Al día siguiente nos esperaba un largo trayecto hacia Cooktown. Aquello era otro entorno completamente diferente; la selva daba lugar al monte bajo y la espesa vegetación, se difuminaba para dejar al aire unas extrañas construcciones que representan una de las maravillas del reino animal: los hormigueros gigantes. Más que hormigueros son termiteros; pequeñas montañas de barro de hasta 2 metros de alto, construidas pacientemente por los minúsculos insectos que allí viven. Las palmeras se transforman en eucaliptos, pinos y otros árboles más familiares para los españoles. En la calzada podemos ver la prueba de que los canguros existen. Si bien aún no habíamos visto ninguno, en el trayecto encontramos como 5 cuerpos inertes. Y no fueron los únicos animales muertos; perros o serpientes gigantes “adornaban” la solitaria carretera hacia Cooktown (50 coches en 500 kms). Tras un largo trayecto con ferry incluido, llegamos a la solitaria ciudad donde el Capitan Cook tomo tierra por primera vez. Una ciudad que brillo junto al oro que brotaba de sus minas, pero que ahora con menos de 1000 habitantes es una ciudad que lucha por un antiguo esplendor. Aquí, sin plan para dormir, regateamos para conseguir un buen precio. Una habitación con 4 camas fue la solución. Un edificio con solera que me recordaba a los Saloones del antiguo oeste. Una terraza al rededor de la planta principal donde estaban ubicados los aposentos. El pueblo constaba de una calle principal que terminaba en un pequeño puerto. Era curioso comprobar como podían existir tantos servicios en un sitio tan pequeño. Preguntamos a los lugareños y nos dijeron que nos diéramos un paseo por los alrededores que podíamos ver canguros andando por la calle. Eso hicimos pero no hubo suerte. Exhaustos nos acostamos para ver un nuevo día en la antípodas de Iberia. Un día que era fiesta nacional: Anzac day, el día de los veteranos de Gallipoli. Todo tipo de militronchis andaban desfilando por el poblado. A eso de las 11 las ceremonias terminaron y la ciudad volvió a la normalidad. Hay que decir que aquí en Australia (sobretodo en Cairns) no queda muy claro cuando es un día de fiesta o no, pues las tiendas normales abren todo el rato.
El siguiente trayecto es dirección Laura, una “vieja” ciudad al sur de Cooktown. La manera de llegar no es fácil, pues aquí se acabo el asfalto y comenzó la pesadilla para nuestro Hyunday Getz. Por el camino dejamos Black Mountain (una sorprendente montaña formada por trozos de roca volcánica), varias plantaciones de bananas, algún que otro vestigio aborigen y como no, varios animales muertos, incluyendo una pitón de mas de 1m. Llegamos al destino y nos encontramos con una ciudad semi-fantasma como las que salen en las peliculas; un solo bar y una miniestación de servicio que cerró cuando compramos unas chocolatinas. Vimos los alrededores (donde nos sorprendió ver que en vez de palomas en la calle hubiera cuervos y periquitos de extraños colores) e intentamos volver antes de que la noche nos atrapara. Fue así y durante gran parte del camino nos topamos con vacas en medio de la calzada y ¡tachan! ¡un canguro pasó a un metro escaso! La verdad es que es muy peligroso circular de noche. A unos 60 kms de Cairns, nos topamos con un auténtico bar Aussie, en medio de la absoluta nada. Un tipo autentico, bebiendo solo en el bar vacío, nos dio la bienvenida a su establecimiento. Todo lleno de fotos de pioneros cazando cocodrilos, serpientes y demás bichejos. Un precio popular y lo mejor de todo ¡futbolin gratis! Tras 2 birras y varias leyendas urbanas, nos despedimos de aquel hombre tan simpático que pasaba del marketing y otras tontás de negocio del mundo “civilizado” y era feliz con su pequeño garito.
Finalmente tras más de 1000kms, llegamos cansados y contentos a nuestro ahora hogar. Una buena aventura para ir viendo como son las lejanas tierras del norte de Queensland.
Típico bar del Outback y típico camarero pedo:
Nuestro hotel en Cooktown no tenia desperdicio:
Aquí no necesitamos comprar nada, porque todo esta en los arboles:
Nuestro "Ferrari":
Esta señal os juro que es cierta:
Esto si es una "cala":
¡Periquitos en vez de Palomas! ¿como lo habrán conseguido?:
Aqui paramos, en la gasolinera de tiempos remotos:
Vista desde el faro de Cooktown:
Black Mountain, una maravilla de la naturaleza:
Uno de los simbolos de Queensland, la mariposa azul:
Una de estas en el Motel de Cape Tribulation:
Así da gusto bañarse:
La selva en CapeTrib:
¡Pues si que estan por aquí nadando, si!:

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario