jueves, 30 de diciembre de 2010

Kiitos Helsinki. Día 3.

El sábado 8 de Agosto fue un día largo y de mucho turismo, además amanecimos bastante tarde debido a la juerga del viernes por Annankatu y como hacia sol aprovechamos para ver una de las partes turísticas de Helsinki, la zona norte y llegar hasta donde más lejos nos fuimos de la ciudad, hasta el parque Sibelius. Salimos de nuestro hotel en Kauppiaankatu con dirección de nuevo a la plaza del Mercado y allí cogeríamos el tranvía 3T en Eteleranta hasta la iglesia de la roca, que en finés es Temppeliaukion kirkko.

Temppeliaukion kirkko es una iglesia luterana muy especial, construida en el año 1969, es una hendidura sobre la piedra, de hecho se usó dinamita para hacer la hendidura y conformar una bóveda que luego se acristaló y recibe la iluminación de luz natural dentro de la iglesia, su acústica es impresionante, de hecho dicen que es de las mejores del mundo para dar un concierto. Está situada en Lutherinkatu que ya forma parque del distrito de Töölö, que es el distrito que conocimos este día. Al llegar a la iglesia tras subir una cuesta bastante empinada, nos encontramos una boda que acababa de terminar. Como no, y esto es "typical spanish" había varios españoles merodeando por allí y no se oía nada más que gritos de "Vivan los novios", mientras los invitados finlandeses simplemente sonreían con caras de sorpresa ante el bullicio y algarabía hispánica, por qué siempre tendremos que dar la nota?? Al terminar de irse los invitados de la boda, pudimos pasar dentro de la Iglesia y es muy bonita y recomendable ver, lástima que sólo nos dejaran unos 10 minutos de estancia porque luego se iba a celebrar otra boda, pero nos dio tiempo a echar unas fotos y admirar esta impresionante construcción.

Una vez que salimos del Temppeliaukion decidimos dar una vuelta por el barrio con el mapa en mano, el objetivo era llegar hasta Mannerheimintie para ir descubriendo la zona norte y salir un poco de lo que es la parte central de la ciudad. Como os podéis imaginar si ya habéis leído las demás entradas, si en el centro ya hay poca gente, por este distrito es que ya prácticamente no pasa nadie, hay muchas casas pero por aquí te encuentras más bloques de pisos, parecía como una zona residencial pero de puertas abiertas y en plena ciudad, en Helsinki no existe el concepto de caos o tumulto, así que, en esta zona la tranquilidad y el silencio eran unas constantes, sólo pertubada de vez en cuando por el sonido de los múltiples tranvías que pasan por Mannerheimintie. Se estaba haciendo ya tarde porque nos habíamos levantado a las mil y al lado del Parlamento de Finlandia encontramos otro de los sitios que llevaba apuntado en mis hojas. No puedo comentar mucho del Eduskunta (Parlamento), es una gran construcción que emula mucho a las construcciones imperiales que hacían los nazis para demostrar su poderío, me parece que los finlandeses no están muy orgullosos de su parlamento.

Justo al lado de Eduskunta como he dicho anteriormente paramos a comer en el Happy Jazz Club Storyville, situado en Museokatu 8, este es uno de los garitos de Jazz más prestigiosos del mundo y han pasado por el grandes estrellas, es toda una referencia para el mundo del Jazz y cuando lo vi sentí una enorme alegría poder parar a comer en su terraza, no tenían gran cosa porque era comida americana pero me sentía orgulloso de haber llegado hasta él. En total, 3 mesas ocupábamos toda la terraza del Storyville y tenían un pequeño escenario que lo usarían para actuaciones por la noche, aprovechaban un poco que era verano para hacer actuaciones al aire libre. Por si alguien se quiere unirse a su grupo en facebook dejo el link Club Storyville. Pegando al club de Jazz admiramos unos instantes el Museo Finlandia para luego convertir en nuestro compañero fiel el tranvía 4T.

A través de este tranvía por Mannerheimintie hicimos varias paradas. La primera de ellas fue en el edifico de la Ópera Ooppera, un ejemplo de arquitectura finlandesa que me pareció bastante feo, el inspirador fue el gran Alvar Aalto que ha jugado un papel fundamental dentro del diseño del siglo XX. Lo más curioso es que vimos a la entrada de la Ooppera los cepillos que ponen en todas las entradas para que el público se limpie la nieve de los zapatos y así no mojar el suelo del edificio. De nuevo en nuestro 4T fuimos hasta el complejo deportivo que se construyó en Helsinki para las Olimpiadas del año 1952 en la ciudad. Tenía también muchas ganas de llegar hasta allí, porque el estadio olímpico de Helsinki es muy famoso, allí se han batido grandes récords y quería homenajear al mejor deportista finlandés de todos los tiempos, el formidable Paavo Nurmi, que fue quien portó la antorcha en la ceremonia de inaguración de estos JJOO. Pongo el enlace de una pequeña biografía suya de la wikipedia Paavo Nurmi . Hasta ahora es el atleta que más medallas olímpicas ha conseguido. En la entrada del estadio hay una estatua de su figura y por detrás del estadio de atletismo está el estadio de fútbol del club de la ciudad, el Helsingfors. Arriba en la torre se puede tomar uno un café.

Ahora ya andando porque estábamos bastante cerca, desfilamos por Sibeliuksenkatu para llegar a uno de los sitios más bonitos de la excursión, el parque Sibelius, en finés Sibeliuksenpuisto, un parque que eso en principio no tiene nada de especial, árboles, gente corriendo, etc... Pero en este tenemos el órgano del genial músico Jean Sibelius, una estatua gigante llena de tubos como los órganos de una iglesia donde el viento del parque los atraviesa y se supone que el viento se convierte en música, cosa que una vez que estuvimos allí no escuchamos. Eso sí, el monumento es muy bonito y merece la pena verlo. Además había una sorpresa porque detrás del monumento encontramos uno de los sitios más bonitos de Helsinki, el Mericantovägen. Un lago gigantesco dentro del parque Sibeliuksenpuisto que parecía que llegabas al fin del mundo, como si ya no hubiese más Helsinki. El sitio es precioso y recomiendo a todo el mundo que lo vea, al lado de la orilla había una casita de madera que era una cafetería que tiene pinta así de hippie. En ella pides tu consumición, que nosotros pedimos café y zumo, y te sientas a ver la orilla del lago, en pocos momentos de mi vida que recuerdo he sentido tal paz y tranquilidad como en el lago de este parque.

Teníamos que deshacer el camino recorrido porque ya habíamos llegado al extremo norte de la ciudad y lo siguiente era autopista. Nos dirigimos a la parada del tranvía 4,4T y antes de llegar al centro paramos para ver el lago más importante de la ciudad, el lago Töölö. También es muy bonito, aunque no comparable con el otro, había más gente, en barquita lo podías cruzar, enfrente había unas casas impresionantes, supongo que serán de personas de las más acaudaladas de la ciudad. Recuerdo unos bonitos jardines y mucha vegetación. Además a la salida del parque te encuentras otro monumento bandera de este país, es la Casa Finlandia, otro edificio de diseño que inspiró Aalto que no me gustó tampoco nada, fue una pequeña decepción con Aalto que luego se solucionó en nuestro último día por Helsinki.

Hasta ahí nuestro día turístico por la ciudad, ya habíamos visto muchas cosas y vivido grandes momentos, nos dirigimos al hotel para descansar y como no, reservamos la sauna, es un vicio que cuando lo tienes, no puedes dejarlo escapar y durante una hora nos relajamos con el calor. Luego subimos al apartamento a descansar durante un buen rato y prepararnos para la juerga del sábado noche. Cogimos nuestro tranvía 4T y fuimos por Aleksanterinkatu, teníamos pensado ir a un restaurante asiático que estaba al lado del Ice Bar, pero cual fue nuestra sorpresa que por las noches estaba cerrado, así que lo tendríamos que dejar para otro momento. Había que improvisar y por la calle principal de las compras hay una pequeña callecita como cerrada que está llena de restaurantes. No estoy muy seguro del nombre del sitio pero era una pizzeria, creo que era el Ravintola Raffaello, que Ravintola es otra palabra que aprendí del finés, significa Restaurante. En la pizzeria cenamos muy bien, a Olga le hizo especial ilusión porque tenían menús sin lactosa, otros sin gluten y te lo especificaba todo muy bien, allí estaba encantada porque en los restaurantes tenían una especial sensibilidad con las personas que tienen alergias a ciertos alimentos, cosa que me parece perfecto.

Tras la agradable cena en Raffaello fuimos a tomar un cocktail por la zona de Yliopistokatu que es donde está el Ice Bar, ya habíamos apuntado la zona como que era una zona de juerga y había que probarla, entramos en el Lime. Otro de los bares de Helsinki que recomienda la guía de los mejores bares del mundo Lime Bar y brindamos con un buen copazo, estaba petao pero todo el mundo tenía su mesa y estaba sentado. Después intentamos pasar al Redrum, que es un sitio donde pinchan DJ's y que me quedé con las ganas de ir porque siempre lo encontraba cerrado, dejo su web aquí Redrum Helsinki.

Optamos por pasear un poco porque no nos apetecía tanta copa como la noche anterior y fuimos por la calle Glogatan para llegar a Aleksanterinkatu y posteriormente subir para ver Kamppi. Por el Lasipalatsi nos tomamos algo y pasamos por la puerta del Tavastia Klubi pero esta vez no entramos, había mucha gente y no con pintas muy recomendables, lo dejaríamos para otro día. A pesar de ser sábado como siempre nos pasaba no veías mucha gente, ves un poco más y realmente creía que eran más ruidosos cuando se ponen borrachos pero es que tampoco hagan excesivo ruido y la monten, en eso son diferentes a sus vecinos escandinavos.

Estábamos bastante cansados entre el tute que nos habíamos dado el viernes y el sábado, nos disponíamos a ir a casa por la Norra Esplanaden pero hicimos una última parada que fue la mejor de la noche, porque al final de la avenida está el Svenska Teatern i Helsingfors Web del teatro, un teatro con restaurante y terraza que es una maravilla de sitio, era tan pijo que pensábamos que incluso a lo mejor teníamos algún problema en la entrada, pero que va, nos dejaron pasar y luego es que encima los precios no fueron caros, esa fue otra sorpresa en Finlandia, las cosas no eran tan caras como yo creía, cierto que te meten un montón de impuestos pero es un nivel de precios parecidos a Madrid. Había un ambiente estupendo en el Teatern y lo pasamos estupendamente tomando la última allí, prácticamente enfrente está el Hotel Kämp, por allí enfilamos hasta la Plaza del Mercado para volver a casa, de nuevo encontramos varias bodas que estaban terminando y varios borrachos merodeando por la Norra Esplanaden. Habíamos pasado un fin de semana estupendo que tendría su cumbre al día siguiente con el plan que nos aguardaba. Pero eso será en la próxima entrega, ahora tocaba ver la luna encima del edificio postal portuario donde ya habíamos echado nuestra carta a Santa Claus.



Un pequeño amigo finlandés saliendo del Temppeliaukion.



Temppeliaukion kirkko. Iglesia de la roca.



Temppeliaukion kirkko. Iglesia de la roca.



Eduskunta. Parlamento de Finlandia.



Happy Jazz Club Storyville.



Museo Finlandia.



Para limpiarse los zapatos antes de entrar a la Ooppera.



Estadio Olímpico de Helsinki.



Jean Sibelius.



Sibeliuksenpuisto.



Sibeliuksenpuisto.



Mericantovägen.



Lago Töölö.



Casa Finlandia.



Los abrazos rotos en Kamppi.



Svenska Teatern.

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