sábado, 5 de julio de 2008

A citizen in New York (Capítulo 2)

Amanece el día 2 en Manhattan, aun un poco aturdidos por el jet lag nos despertamos a las 8 horas, Fosi se disponia para ir a trabajar y nosotros a dar una vuelta. Al salir tienes las primeras sensaciones raras de que no estas en tu mundo, tu encuentras en algo que nunca has vivido y eso te hace sentirte inseguro pero a la vez contento por estar en algo diferente. En Lexington Av la gente está en la calle al lado de su edificio de sus trabajos fumando porque dentro esta prohibidísimo. Fue una mañana de sensaciones. Ves la Grand Central Station y te das cuenta de que en New York todo se hace a lo grande, el Crhysler Building te hace recordar a Dustin Hoffmann cuando lo veia desde su oficina en 'Kramer contra Kramer'. Luego la llegada a Times Square, entonces crees que mas que lo que estas viviendo crees que estas en una película como 'Días Extraños' o 'Blade Runner'. El hotel Plaza, Christies, la Quinta Avenida o la Catedral de San Patricio se completan en 1 hora. Y cuando menos te lo esperas pues llegas al Radio City Music Hall, la noche anterior Mark Knoffler estuvo tocando allí. Te tomas un refresco en el Cafe Metro y apuras un cigarrillo para disponerte a llevarte la sensación de que el Rockefeller Center es una joya arquitectónica.

Quedamos con Fosi para comer y mientras esperabamos pruebo lo que es un Fruit Shake, en un puesto tu eliges el batido de frutas que quieres y te lo preparan en el momento, delicioso y no muy caro. Despues a comer a un restaurante de diseño donde el precio no se disparo porque esa semana había promociones de menús a 20 dólares, muy buena la comida.

La tarde nos la tomamos de descanso porque aún estábamos algo cansados y optamos por esperar a Fosi que saliese de trabajar, el pobre salio tarde y el plan que hicimos fue ir a una hamburgueseria que habia dentro de un lujoso hotel, antes de llegar pasamos por Tiffanys y por el Carnegie Hall, otra sala de conciertos impresionante, siempre que uno pasee por Manhattan algo encontrará, es la leche. La hamburgueseria era la típica de América, carne de vaca y un recinto pequeñito y bien decorado, buena música y en sus paredes había firmado gente como Whitney Houston y Missy Elliot.

Despues vimos el Hard Rock Cafe, era grandísimo pero claro como todo es grande allí tampoco impresionaba tanto. Finalmente acabamos Max y yo en un irlandés al lado de Times Square, yo apuraba mi Jameson mientras en la máquina de discos sonaba Leonard Cohen, un gran día que acabé entre las luces de una plaza donde nunca se hace la oscuridad. Como curiosidad contar que el anuncio de la Coca Cola en Times Square es el barato que hay allí, sólo 1 millón de dólares al año porque tienen un contrato muy antiguo.



Times Square



Times Square



Radio City Music Hall



St Patricks


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