y pasando por Batthyány tér llegamos fácilmente a la parte baja de Buda. De nuevo ya estábamos inmersos en el ruido de la ciudad y había una gran estación donde al lado pasaban muchos tranvías y dentro de la misma estación había un centro comercial, eso sí, al ser una zona un poco más alejada no te encontrabas más que a húngaros, teníamos la sensación de ser los únicos extranjeros en esa plaza.

Nos dispusimos a hacer nuestro primer viaje en metro por Budapest, es bastante sencillo porque sólo hay 3 líneas de metro y simplemente hay que mirar en la dirección que vas, es bastante antiguo y esta línea 2 es bastante profunda, los vagones son como los de los años 40 en Madrid, llenos de pintadas y con mucho calor. Viendo el plano durante el viaje descubrimos que hay una parada para ir al Ferenc Puskas Stadium, en Hungría es toda una leyenda este jugador magiar que estuvo en las filas del Real Madrid, es la cabeza visible de la mejor generación de futbolistas que nunca tuvo la selección húngara, llegaron a derrotar a Inglaterra por 6-3 en Wembley y posteriormente por 7-1 en Budapest, todavía se venden camisetas de Puskas con el recuerdo de aquella selección increíble, sólo les faltó ganar el Mundial del 54.

Nuestro destino era Deák Ferenc Ter que es donde confluyen las 3 líneas de metro de la ciudad, está a unos 500 metros del hotel y nos venía estupendamente para ir un rato a descansar antes de ir a cenar, cual fue nuestra sorpresa que en la plaza había una animación siendo Martes que nos hizo retrasar nuestra llegada al hotel, en múltiples bares de la plaza en pantallas gigantes ponían imágenes de los JJOO y los jóvenes estaban de botellón o con sus monopatines haciendo piruetas, así que nos lo tomamos con tranquilidad y nos sentamos un ratillo por allí para disfrutar junto a los húngaros de los Juegos de Londres, les encantaba ver el waterpolo y el balonmano que es donde tenían buenas selecciones con opción a medalla.

Ya en el hotel Sofitel vimos que aún nos daba tiempo a darnos un bañito en la piscina cubierta y así nos refrescábamos un poco del calor que habíamos pasado durante el día, por la noche teníamos un gran plan para descubrir otra parte de la ciudad. Así que nos arreglamos y nos fuimos a Vorosmarty Ter para esta vez sí coger la línea más antigua de metro de la ciudad, la línea 1 (amarilla) hasta la estación de Oktogon, aquí queríamos descubrir dos de los lugares más famosos en Budapest, la Avenida Andrássy que para entendernos es el equivalente a la Gran Vía pero mucho más larga y la plaza Liszt Ferenc Ter conocida por estar la estatua del famoso y gran músico húngaro Franz Liszt y que es una zona de restaurantes y animación nocturna.
En pocos metros tienes en la plaza múltiples opciones que en la guía teníamos apuntadas, al final nuestra elección es el conocido Menza Cafe, un sitio moderno y vintage que para haceros una idea iban lo más moderno de Budapest. La comida no fue gran cosa, no recuerdo lo que pedí, pero si recuerdo que nos echamos un amiguete sueco, en la mesa de al lado había un hombre sólo cenando y en mitad de la cena nos preguntó si éramos españoles, nos sorprendió mucho su pregunta y le preguntamos porque creía que éramos de España, a lo que nos dijo que sonreíamos mucho y se nota que lo estábamos pasando bien. Estuvimos un rato hablando con él, nos enteramos que era sueco y le dijimos que habíamos estado en Malmö el año anterior, cosa que le dio mucha alegría, había cogido el coche desde Suecia y nos comentó que le gustaba mucho Hungría, con nuestro inglés macarrónico tuvimos una charla animada con él y nos echamos unas risas.

Nos despedimos del sueco deseándonos buena suerte durante nuestra estancia allí, la parte nocturna es de la que me encargo yo y quería buscar para empezar la noche el Club Underground que está situado en Teréz Körút 30, es un club homenaje a la película de Emir Kusturica del mismo nombre pero nos encontramos que estaba cerrado, por lo visto sólo abren los fines de semana. Pero bueno, había más opciones y no pasaba nada porque en la zona de Oktogon está el Broadway húngaro que es la calle Nagymezo Utca donde hay cantidad de teatros y bares para tomar algo por la noche. Es una calle imperdible que hay que visitar porque tiene de todo, teatros, estatuas, buena iluminación y muchos bares. Yo llevaba un lugar subrayado como imprescindible, el Instant Club en el mismo Nagymező Utca 38. El sitio fue una de las mayores sorpresas de este viaje, una gran nave con diferentes salas y ambientes, todo decorado por una única temática, los animales, veías recreaciones de aves volando, un jabalí como bola de discoteca, peces, conejos, etc... Era una especie de casa okupa pero bien organizada, nada más entrar te encuentras con la zona de fumadores, puedes tomarte una cerveza, jugar al futbolín, etc... En las diferentes salas había distintos tipos de músicas, había 2 plantas y el sitio estaba hasta arriba de gente siendo Martes, se notaba que había bastante extranjero moderno debido al Sziget y el ambiente fue cojonudo, bailamos música de Arcade Fire, Arctic Monkeys y recuerdo que había un pobre pagafantas bailando como si en ello le fuera la vida con dos húngaras que estaban tremendas pero que no se iba a comer nada el chaval.

Estuvimos un buen rato porque para que íbamos a buscar otro lugar si no encontraríamos un sitio mejor que aquel. Para volver a casa, el metro ya estaba cerrado, pero como no teníamos prisa alguna, decidimos bajar andando por la Avenida Andrássy para ver que es la zona principal de compras donde están las primeras marcas, recuerdo que en un 24 horas compramos tabaco que allí está mucho más barato y veíamos la luna en el cielo de Budapest, pasamos también por el edificio de la Ópera que es precioso. Había sido un día estupendo donde hicimos innumerables cosas, ya sólo quedaba atravesar Erzsebet Ter para llegar al Sofitel para un merecido descanso, nos quedaba todavía mucho por descubrir, pero eso ya será en siguientes entradas, al día siguiente veríamos el Parlamento húngaro por dentro e iríamos a nuestro primer balneario, que en Budapest hay muchos.



Catedral de San Esteban (Szent Istvan Ter)



Bóveda en la Catedral de San Esteban.



Hotel Four Seasons, al lado de nuestro Sofitel.



Lanchid (Puente de las Cadenas). El más antiguo y famoso de la ciudad.



Adam Clark Ter. Km 0 en Budapest.



Colinas en Buda, al fondo el llano de Pest.



En el Palacio Real.



Museo Nacional de Hungría.



Matyas Templom. Iglesia de Matías.



Bastión de los pescadores.



Pastelería Ruszwurm.



Szell Kalman Ter.



Metro Budapest.



Erzsebet Ter. (Plaza Isabel).



Menza Cafe. Listz Ferenc Ter.



Nagymezo Utca. El Broadway de Budapest.



Instant Bar. Nagymezo Utca.



Instant Bar. Nagymezo Utca.



Edificio de la Ópera en Andrassy Utca.

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domingo, 28 de julio de 2013

Paprika, Gulash y Sziget. Köszönöm Budapest. Llegada.

Desde hace unos años en las fechas de verano se ha convertido en una especie de tradición el escribir para todos vosotros, los pocos seguidores de este humilde blog, algún viaje realizado en el pasado. Este año vamos a continuar con ello y por orden cronológico toca un viaje que fue muy especial y que se realizó el verano pasado, hace casi un año exactamente. El destino es la capital de Hungría, Budapest, un lugar que es bastante habitual dentro de los circuitos turísticos pero que nosotros logramos darle un toque especial porque asistiríamos a nuestro primer festival de música fuera de las fronteras de la península ibérica, iríamos con una horda de modernos viajando en low cost para mezclarnos con públicos de diferentes nacionalidades compartiendo todos una única pasión, la música.

Antes de empezar a relatar cada uno de los días que pasamos allí, quiero agradecer a Olga la compañía tan buena que me brindó durante la estancia en Budapest, sin malos rollos, disfrutando cada día de cosas diferentes y aprendiendo del lugar. Además tuve un percance con mi tobillo izquierdo uno de los días y tuve que bajar un poco el ritmo porque me costaba un poco andar, Olga fue muy comprensiva con el problema y no le importaba adaptarse en todo momento y fue un gran apoyo. Para este viaje escribiré ocho entradas que se relacionan con la semana que estuvimos allí, en muchos de los ratos contaré algunas anécdotas relacionadas con los JJOO de Londres porque durante esa semana se estaban celebrando y tengo muchos recuerdos asociados a ellos de como los húngaros disfrutaban de algunos triunfos de los suyos, fue una experiencia agradable y sorpresiva ver como se viven estos eventos desde fuera de tu país, es muy diferente.

Las diferentes entradas para esta viaje se llamarán como dos de los ingredientes básicos en la cocina húngara que son la Paprika que es un pimentón picante y el plato estrella allí que es el Gulash que a diferencia de lo que en España creemos que es un estofado especiado no es así, es una sopa con carne y que está muy especiada, a mi personalmente me sorprendió el plato y lo probé, pero pica mucho y no me gustó. También nos referimos al Sziget que es el festival de música en verano que se celebra allí y que es conocido en casi toda Europa, ese año cumplía 20 años y es de los mayores del continente. Para el idioma, el húngaro es muy complicado, no aprendimos nada, junto al finlandés me ha parecido el idioma más diferente de los sitios que he estado en Europa, menos mal que esta gente todo el mundo sabía perfectamente inglés y se defiende uno allí con el idioma de Shakespeare.

Nuestra aventura comenzó un lunes 6 de Agosto que volaríamos a Budapest desde la terminal 1 de Madrid-Barajas a la terminal 2 de Budapest-Ferihegy, queríamos ir con tranquilidad porque teníamos tiempo de sobra durante una semana para ver esta bonita ciudad y no nos importaba perder el primer día para el vuelo. Nuestra compañía fue la espantosa como siempre Ryanair, el vuelo era a las 20:55 y esta vez teníamos una gran cola de gente para el embarque, era normal porque como en estos días se celebra el festival Sziget en la capital húngara pues estábamos rodeados de modernos-perroflautas que también iban al festival como también habíamos pensado nosotros hacer y que ya contaré esa experiencia en otra entrada. Salimos con muy poco retraso, cosa que fue agradable, pero siempre con Ryanair tendrás sorpresas como que en la cola de embarque la azafata te diga que cortes tu mismo la tarjeta de embarque por la línea de puntos para ganar tiempo, la gente que estaba al lado nuestro y nosotros nos reíamos porque es que son muy cutres. Una vez dentro del avión nos tocó al lado nuestro un hippie de unos 50 años maloliente y descalzo, menos mal que Olga estuvo al quite y espabilada y le ofreció cambiar de sitio para que pudiese ir junto a su mujer y su hija en 3 asientos y nosotros nos piramos a otra fila, menos mal, porque sino vaya 3 horas de vuelo nos hubiese dado el hippie, eso sí, tenía un Iphone y una tablet para que la niña viese los dibujos animados. Hippies sí, pero también nos gusta la tecnología de los imperialistas... Contradicciones del siglo XXI.

Llegamos a medianoche al Aeropuerto de Budapest y sin ningún problema recogimos nuestras maletas, esta vez no notamos climáticamente apenas el cambio de país porque en Hungría hace mucho calor como en Madrid, si acaso un poco más fresco, pero apenas no hay diferencia. Tras nuestro primer cigarro en tierras húngaras nos dispusimos a pedir un taxi para que nos llevase a nuestro hotel, desde España habíamos mirado que lo mejor para estos casos es un taxi que tiene una tarifa fija según la zona de la ciudad a la que vayas desde el aeropuerto. Hay varias compañías de taxi diferentes que ofrecen el servicio pero la mejor opción y más clara es la compañía Fö Taxi, de nuevo tuvimos que hacer un rato de cola para que nos montasen en uno de los taxis pero iban rápidos y muy eficientes. El camino hacia el centro de la ciudad recuerdo que fue un poco accidentado y me hizo ver que estábamos en la Europa del Este, el taxista no hablaba e iba a toda velocidad porque cuanto antes nos dejase, más tiempo tenía para coger a alguien más. Nada más salir del aeropuerto iba incordiando al taxista un coche de canis que eran de Serbia y el taxista tenía un cabreo bastante importante con ellos e iba jurando en su idioma, Olga iba acojonada y yo intentaba tranquilizarla pero en realidad estaba yo también bastante preocupado con este taxista loco que nos tocó.

Por lo demás durante el trayecto me recordaba las afueras de la ciudad un poco al viaje a Cuba cuando íbamos para el hotel, todo muy óscuro y sombrío, como muy típico de países comunistas, una vez que ya llegamos al centro a la zona de los puentes el panorama cambia radicalmente y todo está perfectamente iluminado y pasando al lado del bonito Danubio ya estás más tranquilo, es una ciudad preciosa para verla de noche, al fondo las colinas de Buda y el castillo iluminado y nosotros parando en nuestro hotel al lado del Puente de las Cadenas en la zona de Pest. Nos alojamos en el Sofitel Chain Brigde, un hotel de cinco estrellas que fue todo un acierto, aunque nuestra habitación no tenía vistas al Puentes de las Cadenas no importaba, la ubicación y el hotel son excelentes, yo lo recomiendo sin duda y de hecho nos encontramos en sucesivos días que algunos artistas que tocaban en el Sziget se alojaban allí. Está situado en Széchenyi István tér 2.

Una vez hecho el check in para la habitación, que por cierto, era muy bonita que parecíamos que estábamos en un palacete con nuestro mini despacho muy de época, nos asomamos por el gran ventanal que tenía la habitación. Al ser lunes no se veía gran animación, únicamente el silencio se rompía por algún coche (muy pocos) que pasaba por allí y que en los soportales que daban a la calle Jozsef Attila Utca había unas putillas que estaban super aburridas charlando porque no había clientes, estaban allí porque en nuestro hotel hay casino y van a ver si pillan algo. Ya era muy tarde pero no habíamos cenado, así que bajamos con nuestros florines húngaros sacados en España a una tienda 24 horas en Dorottya Utca a realizar nuestra primera compra, la conversión es 1 euro son aproximadamente 270 florines, un poco lioso para saber lo que estabas pagando. Compramos unos sandwiches vegetales de un pan que estaba bueno y me acostumbré a que allí a todo le echan pepino con lo poco que me gusta a mí, para beber tienen muchas pijotadas de coca colas y bebidas de muchos sabores, el dependiente muy amable y comprensivo porque éramos guiris y con un buen inglés nos atendió con lo tarde que era.

Cenamos nuestra compra y vimos un rato la tele, ya era muy tarde y nos esperaba por delante descubrir muchas cosas al día siguiente, creo que ya las putillas se habían ido ya aburridas, no alcancé a ver mi primera Luna en Budapest pero no podía perderme que en los próximos días la vería reflejada en el Danubio, un río que en Viena me había decepcionado bastante y que en Budapest ves su inmensidad.



Que nos vamos al Sziget.



Fö Taxi en el aeropuerto de Budapest.



Hotel Sofitel Chain Brigde.



Tejado del Sofitel Chain Bridge.



Zona desayuno en Sofitel Chain Brigde.



Vistas desde el restaurante del Sofitel al Puente de las Cadenas (Lanchid).



Soportales en Jozsef Attila Utca.



Dorottya Utca, una calle que la íbamos a pasar bastantes veces por ahí.

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