martes, 3 de enero de 2017

Warszawa. Dzięki Polska (Día 3).

El jueves 24 de Julio iba a ser más un día de exploración por Varsovia solos Olga y yo, por la noche ya quedaríamos con Cristina y Lukasz que era el santo de Cristina y lo celebraríamos todos juntos. Recuerdo que el día empezó un poquito nublado pero íbamos a tener suerte y no iba a llover. La mañana la dedicaríamos al barrio judío, quien no ha escuchado nunca hablar del guetto de Varsovia. Para ello nos fuimos por Chmielna hasta la estación de metro Centrum enfrente del Palacio de Cultura, de ahí cogeríamos por primera vez el metro de Varsovia hasta la estación de Ratusz Arsenał, un metro bastante nuevo y muy puntual, en Varsovia uno se puede mover muy fácilmente, tienen una red de metro, tranvías y buses muy completa y bastante puntual. Tampoco la ciudad es muy grande y a muchos sitios puedes ir andando.

Una vez que salimos de la estación Ratusz Arsenal dimos un pequeño paseo con nuestro mapa y perdiéndonos alguna vez llegamos hasta el Pomnik Bohaterów Getta (Monumento a los héroes del Guetto). Una columna donde justo enfrente tenemos el Museo de Historia de los Judíos Polacos POLIN Muzeum Historii Żydów Polskich. Contrariamente a lo que pensábamos, no había casi nadie por allí, creíamos que iba a ser un sitio más turístico y era más una zona residencial que otra cosa, no había ni ruinas del antiguo guetto y solamente nos cruzábamos con gente de la ciudad, ningún turista.

Seguimos nuestro paseo matinal por una de las avenidas más importantes de Varsovia que es la aleja Jana Pawła II, la avenida dedicada al Papa Juan Pablo II, muy cerca de allí se encuentra otro de los horrores de la guerra, la Prisión de Pawiak construida por los rusos zaristas y luego empleada por los alemanes como cárcel y lugar de ejecución, 37.000 polacos se ejecutaron y 60.000 fueron enviados a campos de concentración desde esta prisión, hoy es un museo-mausoleo dedicado a las víctimas. Tanto horror y sin razón ya iba saturando, así que seguimos por la avenida de Juan Pablo II y cambiamos de tercio visitando el mercado Hala Mirowska, puestos de flores en la calle, vendedores de frutas y un edificio del mercado central bastante bonito y recomendable.

Después de lo que pasó con los judíos en Varsovia queríamos visitar más zonas donde habían vivido y por ello nos encaminamos hacia la sinagoga que está en este barrio del centro, una sinagoga reconstruida por supuesto, es la Nożyk Synagogue, nada espectacular y bastante sobria, al lado había un restaurante de comida kosher que es la que toman los judíos, un restaurante muy pequeñito. Llevábamos toda la mañana un poco contrariados, lo que era el guetto ya estaba todo reconstruido y eso por una parte te alegra, la gente vuelve a su vida normal pero por otra parte no lo veía del todo correcto, no han dejado casi nada para el recuerdo, ahora son torres de oficinas muy modernas y calles como cualquier ciudad europea, podrían haber cuidado un poco más la reconstrucción, al final se ha impuesto el negocio. Me gustó mucho más el barrio judío de Budapest.

Iba llegando la hora de comer y encontramos una plaza muy bonita donde nos íbamos a sentar, en la Plac Grzybowski antes de escoger restaurante vimos por fuera la iglesia Kościół Wszystkich Świętych donde tienen una estatua de Juan Pablo II, allí es toda una celebridad, los polacos son gente muy católica y allí hasta la gente joven va a misa los domingos. Como el tiempo acompañaba, íbamos a comer en una de las terrazas de la Plac Grzybowski, el lugar elegido fue el Strefa Restaurant, un local muy bonito por dentro y donde podéis ver fotos en su web. Enfrente de nosotros estaban rodando una película con un coche antiguo y una pareja de recién casados, así estuvimos muy entretenidos durante el almuerzo y menos mal por que la comida estaba buena pero fue bastante escasa, fue pollo y ternera y por lo visto eso es caro. Recuerdo que luego Olga a las 2 horas decía que estaba por entrar a un McDonalds por que estaba con hambre jajajaja...

Tras nuestro frugal lunch, seguimos nuestra excursión, estábamos muy cerca del centro y no hacía falta ni siquiera coger el metro para volver. Fuimos andando por Emilii Plater a la estación central de trenes Warszawa Centralna a por los billetes de tren para ir a Cracovia al día siguiente, fue un poco odisea porque no te encuentras a gente que sepa inglés y al final un chaval de atención al cliente nos vendió los billetes pero ni sabíamos que tipo de tren habíamos escogido, nos daba un poco igual, iba a ser un viaje de ida y vuelta en el mismo día. Después nos fuimos al centro comercial de la cúpula exterior de cristal que Olga necesitaba unas chanclas nuevas porque se le habían roto las que traía, en ese ratillo es cuando quería irse a McDonalds por que ya tenía hambre.

Pero mejor que ir al McDonalds fue la idea que tuvimos, estábamos enfrente del Pałac Kultury i Nauki (Palacio de la Cultura y la Ciencia), hoy no llovía y podíamos subir a la torre para admirar las vistas de Varsovia. Así que para allá nos fuimos, recuerdo que la entrada para subir a la torre no era barata, como unos 12 euros por persona, pero sin duda merece la pena, es de visita obligada. Subimos y admiramos lo bonita que es la ciudad, las grandes avenidas como Aleje Jerozolimskie o Marszałkowska, también se divisaba el Estadio Nacional PGE Narodowy y el río Vístula. Por dentro también es muy bonito el palacio, con estética comunista pero en plan alto nivel, las lámparas recuerdan al metro de Moscú y con grandes pasillos y mucho mármol. Fue la torre más alta de Polonia y ahora es la segunda más alta de Varsovia. En su día se llamó el Palacio de Josef Stalin, ahora tras la caída del comunismo, obviamente el nombre se ha omitido.

Era hora de volver al hotel para prepararnos para el santo de Cristina. Quedamos los cuatros juntos a la salida del trabajo de Cristina en su academia y nos fuimos en metro hasta la estación de Politechnika, una nueva zona que íbamos a explorar y esta vez sería de noche, como a mi me gusta. Es una zona universitaria donde hay mucho ambiente, pasamos por el bar Pulp Fiction que fue foto obligada antes de de ir a cenar. Lukasz conocía un lugar muy chulo para cenar en la Plaza de la Constitución (plac Konstytucji) para sentarnos en terraza al aire libre, hacia una noche estupenda y aprovechamos a tomar algo en el U Szwejka, un local muy bonito tanto por fuera como por dentro, en la web del sitio también podéis ver fotos del lugar, si vais por allí lo recomiendo, son especialidades de comida de Europa Central. Pedimos para la cena Schnitzel, salchichas de cordero y Bramborak, que es una especie de tortilla de patatas checa que estaba buena, siempre es un placer probar nuevos platos y descubrir otras gastronomías.

A la cena invitó Cristina por su santo, otra vez de nuevo hay que darles las gracias por que fueron estupendos con nosotros. Había que tomarse al menos una cerveza para celebrarlo y Lukasz nos llevó a una plaza super chula llena de garitos donde había un montón de gente joven, en Plac Zbawiciela Cristina y Lukasz nos presentaron algunos amigos/as que tenían en común, algunos españoles y otros guiris, gente de la academia que lo pasamos muy bien tomando algo en el Plan B, un garito que me encantó como el Pawilony. Recordé que en Oporto siempre acabábamos nuestras juergas en el Plano B y que era muy alternativo, este no le iba a la zaga, también era bastante raro el sitio y estos descubrimientos a mi me encantan. Brindamos los cuatro por Cristina y era hora de volver a nuestros hogares.

Lukasz buscó la manera de irnos en taxi pero al final pasó el travía y nos fuimos a Centrum, de ahí nos enseñó que tranvía nos llevaba a Nowy Swiat, así ya si queríamos ir a Centrum desde el hotel sin darnos el paseo no hacía falta, además para ir al día siguiente a la estación de tren para ir a Cracovia pues lo haríamos en tranvía. Bajamos en Nowy Swiat y vimos la luna en la palmera. Había sido un gran día con muchas lugares y sabores nuevos. Al día siguiente nos íbamos a Cracovia, la excursión de un día que siempre nos gusta hacer. Fue un día especial que recordaré siempre, pero eso ya lo contaré en la siguiente entrada.

Metro de Varsovia, estación Centrum.



Pomnik Bohaterów Getta. Monumento a los héroes del Guetto.



POLIN Muzeum Historii Żydów Polskich. Museo de Historia de los judíos polacos.



Aleja Jana Pawła II, avenida de Juan Pablo II



Olga por fuera del mercado Hala Mirowska.



Restaurante judío kosher al lado de la sinagoga Nożyk Synagogue.



Estatua en el parque Świętokrzyska.



Plac Grzybowski, estatua Juan Pablo II.



Edificio en calle Próżna, antiguo guetto.



Entrada centro comercial al lado del Palacio de Cultura.



Vistas de Aleje Jerozolimskie desde la torre del Palacio de Cultura.



Vista del estadio Nacional de Varsovia.



Novotel Centrum.



Estación Central de Varsovia. Warszawa Centralna.



Centro de Varsovia. Rotondas, como en España.



Vista de río Vístula.



Avenida Marszałkowska.



Palacio de la Cultura y la Ciencia.



Palacio de la Cultura y la Ciencia.



Olga y yo en el Pulp Fiction, Plac Konstytucji.



Cristina, Olga y yo. Feliz Santa Cristina en el U Szwejka.



Plan B, en Plac Zbawiciela.



Plan B, en Plac Zbawiciela.



Lukasz y Cristina.



Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

No hay comentarios: