De nuevo como cada Navidad y teniendo vacaciones, vamos a afrontar otro de los viajes en el blog que fue ya realizado hace tiempo. Nuestro destino es Edimburgo, capital de Escocia, un viaje que realicé en 2013 junto a Olga, fue un viaje extraño en nosotros porque lo hicimos en Marzo donde la climatología nos era adversa pero fue un viaje muy especial, donde lo pasamos muy bien y del que tengo muy buenos recuerdos. Además me apetece mucho comentarlo en estas fechas navideñas donde hace bastante frío y allí pasamos mucho con nevadas y ventiscas, me ayuda a ponerme a recordar más fácilmente esos días que pasamos por allí. Durante estos días iré colgando una entrada por jornada que se realizó en el viaje, en total fueron 5 días completos.
Como ya es tradición, antes de empezar quería dar las gracias a mi acompañante en este viaje, Olga me ayudó bastante y lo pasé muy bien con ella, en muchos momentos este viaje le recordaba a Asturias, donde también todo es verde y hace bastante frío, estaba más acostumbrada que yo y además fue muy previsora con la ropa de abrigo. Le pone bastante paciencia a los viajes al extranjero, porque si bien normalmente yo hago las búsquedas antes de viajar, luego es ella la que le mando a hablar en inglés cuando ya estamos en el destino.
En esta entrada llegaremos hasta nuestro lugar de residencia en estos días que fue el Hotel Premier Inn Edinburgh Central en Lauriston Place. Nuestro vuelo fue el 16 de Marzo de 2013 con la compañía de bajo coste Easy Jet. Partimos desde el aeropuerto de Barajas a las 12:30 para llegar a Edimburgo a las 14:25 hora local de Escocia, ya que allí al igual que en Inglaterra es una hora menos que en España. Fue un vuelo sin incidencias, normal y sorprendentemente sin retrasos, llegamos a nuestra hora a Escocia, en el avión comimos algo ligero porque luego no nos daría tiempo a comer en Edimburgo, de hecho no tenían apenas cosas para comer, llegaríamos para la cena de ese Sábado. En la cola del embarque vimos a una de las chicas que salía en el programa de Españoles por el mundo, del que luego nos contaron una anécdota de ella ya en Edimburgo.
Una vez que aterrizamos en Escocia nos recibió la lluvia, llevábamos muchos días mirando desde España que tiempo nos iba a hacer en Edimburgo, era nuestro principal temor pero es verdad que luego una vez que has hecho el viaje y ves que es diferente, también lo aprecias y te saca una sonrisa ante las inclemencias. Para ir del aeropuerto al centro de la ciudad hay autobuses que tienen unas pocas paradas y en unos 40 minutos has hecho el trayecto, sacamos ya el billete de ida y vuelta. Recuerdo que ese autobús pasa por el zoo de la ciudad que está bastante alejado. Ante nosotros teníamos delante una ciudad histórica, capital de Escocia donde es un lugar muy curioso, en primer lugar no hay metro y la ciudad se divide entre la parte vieja que es angosta con desniveles y donde se ubica el Castillo de la ciudad y la parte nueva que es plana, donde vive la mayoría de la gente y donde están los principales negocios.
El bus te deja en la parte nueva y llana, muy cerca de la calle principal que es Princes Street. Una calle que recorreremos algunas veces durante este periplo. Con nuestras maletas enfilamos por Lothian Road viendo lo bonito es el Waldorf Astoria Edinburgh, había que andar un poco para llegar a nuestro hotel y yo iba sin paraguas porque me molestaba. Cual fue nuestra sorpresa que a la altura del Usher Hall, una magnífica sala de conciertos, se puso a nevar, ya no sólo es que nos molestase la lluvia sino que los copos blancos caían sobre nosotros y nuestras maletas, no tuve más remedio que sacar mi paraguas, a Olga al principio le hizo mucha gracia y estaba hasta contenta, con el paso de los días ya no le hacía tanta ilusión sin duda. Cuando se te rompen los paraguas no mola nada.
Desde Lothian Road a mano derecha se llega a Lauriston Place que es donde estaba nuestro alojamiento. Para la elección de nuestro hotel lo tuvimos muy claro desde el principio, tendría que ser en la parte vieja de la ciudad y lo más cerca del Castillo y la Royal Mile, es lo más estratégico del centro de la parte antigua que uno puede estar. Edimburgo es una ciudad bastante cara, nosotros echamos el resto porque eran 5 días y no íbamos a ir a hoteles muy alejados del centro o a casas donde tienes el desayuno incluido, una opción que mucha gente contrata y que me han hablado muy bien de ella, además es una manera de practicar el idioma y tener contacto con gente autóctona. Más barata que ir a un hotel céntrico como hicimos nosotros.
Hicimos el check in en el Premier Inn, un hotel bastante básico, habitación pequeñita, había un armario que era bastante malo porque apenas se podía guardar ropa y nos dieron una habitación interior donde se veía un patio cutre, desde luego el alojamiento en Edimburgo es muy caro. Por lo menos la zona estaba bastante bien porque para bajar al Grassmarket eran unos 5-10 minutos andando. Por la ventana pequeña de la habitación mirábamos la nevada que ya iba remitiendo, yo puse cara de alivio. Un pequeño descanso y afrontaríamos nuestra primera noche en la ciudad. Pero eso ya será en la siguiente entrada.
Princes Street.
Waldorf Astoria.
Lothian Road. Cines Odeon.
Usher Hall.
Premier Inn City Center. Lauriston Place.
Habitación Premier Inn.
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