El miércoles 12 de Agosto nos amaneció en Helsinki con el tiempo un poco revuelto, lloviznaba y anticipaba el final del verano, habíamos tenido mucha suerte durante los días que estuvimos con el tiempo, hizo mucho calor y fue muy agradable, prácticamente sólo había que abrigarse un poco de noche, pero el día final se puso a llover, menos mal que este día lo habíamos dejado para ir de compras, acertamos de pleno con la visita del día anterior a Suomelinna. Salimos del apartamento con nuestros paraguas y un poco más abrigados. Fuimos a ver unas tiendas al lado del Senaatintori que vendían productos de Laponia pero enseguida tuvimos que buscar resguardo en el kiosko que hay en Eteleränta porque caía una chuza tremenda de agua. Allí durante un rato miramos Internet y la manera de sacar nuestras tarjetas de embarque para el vuelo del día siguiente, además tenían la edición internacional del periódico El País que la miré un ratito.
Una vez pasado el chaparrón cogimos el tranvía 3T para ir a Kamppi y desde ahí empezar nuestro tour por lo que se llama el Design District Helsinki, que es una agrupación de 25 calles y unos 170 miembros entre joyerías, galerías y restaurantes que conforman un colectivo muy conocido a nivel mundial que venden las excelencias del diseño del país. Para saber un poco más dejo su web aquí Design District Helsinki, su tienda más destacada es Artek, situada en Eteläesplanadi, 18 y basándose en el pionero Alvar Aalto venden mobiliario de diseño, en su web Artek se pueden ver algunas de esas piezas, por cierto, carísimas. Ese día hice las paces con Aalto, es un genio del diseño.
Al principio fuimos por nuestra ya conocida calle Annakatu que ya pertenece al colectivo para ir bajando hasta Uudenmaankatu, es una delicia pasear por este barrio porque la arquitectura de las casas es muy bonita y aunque el día era muy oscuro, veías las excelencias de uno de los mejores barrios de la ciudad. Desde Uudenmaankatu llegas a Erottajankatu donde está el Design Forum, que es como unos grandes almacenes del diseño, venden todo tipo de artilugios de cerámica, vidrio y mobiliario, eso sí, a unos precios que pocos bolsillos se los pueden permitir, yo recuerdo que allí compré para regalar un CD con la música del hotel Klaus K. Como ya era tarde y se puso caer agua de nuevo muy cerca fuimos a uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad y que está dentro de esta guía del diseño, el Bar 9, allí comimos en un lugar con una bonita decoración retro donde había mucho cultureta suelto, era de los sitios donde más gente había y los camareros no fueron tan amables como lo eran habitualmente en otros lugares.
Tras nuestra comida con los intectualoides nos acercamos para ver el hotel por excelencia del Design District, el Klaus K, un hotel de diseño de 4 estrellas situado en Bulevardi 2-4, las estancias según cual escojas están amuebladas en cuatro diferentes estilos, que son Deseo, Envidia, Misticismo y Pasión. Tras hacernos unas fotos por allí continuamos nuestro camino bajando para llegar a una de las calles principales del Design District que es Iso Roobertinkatu, una calle que en un tramo de ella es peatonal y donde se agrupan tiendas de moda, mobiliario, música, fotografía y librerías de Helsinki. Todo moderno que se precie tiene que pasear alguna vez por estas calles. Recuerdo que allí fuimos a una especie de tienda que no era de diseño, parecidas a las de 1 euro en España pero que te venden cosas de diseño a precio de mortal y compramos algunas cosas muy bonitas. También se encuentra el conocido restaurante We got beef.
Olga estaba disfrutando mucho con el día y le entró mucha alegría cuando en una de estas tiendas tan caras encontró un dodo de juguete, el dodo es un animal procedente de las Islas Mauricio, la bromilla costaba 155 euros, el juguetito. A mí también me entró mucha alegría porque encontré la mejor tienda de discos de la ciudad, es Stupido Shop y de ella salí bien surtido con un vinilo de Warsaw que era el grupo germen de Joy Division y el The Eternal de Sonic Youth, además de también el CD de Screamadelica de Primal Scream.
Desde allí ya subimos por Albertinkatu viendo muchas tiendas, hasta las peluquerías eran super fashion y pasamos por alguna librería donde Olga compró 'El principito' en finés para su amiga Gloria, aquí tengo que hacer un inciso porque resulta que los precios de lo que se considera cultura como libros, música o cine en Finlandia es más barato que en España, por la compra en Stupido Shop gasté menos de la mitad de lo que esa compra me hubiese costado en España, el vinilo de Sonic Youth allí fue 21 euros, sin embargo en Madrid el mismo disco luego lo vi al insultante precio de 39 euros, recuerdo que el CD de Primal Scream me costó la cifra irrisoria de 5 euros. Con los libros pasaba lo mismo y yo me decía, tengo que aprender finés porque la oferta era muy buena, con libros muy variados a precios mucho mejores que en España. Otro ejemplo más de como se cuida la cultura en los países escandinavos que no se hace al sur de Europa, luego, claramente, somos mucho más catetos y te dicen pirata.
Nos quedaba todavía una hora para el cierre de los comercios y Olga entusiasmada con tanta tienda quería verlas todas, recuerdo que compró un artilugio a pilas para batir líquidos y la verdad es que era un placer pasear por allí y ver los escaparates de las tiendas de sonido con unos tocadiscos super bonitos, teniendo más dinero, de ese barrio hubiese salido con más trastos que Paris Hilton cuando va de compras. Ya íbamos dirección norte cerrando el cuadrado del Design District y llegamos al centro comercial de Kamppi que está más rato abierto y también pasamos a verlo para hacer nuestras últimas compras, había una tienda muy rara de cosas japonesas y compré en otra un patito de goma amarillo para regalarle a mi primo pequeño.
Al lado de Kamppi estaba el Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki que es el Kiasma que me hubise gustado ver pero que no daba tiempo, por eso me extrañaba que la gente de allí dijera que no hay nada en su ciudad cuando resulta que en una semana por ejemplo no fui a ver el Kiasma ni el famoso mercado de Hakaniemi, en esta ciudad se pueden hacer un montón de cosas y encima no hay mucha gente. Dejo la web del Kiasma, que está muy chula Kiasma. Una vez terminadas las compras porque ya estaba todo cerrado nos concentramos en sacar las tarjetas de embarque del vuelo, teníamos que encontrar un sitio con Internet e impresora para poder hacerlo, ya que en el kiosko de por la mañana no tenían impresora, estando en una zona como Kamppi no tardamos mucho porque en el Lasipalatsi pudimos hacerlo en el Mbar, una cafetería muy moderniki en la explanada de Kamppi que fueron muy amables con nosotros.
Volvimos al hotel para dejar nuestras bolsas y vimos que podíamos despedirnos una última vez de la sauna, esta vez se agradecía más incluso porque como había llovido e hizo más frío pues nos sentó de maravilla para entonarnos. Quedaba disfrutar un poco de la última noche por la ciudad y nos fuimos temprano para despedirnos de nuestro restaurante de comida japonesa Wrong, que ya fuimos otra vez, tuvimos suerte y lo encontramos abierto. Después a modo de despedida nos fuimos al callejón de Aleksanterinkatu donde había un concierto al aire libre y había un montón de gente allí bebiendo y pasándolo bien. Fue una bonita despedida de la ciudad en ese callejón, yo con mi Lappin Kulta y Olga probando lo que era una sidra de pera. Después desfilamos por nuestro último paseo por la Norra Esplanaden, no queríamos ir a más sitios porque ya andábamos tristes porque nos teníamos que ir de Helsinki y además estaba el rollo de tener que hacer la maleta. Fue un paseo un poco de bajón, nos paramos un ratito en la Plaza del Mercado como hicimos el primer día para recordar nuestra llegada. La noche era más oscura y ni Suomenlinna ni la luna se divisiba. Eso sí, recuerdo que dormí muy tranquilo para lo que soy yo cuando tengo un vuelo al día siguiente.
Artek.
Uudenmaankatu. Design District.
Erottajankatu. Al lado estaba el Design Forum.
Hotel Klaus K.
Iso Roobertinkatu. Design District.
El Dodo en el Design District.
Kiasma. Museo de Arte Contemporáneo de Helsinki.
Explanada de Kamppi.
Furgoneta al lado del Mbar en Kamppi.
Brindando por la despedida con sidra de pera.
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