Como ya es una tónica habitual y en cierta manera una tradición a través de este blog de viajes, voy a contar estas vacaciones algún viaje anterior. Después de relatar el viaje realizado en el verano del 2010 a Copenhage, ahora le toca el turno a una mini excursión invernal a la ciudad inglesa de Bristol, una ciudad al este de Londres y muy próxima a Gales, de hecho Cardiff, su capital está muy próxima a Bristol. Un enclave muy interesante ya no sólo por la ciudad, sino que también puedes visitar Gales o el histórico pueblo de Bath donde se ubican unas termas romanas.
El viaje se realizó en el mes de Noviembre de 2010, aunque yo siempre aconsejo que se evite viajar en invierno y más si vas a países donde el invierno es peor que el español. Esta vez me salté dicha norma para celebrar el cumpleaños de Olga que es por esas fechas. Así que en primer lugar, como siempre hago en la primera entrada cuando empiezo a contar el viaje pues quiero dar las gracias a mi compañera Olga por su compañía, fue un viaje plagado de circunstancias pero muy bonito de realizar y que lo recuerdo con una sonrisa, de hecho me gustaría ir por allí alguna vez en verano y profundizar más por la zona, visitar Gales y pueblos próximos. Durante las tres siguientes entradas daremos una vuelta por una ciudad que para mi tiene un gran significado musical que ya iré explicando.
Todas las entradas para este periplo en Bristol tendrán como título 'Exit through the City of Bristol' como homenaje a la película 'Exit through the gift shop' del artista mundialmente conocido como Banksy. Este grafitero de Bristol trata en el film el concepto del negocio del arte, la fama y el anonimato. El propio Banksy es muy conocido pero casi nadie ha visto su rostro, descubrí al volver a España que era de allí, cosa que después de lo visto en Bristol no me extrañó. La película estuvo nominada al Óscar como mejor documental. Si queréis saber más información os pongo el link al blog de películas.
El viernes 12 Noviembre de 2012 nos dirigimos a la terminal 1 del aeropuerto de Barajas para volar hacia Bristol en compañía de low cost Easy Jet. Al principio las cosas iban bien, no teníamos que facturar y esperábamos nuestro vuelo junto a un grupo de modernillos en una de las cafeterías del aeropuerto, de estas que son todas iguales, donde uno coge una bandeja, se sirve lo que quiere y luego te meten una clavada. Los modernos estaban incluso más entusiasmados que nosotros. Pasado el rato se nos comunicó que el vuelo iba a sufrir retraso, una gran demora que prácticamente nos fastidió nuestro primer contacto con nuestro destino. Teníamos que salir a las 20:45 y salimos más allá de las 22:00.
Más tarde de la medianoche llegamos por fin al aeropuerto de Bristol. La noche nos recibió muy fría y mi primera sensación es que todo estaba muy oscuro, dentro del aeropuerto tuvimos que pasar el control de pasaportes, aunque seas europeo en UK no te libras de ese trámite. Una vez fuera de la instalación la manera más fácil de llegar al hotel es coger el bus shuttle que te lleva a la estación de tren de la ciudad ubicada en el barrio de Temple. Tras media hora de trayecto por fin estábamos en Bristol Temple Meads, una bonita estación de ferrocarril digna de ver. Nosotros nos alojábamos en el mismo barrio de Temple y fuimos a pie hasta el hotel. Nos alojamos en el City Inn, un hotel de 4 estrellas, con un Mac para seguir haciendo el moderno como nuestros compañeros de Barajas y un personal muy amable. A 10 minutos del centro andando y muy nuevo, fue un gran acierto y fuimos acompañados de una excursión de mujeres españolas que también iban a estar allí.
Una vez dejado nuestro equipaje de mano en la habitación nos dispusimos a dar nuestra primera vuelta por la ciudad y buscar algún sitio donde poder cenar algo dadas las horas que eran. Así que desfilamos por Victoria Street hasta llegar al canal de la ciudad y adentrarnos en el casco histórico de Bristol. Al ser Noviembre hacía un horrible frío húmedo y lloviznaba a ratos como te imaginas la lluvia en Inglaterra, finita y cojonera. En Baldwin Street se notaba ya la marcha del viernes por la noche y muchos jóvenes cambiaban de pub en pub o iban a pequeñas pizzerias o kebaps que están abiertos hasta la madrugada. Nosotros aprovechamos esto y en una minúscula pizzeria donde apenas tenían 4 mesas para comer nos quedamos allí para cenar, la mayoría de los clientes se llevaban una porción y se iban del local.
Una vez terminada nuestra primera cena fast food en Bristol nos fuimos a tomar algo en nuestra primera noche allí, teníamos que aprovechar ya que habíamos ido en fin de semana. Aunque el tiempo no acompañase, las chicas en Bristol iban muy ligeras de ropa, en Gran Bretaña eso les da igual, hay que ir sexys, cosa que sorprendió mucho a Olga. Por Baldwin Street encontramos uno de los garitos que llevaba en mi lista de bares, el Start the bus, pero creo recordar que había una fiesta privada o algo así y no pudimos entrar. Así que nos fuimos a la parte del puerto (Harbourside) donde encontré el mejor bar que para mi hay en Bristol, el Nº1 Harbourside, englobado en el centro comercial Watershed, en este pub suelen pasar personalidades muy conocidas en Bristol como Beth Gibbons, cantante de Portishead o Robert Del Naja, integrante de Massive Attack. Nº1 Harbourside es un pub-restaurante donde se hacen conciertos, puedes ir a un brunch y tiene unas grandes mesas de madera donde compartes tu bebida con algún desconocido, esa noche tenían las luces muy tenues y estaba pinchando un DJ.
Finalmente dimos una vuelta por el puerto viendo los barcos, las luces de la época navideña que ya llegaba y el árbol de Navidad que habían puesto antes de la entrada al Harbourside, ya se había hecho bastante tarde debido al retraso del vuelo y las británicas con sus piernas moradas del frío comenzaban a recogerse, mientras tanto los adolescentes ingleses gritaban como haciéndose los machos para atraer la atención de ellas. Volvimos a Baldwin Street para alcanzar Victoria Street y atravesar el Temple Garden para llegar al hotel, daba un poco acojone pasar por la zona de Temple, donde no había nadie y es que en Inglaterra se gastan poco en iluminación nocturna, aún así es un sitio muy seguro. Mañana iba a ser un día muy largo donde descubriríamos muchas cosas de Bristol. La luna no se veía a causa de la lluvia, siendo invierno y estando en el centro de Europa los viajes son menos de ocio y más de supervivencia. Son diferentes pero también tienen su encanto.
Bristol Temple Meads.
The Temple Holy Church.
Hotel City Inn Bristol.
Hotel City Inn Bristol.
Temple Back.
Victoria Street. Canal.
Baldwin Street.
Watershed.
Nº1 Harbourside.
Christmas in Bristol. Olga en el Harbourside.
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