El lunes 13 de Agosto era nuestro regreso de nuevo a España, un día que también pudimos aprovechar porque el vuelo era por la tarde. Amanecimos más temprano porque además de tener que hacer el check out en el Sofitel era buena idea bajar a desayunar, así Olga no bajaba sola como tenía que hacer siempre, esta vez le acompañé por segunda vez en nuestra excursión. Después ya sí fuimos a la recepción para abandonar la habitación y que nos guardasen las maletas en consigna hasta la hora que partiríamos hacia el aeropuerto.
El vuelo era a las 17:20, así que salimos del hotel para de nuevo en Vorosmarty Ter ir hacia la calle Fashion Street a ver si Olga compraba algo porque había muchos puestecillos con pulseras, collares, etc... Teníamos unas dos horas para realizar nuestras compras por el centro de la ciudad, cosas para nosotros y cosas de regalo, por la calle Vaci Utca encontraríamos todo lo que llevábamos pensado y en algunos casos hasta ya lo habíamos mirado. Yo me pillé un par de botellas del licor de Hungría que es la Palinka, no lo recomiendo en absoluto, luego en España abrí la botella una noche y eso está muy fuerte, tenía que haberlo probado en Budapest cuando estuvimos allí. También compré un retrato vintage de Radio Budapest que lo tengo en casa colgado en el salón. Además encontré una tienda de fútbol en uno de los callejones y era una maravilla para los frikis, la camiseta de Puskas con la selección húngara era muy cara, así que me pillé unos pins para el bolso, uno era super raro porque es del club finlandés Tampere United, un club que ya ni existe y que se tuvo que refundar en la ciudad finlandesa de Tampere porque la mala gestión del club.
Había muchas tiendas en Vaci Utca bastante interesantes y lo que más me sorprendió fue lo amables y lo tranquilos que te dejan los dependientes de las tiendas, no están agobiando al turista y enseguida vienen si les vas a preguntar algo, Olga y yo lo comparábamos cuando vas a otros países donde el chanchulleo y regateo está al orden del día, sin embargo aquí todo es paz y tranquilidad. A la vuelta de Vaci Utca de nuevo en Vorosmarty Ter hicimos nuestras últimas compras en la Pastelería Gerbaud con chocolates y bombones, sobre todo de regalo. Finalmente nos despedimos del tío de la tienda del 24 horas que le compramos agua para ya ir al aeropuerto.
Esta vez no íbamos a utilizar la compañía Fo Taxi para que nos llevarán a Liszt Ferenc Aeropuerto, había un servicio un poco más caro que no llegaba a los 30 euros que te llevaban desde el hotel, era otro de los servicios que te ofrece Sofitel y que nos pareció muy bien cogerlo porque en la ida ya escribí que nos tocó un taxista loco. Esta vez no iba a ser así y nos llevó un chófer que conducía super bien en un Mercedes completamente equipado, que bien cuando uno se siente rico, en algunas ocasiones se necesita.
Una vez en el aeropuerto menos mal que fuimos con tiempo porque estaba hasta arriba de gente, era lógico porque se había acabado el Sziget y estábamos todos allí para volvernos a nuestros respectivos países, las colas eran kilométricas y anárquicas, pero bueno, nos hicimos a ello y facturamos rápido la maleta en Ryanair, he de decir que fueron muy eficientes los de la compañía. De nuevo vimos a la familia hippie maloliente de la ida, fijo que iban para Madrid, a ver esta vez donde se sentaban en el avión.
Tras el agobio de la facturación, una vez dentro de la terminal 2B ya las cosas eran más tranquilas, teníamos el tiempo justo para comer un bocadillo y gastar los últimos florines en el duty free, dimos buena cuenta de ellos comprando tabaco y un producto que recomiendo a todo el mundo, el salami Pick, un salami con un punto picante que además es de muy buena calidad, es lo más rico que comí de su gastronomía, es muy popular allí.
A las 17:00 comenzó el embarque para Madrid, nadie se quería sentar con la familia hippie y esta vez a nosotros no nos tocó, muy felices sonreíamos porque ya teníamos ganas de volver a España y lo habíamos pasado muy bien, sobre las 20:30 llegamos puntualmente a Madrid y recogimos nuestras maletas sin ningún rasguño, era el final de esta aventura donde aprendimos muchas cosas. Quería dar de nuevo las gracias a Olga por su compañía, no tuvimos problema alguno y me encantó haber compartido esos días con ella, sobre todo el día del Sziget, espero que vengan otras épocas donde vayamos a muchos más lugares.
Hasta aquí nuestro viaje, Budapest me sorprendió como ciudad, creía que iba a ser mucho más desastroso al ser un país del Este de Europa como es Hungría, mis experiencias en Tallin, Bratislava o La Habana que han sido o son todavía ciudades del comunismo no había sido muy buenas, pero en verdad aquí se nota que se han hecho a los nuevos tiempos y además tiene una gran arquitectura, está todo bastante más cuidado de lo que pensaba en España antes de ir. Los húngaros son gente bastante amable y con un buen nivel de inglés, se notaba que el turismo es una buena fuente de ingresos para ellos y que con sus precios tan competitivos van a tener muchas visitas. Eso sí, se notaba ciertos recelos a dos comunidades, hacia los gitanos y los judíos, cerca de la sinagoga encontré un graffiti en una papelera que ponía Jewish Out y se notaba que allí el tema de la integración no lo cuidan nada. En Hungría hay mucha población gitana y por las calles no encontrabas a ninguno. En cierta manera me recordaba a lo vivido en Viena donde los extranjeros que van a vivir allí no son precisamente bienvenidos, son gente conservadora y solamente aceptan la inmigración con dinero por delante. Su manera de ser y eso que Austria y Hungría estuvieron separadas por el telón de acero, es algo parecida, su pasado les une por el imperio astrohúngaro y se notan las similitudes.
Hungría no es un país que me apasione por algún motivo, no tiene para mi gente conocida en las artes respecto a la música, literatura o cine, no puedo dedicar este viaje a ningún artista en particular, se que es una herejía decir esto respecto a la música porque en Hungría hubo grandes músicos clásicos, por ejemplo, Franz Liszt, que allí lo adoran, pero la música clásica es desconocida para mí, es una tara cultural que tengo. El único personaje dentro de mi mitomanía que fue húngaro y que quiero destacar es de algo más liviano, es futbolista y se llama Ferenc Puskas jugador del Honved Budapest y Real Madrid. Podría contar muchas cosas sobre él, es un héroe nacional y fue el líder de los magiares mágicos, la mejor selección de Hungría que nunca hubo, ganaron la medalla de oro en los JJOO de Helsinki en el 52 y apalizaron a la selección inglesa en Wembley por 3-6 y la vuelta en Budapest fue un 7-1. En el Real Madrid junto a Di Stefano ganó 3 Copas de Europa, en la final contra el Eintracht de Frankfurt que ganaron por 7-3, Puskas metió 4 goles y Di Stefano 3. Ese partido todas las Navidades lo repiten por la BBC, para ellos fue el mejor partido de fútbol que nunca hubo en la Copa de Europa. Al final de la entrada dejo un vídeo donde se explica con imágenes la trayectoria de este mito del fútbol apodado en España como Cañoncito Pum. La FIFA en reconocimiento a Puskas otorga cada año el premio Puskas al mejor gol que se haya marcado durante la temporada en todo el mundo.
Para ir terminando quería dedicar a Olga este viaje, darle ánimos y apoyo. Nuestra próxima parada nos llevará a otras latitudes más al norte de Europa, Escocia, en concreto a su capital Edimburgo, por allí pasearemos por la Royal Mile y un día nos aventuramos atravesando las Highlands a buscar al monstruo del Lago Ness. Pero eso ya será en el próximo viaje, hasta entonces mantendré el misterio de si cazamos a Nessy.
Vaci Utca. De compras.
Vaci Utca. De compras.
Último paseo por Vaci Utca.
Vaci Utca.
Palinka.
Chocolates Gerbeaud.
Aeropuerto Budapest Liszt Ferenc. Nos marchábamos todos del Sziget.
Homenaje al mejor jugador de fútbol húngaro que jamás existirá. Cañoncito Pum Puskas.
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2 comentarios:
La crónica de vuestro viaje por Budapest y vuestra visita a Sziget desde el día de vuestra llegada hasta el día de regreso a España es impresionante! Súper bien detallada! Gracias por compartirlo! Lo único que no concuerda es la fecha de publicación de los post con la fecha de las narraciones ;) por lo demás chapó! :)
Siempre suelo escribir los viajes mucho tiempo después de hacerlos, tengo apuntado lo que he hecho y los detalles son lo que recuerdo de aquellos días, por eso sale tan completo.
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