martes, 23 de diciembre de 2008

Nos vimos en Berlín (Danke Berlin). Capítulo 3.

Domingo por la mañana en Berlín, es el último día de excursión para mis compañeros/as que se van en el avión a mediodía y yo me quedo un día más por la ciudad para ir a sitios más vanguardistas como decía en el post anterior. El piso de Leipzigerstrasse 46 lo dejamos y yo me pillé una habitación en una cadena de Youth Hostels que era un poco desastre pero resultó estar al ladito justo del Tresor, volvía a estar donde la noche anterior, que casualidades y que pequeño es el mundo. El tiempo era desapacible y llovía, me temía que el día podría resultar un desastre, menos mal que luego se fue arreglando.

Para despedirnos, esta gente queria hacer una visita al Judisches Museum de Berlín (Museo Judío) cosa que sinceramente a mi no me hizo mucha gracia porque ir a museos de estas movidas de la II Guerra Mundial no me apetecen porque recordar cosas donde te llevan en fila para enseñarte cosas que han encerrado en un edificio me parece manejar un poco el pensamiento de las personas, no quiere decir que sea antisemita ni nada de eso, en mi opinión la propia ciudad ya tiene una historia que se nota en las calles y no en un museo donde los guardianes de la historia te cuentan lo que les da la gana, la historia está ahí afuera y hay muchísimos libros y biografía antes que leer que profundizar en piezas que ni siquiera sabes lo que son y que significan. Este museo se encuentra en Lindenstrasse 9-14 y fuimos por el metro (U-Bahn) hasta la parada de la U6 Hallesches. El edificio para colmo era bastante feo porque era de un diseño vanguardista pero resultaba horroroso para la vista. David y yo nos quedamos fuera tomando algo por ahí mientras hacían la excursión.

Una vez todos fuera fuímos a por las maletas a mi Youth Hostel este y nos despedimos de Joserra, Marina, las Raqueles y Paola que marchaban a Barcelona, David se quedaría unas horas más conmigo y ya habíamos pensado lo que íbamos a hacer, volveríamos donde estaba el apartamento de la primera vez que vinimos a Berlín en el 2005, al barrio de Kreuzberg, allí se encuentra como los dos decíamos en plan sorna, el "mejor museo de la ciudad de Berlín", el museo de los Ramones, grupo newyorkino de los años 70's que impulsó la música punk como fenómeno global, el museo se encuentra en Solmsstrasse 30 y son unos 70m2 dedicados por entero a los fans de este grupo, a la entrada un cuerpo de guitarra colgado en la pared pedía una ayuda para el museo y dejamos un par de euros cada uno y una vez dentro pues discos de los Ramones colgados de las paredes, música de ellos sonando todo el rato y un montón de fotografías del grupo. A destacar los posters de su película 'Rock and Roll High School', la portada del 'Rocket to Russia' y el primer número de la revista 'Punk' que de ahí surgió el nombre que da a ese fenomeno musical. Me compré como buen fan una camiseta del museo con el símbolo ramoniano y con una gran sonrisa salí de allí muy satisfecho por hacer esta visita, sé que soy muy mitómano y para alimentar mi mitomanía me resultaba imprescindible ir hasta allí. Este museo en la actualidad está cerrado y antes sólo lo abrían los sábados y domingos, así que tuvimos mucha suerte de verlo.

Ya habíamos hecho la frikada del viaje y era bastante tarde, nos quedamos por Kreuzberg para comer en una de las calles con más encanto del barrio, la Bergmanstrasse, que supongo que será en homenaje al magnífico director de cine sueco. En una de las cafeterías no les importó la hora que era y nos dieron de comer, aproveché para llamar a Dani para quedar con él por allí y así el café después de la comida nos lo tomaríamos allí con él y su coleguilla. Recomiendo la visita de esta calle porque son todo cafeterías, restaurantes con terrazas y donde se mueve mucha juventud alemana, ves a madres jóvenes con sus carritos de bebés, gente con su Mac en las mesas y la música de los sitios es bastante buena y muy vanguardista. Un barrio del Este de Berlín que se ha reconvertido tras la reunificación y que ahora está ocupado por mayoritariamente jóvenes debido al bajo precio de la vivienda allí.

Fueron horas de un domingo típico por la tarde, café, salió el sol, un poco de buena conversación y sentados tranquilamente, cuando ya se hizo hora de que David marchase fuímos de nuevo para el Youth Hostel para recoger la maleta de David y que marchase al aeropuerto para ir a Londres. Yo no me quedé sólo porque Dani y su coleguilla tenían dos días más por delante en Berlín. No sabíamos que hacer y Dani me propuso una idea muy buena, ir al Café Zapata&Tacheles, este sitio no es un café cualquiera porque es un centro social donde antes vivieron los okupas pero que ahora está institucionalizado, el ayuntamiento de Berlín cobra una cuota irrisoria a los artistas que tienen sus talleres y exposiciones allí, además tienen un escenario en el patio al aire libre para conciertos, un cine, video club y se organizan todo tipo de eventos y perfomances, la entrada es gratuita y hay un ambiente excepcional, se encuentra en Oranienburger Strasse 54-56.

Dentro del sitio pues vimos varias exposiciones, había algún artista español por allí pintando sus graffitis, compramos cuadros y postales muy chulas, recuerdo una de un Traban rosa que tengo colgada en mi habitación y después bajamos al patio donde hay unas mesitas de madera como los campings donde tomamos unas cervezas mientras un grupillo con una mujer al frente cantaba canciones en francés y castellano, fue una gozada, te daba una tranquilidad estar allí bebiendo, fumando, charlando y escuchando esa música tan bonita que no me quería volver al día siguiente a Madrid. Cuando ya anocheció en el Tacheles pues hacía bastante fresquete y nos tuvimos que mover de allí.

Dimos unas cuentas vueltas por Oranienburger Strasse ya que es una gran avenida donde hay un montón de restaurantes y elegimos uno para cenar, en Bergmanstrasse no me maté a comer así que sería una cena con consistencia, cosas típicamente alemanas como salchichas, carnes y todo regado con buena cerveza, recuerdo que los postres estaban muy buenos, el nombre de la cervecería no lo recuerdo pero era muy grande y la gente charlaba animadamente y estaba bastante petao. Después de hora y media de cena se nos hicieron casi las doce de la noche, Dani y su coleguilla tenían pensado madrugar al día siguiente y yo ya estaba cansadillo de dar vueltas, así que me fui en taxi para el hostal, un tipo muy agradable el taxista que tuvo la deferencia de hablarme en inglés y darme conversación acerca de la ciudad.

Una vez que llegue al hostal encendí la tele y me tragué como una hora de TV en alemán, a ver si así se me iba quedando el soniquete del idioma y miraba a través de mi ventana la ciudad por la noche, al lado tenía la antigua fábrica eléctrica de Vatenfall que es el Tresor, de hecho antes de llegar a la puerta del hostal unos chavales italianos andaban buscando el sitio y me preguntaron donde estaba, ellos no sabían que lo tenían justo enfrente, quien se va a imaginar que ese edificio es una discoteca de electrónica. Con la visión nocturna de la ciudad me quede lentamente dormido, era la misma sensación que en cualquier gran ciudad del mundo, sólo en tu cama y afuera un montón de personas con un montón de historias vividas que nunca te van a contar.



Judisches Museum.



Ramones Museum.



Ramones Museum.



BergmanStrasse, barrio de Kreuzberg.



Entrada del Café Zapata.



Patio del Café Zapata.



Tacheles.



Interior del café.



Nuestro homenaje a los Ramones.


Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

No hay comentarios: