El domingo 17 de Marzo amanecimos un poco tarde tras la buena juerga del Sábado que ya conté en la anterior entrada, iba a ser un día largo y bastante bueno, con muchas actividades que intentaré resumir para que no salga un churro de entrada que sea un poco tostón.
Directamente como el día anterior, bajamos por Lothian Road hasta Princes Street, estaba lloviendo y tuvimos que sacar los paraguas por la calle principal, mientras tanto veíamos el impresionante Walter Scott Monument erigido en honor a este autor escocés y que se puede subir para ver Edimburgo desde arriba, pero no hacía tiempo para ello y además era ya un poco tarde y había que ir a comer. El sitio elegido para nuestra primera comida en la ciudad fue Café Royal, que está en West Register Street en New Town, un bonito lugar, también lleno de historia y esta vez mucho más pijo que lo que visitamos la noche anterior. Pedimos una mariscada, que allí en Escocia es muy bueno el marisco, no nos salió barato pero cuantas veces uno se come una mariscada en Edimburgo, había que hacerlo, observad las fotos del lugar porque realmente merece la pena.
El tiempo se iba aclarando y la lluvia iba dejando paso a los primeros rayos de Sol, así que raudos nos dispusimos a descubrir la ciudad, pateándola porque había muchas cosas que ver, en primer lugar te encuentras al final de Princes Street el Hotel Balmoral y la estación central de trenes que se llama Waverley Station, estábamos en la zona nueva de la ciudad que es donde están la mayoría de hoteles, servicios y comercios. La ruta continuaba por North Bridge, que ves desde arriba la estación de trenes de Waverley y te encuentras otro de los grandes hoteles de Escocia y sede del periódico escocés The Scotsman.
Cada vez iba saliendo más el Sol así que decidimos alargar el paseo, siempre pasa lo mismo los primeros días de un viaje donde uno va a una ciudad que no conoce, lo quiere ver todo, quiere descubrirla, es una curiosidad innata que espero que Olga y yo nunca perdamos porque ahí residen las ganas de viajar y disfrutar viendo cosas nuevas. Nuestro objetivo ya que pillábamos algo de buen tiempo era llegar a Holyrood Park que ya está a las afueras de la ciudad y ver un parque con un poco de Sol es mucho agradable que ir nevando o lloviendo. Para llegar hasta allí nos hicimos andando la parte de la Royal Mile menos conocida que es Canongate, que en mi caso me pareció bastante interesante al no ser tan turística, ves unas casas muy bonitas, había un pequeño cementerio y al final desembocas por el nuevo edificio del Parlamento de Escocia, una construcción bastante fea que no pega nada con un lugar tan señorial, básicamente es un pegote moderno hecho por Calatrava, así que os podéis imaginar, más abajo he dejado una foto para que le echéis un vistazo.
Esta zona merece la pena visitarla y yo lo recomiendo, Holyrood Park es bonito, la gente de allí va de paseo a este parque y los aficionados al trekking se suben a la colina donde está ubicado el Arthur's Seat, no es nada difícil de escalar y no hace falta ser un experto, nosotros no lo hicimos porque el viento ese día corría bastante helado, así que imaginábamos que arriba sería un poco durillo. Además como el día anterior estuvimos con los escoceses presenciando como cantaban el himno de Escocia muy repúblicanos pues hoy íbamos a ver la parte monárquica de los escoceses y su devoción a la Reina de Inglaterra visitando el HolyRood House Palace, residencia oficial de la Reina cuando está de visita en Escocia. El edificio es muy bonito pero lo más interesante es la tienda de regalos, dios mio que horteras que son con los souvenirs de la Familia Real inglesa, aún recuerdo las risas que me pasé en ese lugar.
Nos faltaba para culminar el paseo dar una vuelta por la Royal Mile que apenas habíamos pasado por ella, simplemente de refilón para ir a otros lugares, la parte más monumental se encuentra en High Street donde hay tiendas que venden el kilt escocés y admiras la impresionante Catedral de St Giles donde al lado se ubica el Corazón del Midlothian que son unas losas que forman un corazón, aquí se encontraba antes la prisión de Edimburgo y ahora es tradición escupir dentro de él para que tengas buena suerte, para mí una asquerosidad y otra turistada, recomiendo no pisar dentro, seguro que está resbaladizo. En todas las ciudades siempre hay alguna tradición de estas que te dan buena suerte o que si lo haces vuelves a esa ciudad.
En está zona también hay otras atracciones como Mary King Close y el Ayuntamiento, pero ya hablaremos de esos lugares en otra entrada del viaje. Había que hacer ya una parada después de tanto paseo y como estábamos muy cerca nos acercamos por George IV Bridge a una cafetería muy famosa en Edimburgo. The Elephant House es el lugar donde la autora inglesa JK Rowling empezó a escribir la saga de libros infantiles sobre Harry Potter. Ahora es un lugar muy famoso y de culto por este motivo. La cafetería está bien en la parte de dentro que hay un tea room, desde ahí se ven unos colegios de la ciudad que seguro que inspiraron a la autora para crear Hogwarts porque son muy parecidos al colegio de la película. Rowling se mudó a vivir a Edimburgo porque la vida es algo más barata allí que en Londres y se encontraba en paro.
Tras un chocolate caliente que entona el cuerpo un mes de Marzo vimos la estatua del perro Greyfriars Bobby, un perro de la raza Skye Terrier que permaneció hasta su muerte al lado de la tumba de su amo John Gray, os dejo el enlace de la wikipedia de esta peculiar historia de Greyfriars Bobby, enfrente de la estatua del perro se encuentra el edificio del National Museum of Scotland, donde se encontraba la oveja Dolly pero ya era muy tarde para verla porque estaba cerrado. En vez de ver a Dolly nos fuimos al cementerio de Greyfriars que es uno de los más antiguos de la ciudad y que merece la pena su visita, en la entrada al lugar hay un cartel de gente famosa enterrada allí, yo no conocía a ninguno.
La noche ya caía sobre Edimburgo y había que disfrutar de la noche de San Patricio, así que fuimos para el hotel a descansar un poquito y cambiarnos para salir. Como habíamos andado bastante durante el día pues por la noche lo haríamos cerca del hotel y como la noche anterior nos quedamos con las ganas de estar en Victoria Street pues esta noche íbamos a cenar allí. El lugar escogido fue Howies, que es una cadena escocesa de restaurantes que tiene varios en el país. Yo me pedí carne de cerdo y Olga salmón escocés que estaba muy rico, para beber Olga se animó a probar una bebida de allí, el Irn Bru es una bebida naranja que nos recordó con su sabor al Kinnie maltés pero menos dulce que el de la isla del Mediterráneo. En definitiva un lugar mono donde te pegan un poco de clavada porque no era para tanto. Supongo que la localización del sitio también influye un poco.
Para la juerga nocturna llevaba apuntado un sitio cerca de la Royal Mile donde había un concierto de música celta, muy cerca del hotel Radisson en Southgate se ubica el Whistle Binkies, un pub muy grande y que me gustó un montón, con lo de la música en directo ya me tenían ganado pero es que además el lugar era bonito. Olga se encontraba un poco cansada y helada del paseo hasta el lugar desde Howies pero aún así se lo pasó bien y luego después de echarnos unas risas en este pub, nos bajamos a Grassmarket que es donde la gente no paraba de bailar por San Patricio y que mejor opción que acabar en el Biddy Mulligans en la misma plaza Grassmarket, el nombre del lugar es una canción folk irlandesa y es donde más animación había.
Así que brindamos allí con los borrachos escoceses e irlandeses hasta la hora que nos echaron del garito. Estábamos muy cansados de un fin de semana donde habíamos hecho un montón de actividades. De nuevo subimos al Premier Inn por Lady Lawson Street y West Port, que daba un miedo que no veas, apenas no veías a gente por la noche y además es que vaya manía tienen en las ciudades centroeuropeas de iluminar tan poco sus calles. Con el mal tiempo seguíamos sin ver la Luna escocesa, al día siguiente la cosa iba a empeorar aún más, la nieve nos esperaba, pero eso ya lo contaré en la siguiente entrada.
Walter Scott Monument.
Cafe Royal.
Dentro del Cafe Royal.
Mariscada de domingo.
Hotel Balmoral.
Princes Street. Hacia North Bridge.
Waverley Station.
The Scotsman. En el North Bridge.
Canongate. Royal Mile.
Holyrood Park, arriba el Arthur Seat.
Parlamento de Escocia.
Holyrood Palace.
Catedral de St Giles.
The Elephant House.
Greyfriars Bobby.
Cementerio de Greyfriars. Aquí el cartel de famosos enterrados allí.
Howies. Victoria Street.
Irn Bru.
Whistle Binkies.
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