lunes, 12 de agosto de 2013

AU2011. Tren a Kuranda.

Entre el diluvio de activdades de las que tienes constancia aquí nada más llegar, llamo mi atención la llamada “Tren a Kuranda”. Kuranda es un pueblo pequeño situado a unos 50kms de Cairns. Antaño el trayecto Kuranda – Cairns recorría en ferrocarril, los más importantes yacimientos de oro de la zona. Si bien en un primer momento Smithfield era el puerto central, una inundación en 1879, hizo que hubiera que buscar otra manera de dar salida al valioso material. Fue entonces cuando la modesta ciudad de Cairns, recibió la visita del tan necesario ferrocarril. Una obra civil de casi 300.000 libras que atravesaba montañas, rios y jungla en las más adversas condiciones. Esta trayecto se conserva intacto en la actualidad y, para los que hemos crecido arropados por el mundo del tren, supone una auténtico lujo. El primer fin de semana nos enrolamos en la aventura de cruzar el la selva por raíles. El billete se puede comprar en la estación de Cairns Central (remodelada completamente y que alberga el centro comercial más importante de la ciudad). Una opción interesante es volver a Cairns en un funicular por encima del bosque. Esta fue nuestra elección. A las 8:20 en punto se puso en marcha la nueva maquina, que arrastra los vagones originales del trayecto de pasajeros. En poco más de 10 minutos estábamos en plena selva. Fuimos subiendo hacia el río Barron hasta llegar hasta las Cataratas de Stoney Creek. El tren curza un viejo puente de hierro que pasa a escasos 20 metros de la cascada. Una parada en el mirador para poder presenciar el espectacular paisaje. Tras unos 50 minutos de trayecto, llegamos a Kuranda. La estación, patrimonio nacional, esta prácticamente igual que hace 100 años. Lo que allí es natural, supondría un jardín botánico en cualquier otro lugar. Para recorrer Kuranda tienes 2 opciones: por dentro del pueblo o por la selva. Nosotros elegimos la primera opción para la ida. Lo más interesante es un mercado que hay en el centro, donde puede comprar de todo: desde carteras de piel de cocodrilo y/o tiburón (con un precio un 70% más barato que en Europa), hasta todas las partes del canguro (¡pasando por los escrotos, utilizados como bote de lapiceros, cepillo de dientes, etc.!) Cerca de allí puedes visitar una reserva de animales australianos; nuestra primer acercamiento a un canguro, Koala, cocodrilo y demás especies autóctonas del continente austral. A la vuelta, fuimos andando por pura selva, donde el sol no era capaz de penetrar. El camino habia sido preparado para hacer senderismo y es una gozada realizar el paseo. El funicular se coge en la misma estación de tren (Skyrail) y sobrevuela durante 20 minutos toda la selva entre Kuranda y Jungara, parando en estaciones intermedias en las que puedes ver los saltos de agua que ahora sirven para dar electricidad a toda la comarca. Sobre las 17:00 volvimos a Cairns, impactados por los paisajes que habíamos visto y emocionados por los que aún nos quedaban por contemplar.

La obligada foto con el canguro:


La estación de Kuranda:


El "jardín" en la estación:


La espectacular vista de las cascadas:


El tren por la selva:



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1 comentario:

Carlos dijo...

Dile a la gente la verdad, que te comes a los canguritos a la plancha!!! :)

Me alegra ver las fotos y leer que todo va mas o menos bien.

Un abrazo desde Arganda y besos para tu si-novia XD

pd.: Se te echa de menos campeon!